Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Acindar, un conflicto sin precedentes y la amenaza del acero chino
Por Diego Genoud - Thursday, Jul. 16, 2015 at 2:37 PM

15 de Julio de 2015. Por Diego Genoud* | Villa Constitución, la ciudad de las grandes luchas metalúrgicas, vuelve a hacer un llamado de atención. Detrás de los 12 despidos que ordenó la multinacional india, hay una batalla por ver quién paga la carrera por aumentar de la productividad ante la invasión de acero oriental. Atucha III y la represa Néstor Kirchner en medio de la polémica. Todo comenzó con 6 despidos de trabajadores contratados que se habían plegado a una medida de fuerza de los metalúrgicos más combativos del país.

Acindar, un conflict...
img_7555-cd5de.jpg, image/jpeg, 440x330

En Villa Constitución, a 55 kilómetros de Rosario, una huelga por tiempo indeterminado puso en alerta a una ciudad que gira en torno a Acindar, la siderúrgica que es líder en la producción de acero y hoy está en manos de capitales indios.

Después de los primeros despidos, los operarios comenzaron con asambleas en la fábrica y Acindar decidió redoblar la apuesta: le prohibió el ingreso a otros 6 trabajadores efectivos que tenían más de 10 años de antigüedad. El conflicto es protagonizado por sindicalistas de distintas orientaciones políticas, involucra a la UOM de Antonio Caló e interpela al gobierno nacional que, hasta ahora, se limitó a enviar dos veedores a la ciudad santafesina. Después de 7 días de paro, la semana pasada el ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria y mañana habrá una nueva audiencia. Pero la solución sigue lejos.

“La empresa hace dos años que viene planteando que tiene que achicar costos y aumentar productividad por la competencia con el acero chino. El problema es que buscan ser competitivos a costilla nuestra y ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores”, dice Silvio Acosta, miembro de la comisión interna de Acindar y secretario general de la CTA autónoma en Villa Constitución. De 36 años y con 11 de antigüedad en la empresa, Acosta forma parte de la UOM y es delegado sindical hace dos años. Cuenta que los despedidos pertenecen al sector de colada continua, uno de los que implica más riesgo de accidentes y alta peligrosidad, donde se trabaja con acero líquido. Y afirma que ya existen antecedentes que refuerzan la posición del sindicato. “Es un sector que no se puede achicar porque tiene que ver con la seguridad. Nosotros manipulamos hierro y acero líquido. Hace dos meses, explotó la planta de reducción directa –la que saca los gases a los minerales para que entren en la producción de la acería- y hace un mes se pinchó una colada, una especie de cuchara gigante, y derramó todo el acero. No hubo muertos de milagro”.

Los errores del pasado

Acindar tiene 72 años y actualmente produce un millón 400 mil toneladas de acero por año. Entre 1968 y 1976 tuvo como presidente de su directorio a José Alfredo Martínez de Hoz, que sólo dejó el cargo para convertirse en ministro de Economía de la dictadura de Videla. A partir de la integración con ArcelorMittal en 2006, la compañía pasó a representar en Argentina al que es considerado el mayor grupo siderúrgico a nivel mundial con presencia en más de 60 países. El 70 por ciento de su producción va destinado al mercado interno y un 30 por ciento se exporta, en su mayoría a Brasil. Según sus propios números, tiene una facturación anual de alrededor de 7.500 millones de pesos.

En la planta de Villa Constitución, hay 2400 obreros: 1200 son empleados por Acindar y otros 1200 son tercerizados que realizan tareas de limpieza y reparaciones. Los despidos que comenzaron el 1 de julio no fueron justificados. Para la CTA, se trata de persecución gremial aunque también existe un trasfondo económico. La empresa afirma que al parate que genera la crisis energética se le sumó en el último tiempo una baja de producción a causa del ingreso de 50 mil toneladas de acero chino para la construcción de dos obras fundamentales a las que abastecía: la represa hidroeléctrica Néstor Kirchner, en Santa Cruz, y Atucha III, en la provincia de Buenos Aires.

