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Segunda oportunidad para la justicia de Chubut
Por Red Eco Alternativo -
Friday, Jun. 19, 2015 at 9:59 AM
Jueves 18 de Junio de 2015 | Desde el 26 de mayo, un grupo de policías de la Comisaría 4º de Trelew está siendo juzgado por segunda vez por el crimen de Julián Antillanca. En el primer juicio, los acusados de matar a golpes al joven y de encubrir el hecho fueron absueltos, pero la familia recurrió a todas las instancias judiciales posibles hasta lograr que el Superior Tribunal de Justicia declare nulo ese proceso.
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Chubut – En la noche del 5 de setiembre de 2010, Julián Antillanca, de 19 años, vio cómo policías de la seccional cuarta de Trelew atacaban y detenían a los hermanos Sergio y Matías Aballay. Durante esa misma madrugada, Antillanca fue abordado por los efectivos al salir de un boliche. Martín Solís, Jorge Abraham, Laura Córdoba y Paula Morales lo tiraron al piso y lo golpearon hasta matarlo. Luego lo subieron a un patrullero para llevarlo a la Comisaría y posteriormente arrojarlo en un baldío del barrio UPCN, alejado del centro de la ciudad. Tras el hallazgo del cuerpo de Julián, los policías armaron la hipótesis de que el joven había fallecido como consecuencia de un coma etílico.
Los hermanos Aballay denunciaron la detención ilegal y la tortura sufridas (el menor tenía 7 impactos de balas de goma tras salir de la comisaría), y en 2012 se juzgaron estos hechos además de la muerte de Julián. Algunos policías recibieron condenas por privación ilegítima de la libertad agravada por lo sucedido con los hermanos, pero todos resultaron absueltos por el asesinato de Julián.
Tras una larga pelea por parte de la familia Antillanca, se logró que 3 años más tarde se realizara un nuevo juicio, luego de que el Tribunal Superior de Justicia anulara el anterior.
Además de Solís, Abraham, Córdoba y Morales, que son juzgados por homicidio agravado, se encuentran sentados en el banquillo de los acusados Carlos Sandoval, Analía Di Gregorio, Mario Bascuñán y Valeria Zabala por encubrimiento, y Diego Rey por privación ilegal de la libertad.
También estaba acusada Gabriela Bidera, quien junto a su amiga Jorgelina Domínguez había visto el momento en que los policías arrojaban el cuerpo de Julián. Desde un comienzo Domínguez declaró lo que observaron aquella noche, incluso reconoció a Martín Solís, mientras que Bidera, hija de un comisario, modificó su relato por lo que fue imputada por encubrimiento agravado.
Durante la primera audiencia de este segundo juicio la defensa de la joven y la fiscalía alcanzaron un acuerdo para disminuir la calificación a encubrimiento simple, y poder beneficiarla con una “probation” (suspensión del juicio a cambio de dos meses de tareas comunitarias). A pesar de la oposición de la querella, los integrantes del Tribunal, Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Di Biasse, aceptaron la propuesta y Bidera quedó desvinculada del juicio.
En el transcurso de las primeras audiencias, declararon varios testigos del hecho, como así también peritos que confirmaron que los golpes recibidos por Julián le causaron un grave traumatismo de cráneo, y que se hallaron muestras de ADN del joven en el patrullero en el que fue trasladado.
Otros testigos vieron cómo Antillanca era golpeado por tres policías, mientras había peleas y corridas en los alrededores de las salidas de los boliches, y una mujer policía alejaba a las personas que se acercaban al lugar donde era golpeado el joven.
Los testigos de la defensa, oficiales de la policía chubutense, se dedicaron a defender a los acusados y a reiterar en varias oportunidades que no se acordaban de lo sucedido o lo ya declarado.
En este segundo juicio habrá dos ausencias respecto al primero, ya que en la madrugada del 9 de marzo de 2014, los hermanos Aballay salieron de su casa a comprar bebidas a un almacén de su barrio Tiro Federal. Allí habrían discutido con un cliente, un hombre llamado Horacio Blanco, que los siguió con su auto. Les disparó y los mató. Blanco fue condenado hace pocas semanas por este hecho a 28 años de prisión.
El juicio por el crimen de Julián Antillanca continúa, pero tanto él como los hermanos Aballay no son las únicas víctimas de la policía de Chubut. Los nombres se multiplican: Bruno Rodríguez Monsalvez, Cesar Monsalves, Ángelo Vargas, Diego Escobar, Luis Emilio Marín, Mauro Castaño, Maxi Almonacid son tan solo ejemplos de un accionar sistemático y violento que llevan adelante los efectivos provinciales.
Fuentes: Correpi / Cosecha Roja
www.redeco.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=16167:segunda-...