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Colombia: Barranca, clientelistas...tras la alcaldía... otra vez?
Por Luis Manuel Carrero Gomez -
Thursday, Jul. 30, 2015 at 5:24 AM
luismanuel121@hotmai.com
A todo eso se reduce en Colombia, en las regiones y en los municipios, el ejercicio de la polîtica. Salvo excepciones decentes, estaremos escogiendo candidatos y candidatas vinculados con las mafias, la delincuencia comûn, las para-bacrim, etc.
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Hasta el momento en nuestra ciudad, los aspirantes y aspirantas a la ALCALDIA MUNICIPAL, siguen actuando como lo hacen desde tiempo atrâs, sus jefes polîticos, los representantes de la oligarquîa tradicional y/o emergente. Para estas familias que han venido capturando el estado, el proselitismo electoral, el poder y el gobierno, no es mâs que la clientelizaciôn de la polîtica por otros medios.
Sus pares en las regiones y muncipios, entre ellos la bella hija de los indîgenas Yarima y Pipatôn, también realizan las mismas conductas indeseables. Por qué? Porque Estân hechos a su imâgen y semejanza.
En nuestra ciudad, la derecha pro-oligârquica, la misma que ha venido capturando histôricamente el municipio(alcaldîa, concejo), mediante el ejercicio de prâcticas deshohestas y corruptas y alianzas criminales, no tienen un proyecto politico y menos aûn, un modelo de gobierno que, en el marco de la ética polîtica, le devuelva la dignidad al ejercicio de la polîtica.
En nuestra ciudad, la izquierda, la que sobreviviô a la subversiôn estatal en la cruzada paramilitar, tampoco tienen un proyecto politico y modelo de gobierno alternativo que, los diferencie de la derecha. Por qué? Porque hacen parte de la derecha en el ejercicio del poder y del gobierno. Coautores, cômplices y partîcipes de la actual decadencia moral.
Todo el ejercicio del proselitismo politico de unos y otros, se reduce a una relaciôn clientelista de intercambio de favores y que comienza por la compraventa u otorgamiento antidemocrâtico de los avales. No hay una consulta interna para decidir. Todo lo contrario, las decisiones las toman polîticos de marras conocidos de autos.
Ese clientelismo politico de la antipolîtica, se utiliza, no en funciôn del INTERES PUBLICO, SINO EN FUNCION DEL INTERES PRIVADO. Las secretarîas, los descentralizados, la burocracia, el presupuesto, los contratos, las polîticas pûblicas, etc, se negocian favoreciendo los intereses de sus partidos, de sus directores, de sus mafias, de sus contratistas. Todo es una mercancîa.
Las clientelas solo cuentan para reelegir a los de siempre y a los de ahora, los mafiosos detentadores del poder y del gobierno, a cambio de contraprestaciones mînimas para seguir sobreviviendo. Yo voto, tu votas, ellos deciden y contratan.
Entre las clientelas de la antipolîtica encontramos: los TESTAFERROS CONTRATISTAS de siempre, los MILLONARIOS GIRATORIOS de siempre, los DESINFORMADORES PERIODISTAS de siempre, los CONSENTIDOS FAMILIARES de siempre, los CAMBIANTES TRANSFUGAS de siempre, los INTERMEDIARIOS de siempre, los BUROCRATAS NO ESTABLES de siempre, los ENVIADO DE DIOS de siempre y las ENCHANCLETADAS CLIENTELAS de siempre. Todos y todas, detrâs del BOTIN PRESUPUESTAL.
Pero cuâl es el PAPEL que cumplen concretamente estas clientelas con el presupuesto publico de los ciudadanos(as). Veamos:
-Los TESTAFERROS CONTRATISTAS. Siempre se ganan las licitaciones publi-privadas. El hombre de atrâs, el politico y en unidad de acciôn criminal con los verdaderos dueños del poder y del gobierno, son los que mueven los hilos de la contrataciôn pûblica. Entre ellos se queda el presupuesto publico, las regalîas, la burocracia, etc. En época electoral, SON LOS QUE FINANCIAN LAS CAMPAÑAS, para después recuperar la inversiôn econômica. Es todo un entramado de delitos.
-Los MILLONARIOS GIRATORIOS. Son aquellos y aquellas que en su paso por la polîtica, la burocracia selectiva y estratégica, SE HACEN MILLONARIOS DE MANERA SOSPECHOSA. Son aceptados en las campañas y no les exigen cuentas. Cuando no estân enriqueciéndose a través de la polîtica, descansan en el SECTOR PRIVADO, esperando otra vez el turno.
-Los DESINFORMADORES PERIODISTAS. Su labor es posicionar mediante informaciones parcializadas, sesgadas, subterfugios, la imâgen de su patrôn de siempre o de turno.
-Los CONSENTIDOS FAMILIARES. Se benefician de la alta y mediana burocracia. Cuando se retiran de la burocracia pasan al sector publico y/o privado. Nunca estân desempleados.
-Los CAMBIANTES TRANSFUGAS. Son aquellos que cambian constantemente de partidos y/o movimientos polîticos. Nada de ideologîa. Nada de prâxis estratégica o tâctica. Se distinguen por defender lo indefendible a cambio de estabilidad laboral o contractual.
-Los INTERMEDIARIOS. Son aquellos que llaman lîderes. Son los encargados en las comunas y corregimientos de presentar a los polîticos(as) con las clientelas de base. Cobran en efectivo. Se vinculan laboralmente o vinculan a sus familiares.
-Los BUROCRATAS NO ESTABLES. Estân obligados a financiar los partidos, asistir a reuniones polîticas, a hablar bien de sus patrones, a ser cortesanos.
-Los ENVIADOS DE DIOS. A través del dogma, la fé y utilizando el miedio y la supersticiôn, bendicen candidaturas y excomulgan otras.
-Las ENCHANCLETADAS CLIENTELAS. Los de a pie. Los de siempre. Viven en los barrios marginados y en donde no viven los polîticos ni las polîticas. Sus familias numerosas, toman partido por todos los partidos y candidatos. Estân obligados a ganar. Votan por los mismos de siempre a cambio de contraticos para sobrevivir.
A todo eso se reduce en Colombia, en las regiones y en los municipios, el ejercicio de la polîtica. Salvo excepciones decentes, estaremos escogiendo candidatos y candidatas vinculados con las mafias, la delincuencia comûn, las para-bacrim, etc.
Lo mejor que le podrîa estar pasando a nuestra Barrancabermeja, serîa VOTAR EN BLANCO y que esto fuerea el comienzo de la consigna gaitanista de Restauraciôn Moral y Democrâtica del municipio.
Asî las cosas, no es posible entregarle el municipio a aquellos que viven asociados con la oligarquîa tradicional y/o emergente, para seguir haciendo de las suyas.
Si podemos. Solo falta audacia.
Desde Barrancabermeja-Lyon y con olor a petrôleo.
Luis Manuel CARRERO GOMEZ