“Este año fue difícil. Antes de este paro que duró 7 días, ya habíamos tenido otros 7 paros por diversas situaciones y cambios de política de la empresa. Hay ajustes que se están sufriendo y como trabajadores tenemos que rechazarlos. Hay un enfriamiento de la economía y lo vemos nosotros también pero la gerencia de Recursos Humanos cambió su política y ahora viene con la mano dura”. El que habla es Pablo González, de 35 años, miembro de la comisión directiva de la UOM de Villa Constitución, alineada a nivel nacional con el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló. González sostiene que se trata de un conflicto sin precedentes en muchísimo tiempo y afecta a toda la ciudad, que vive de la metalurgia. “Cuando vino la segunda tanda de despidos, en medio de las asambleas, la gente estalló en cólera y nos dijo que no iban a levantar el paro hasta que no ingresen los compañeros efectivos”.

ArcelorMittal respondió con una solicitada en los diarios locales en la que afirmaba que busca no repetir los errores del pasado. “Mirar para atrás nos ha enseñado a respetar el dialogo por sobre la soberbia, a valorar, a entender y a respetar la historia y el sentir de Villa Constitución”. Sin embargo, sostiene que debe tomar medidas drásticas en pos de la sustentabilidad. “De aquella gerencia no quedó nadie. Lo que quedaron son las prácticas”, asegura Acosta.

El sindicalista de la UOM dice que es sabido que en el invierno, cuando hay restricciones de gas, a la empresa le sobran días de producción y le conviene parar. Pero este año, a diferencia de lo que sucedió en 2014 –cuando se acordaron suspensiones de 7 días- Acindar busca tener “las suspensiones gratis”. “La empresa esparce el miedo. Quieren instalar el fantasma de Paraná Metal”, agrega Pablo González. Se refiere a la autopartista que pertenece al empresario kirchnerista Cristóbal López, una compañía que además de cargar con una historia negra de despidos y suspensiones, sigue con conflictos y amenaza incluso con cerrar sus puertas.

La conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo vence el 28 de julio. Tanto Acosta como González coinciden en que durante ese lapso, no habrá nuevas medidas de fuerza en la fábric. Pero anticipan que si no hay acuerdo, lo que viene serán más días de paro. “Está claro que nosotros queremos todos los muchachos adentro”. Hasta ahora, la postura de Acindar parece intransigente. El gerente de Recursos Humanos Gerardo Cricco, y gerente de Relaciones Gremiales, Gabriel Di Paolo, expresaron la postura de la empresa: no dar marcha atrás con los despidos.

La UOM de Villa Constitución fue protagonista de conflictos históricos, como los “Villazos”, de 1974 y 1975 que se convirtieron en hitos de la lucha del sindicalismo clasista. También más adelante, en 1991, cuando Acindar despidió a 3600 trabajadores. Ahora, los tiempos son otros, bien distintos, pero algunas características se mantienen. Fue la UOM de Villa Constitución la que obligó a Antonio Caló a dejar en libertad de acción a los afiliados metalúrgicos durante el anteúltimo paro nacional. “Nosotros teníamos fuerte presión de los compañeros por parar por el impuesto a las Ganancias, que afecta al 70 por ciento de la gente. Los compañeros dejan de hacer horas extras porque directamente las pierden con el impuesto. Héctor Ibarra lo habló con Caló y por eso Caló dio libertad de acción”.

*Nota publicada en http://www.mariajuliaolivan.com.ar/...

Foto: CTA Rosario

ps:

Notas vinculadas del Equipo de Comunicación de la CTA Rosario:

Marcha, reunión y nuevo cuarto intermedio
Acindar: se dictó la conciliación obligatoria
El paro en Acindar sigue firme
Comunicado de la CTA Autónoma de Villa Constitución. Despidos en Acindar: a la opinión pública
Continúa el paro en Acindar: La CTA Autónoma en estado de alerta y movilización
Acindar: la huelga continúa
Sigue el paro en Acindar y se suman despidos
Paro en Acindar: despidos y riesgo laboral

agrega un comentario