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"Ruidos de campaña": el Gobierno frena despidos en sector metalúrgico
Por iProfesional - Wednesday, Aug. 05, 2015 at 12:54 PM

Por temor a sufrir más "ruidos de campaña", el Gobierno frena despidos en sector metalúrgico

04-08-2015, por Juan Manuel Barca | La caída de la demanda, junto con reclamos salariales y por Ganancias detonaron despidos y retiros voluntarios en Aluar, Acindar y Techint. Para evitar "malas noticias", las autoridades tuvieron que intervenir, pero el panorama futuro es sombrío

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La semana pasada, un súbito cuadro de laringitis aguda salvó a la Presidenta de presenciar una situación incómoda en Chubut. Todo estaba listo desde hace una semana para la celebrar los 150 años de la llegada de los galeses a la Patagonia, donde habita la mayor comunidad fuera de las islas británicas.

Durante un acto, la propia Cristina había confirmado su participación en la ceremonia que se realizaría en Puerto Madryn junto al primer ministro de Gales, Carwyn Jones, mientras que el gobierno provincial aguardaba un "imponente espectáculo cultural de máximo nivel".

El aniversario tenía todos los condimentos para lograr un festejo con alta carga simbólica: la convivencia con un pueblo británico en territorio argentino a pocos kilómetros de las Islas Malvinas, la ocasión perfecta para levantar la bandera de la unidad nacional frente a los enemigos de afuera, y otra oportunidad para estimular un clima de paz interna.

Sin embargo, lo que ocurrió fue bastante diferente. No sólo se notó el faltazo de la mandataria, sino que Aníbal Fernández y Carlos Zannini tuvieron que encabezar la actividad en medio de una protesta de 800 obreros de Aluar, que se acercó a tan sólo 200 metros del acto para rechazar 60 cesantías.

El conflicto en la principal fábrica de la zona, que emplea a 1.200 trabajadores, es sólo uno de los varios que estalló en el sector siderúrgico en los últimos días y motivó la intervención del Gobierno para evitar "malas noticias" en plena campaña, ante un deterioro creciente del panorama laboral en la industria.
La caída de la demanda, combinada con reclamos salariales y el problema del Impuesto a las Ganancias, detonó despidos y retiros voluntarios en los gigantes del rubro, como Aluar, Acindar y Siderca, mientras que otras de menor tamaño como Paraná Metal evalúan frenar su producción.

Los paros y las medidas de ajuste encendieron una luz de alerta en las autoridades, en momentos que las principales figuras del Ejecutivo se encuentran en gira electoral por zonas del interior dependientes de esas industrias.

En el sur del país, la paritaria siderúrgica dio lugar a una huelga de 96 horas en Aluar, que paralizó totalmente la producción la semana pasada y se extendió a las rutas, desbordando tanto a la empresa como al gremio.

Los trabajadores tomaron esa medida luego de que fracasaran las negociaciones para mejorar el aumento salarial del 27,8% acordado por la UOM. Su intención es elevarlo hasta el 35%, para compensar los descuentos por Ganancias.

En cambio, los directivos de la empresa se mostraron sorprendidos por el reclamo, ya que supera incluso la oferta del 31% acercada por la propia gerencia.

"Se había despedido a 60 personas y ahora se está en negociación, pero la empresa entiende que fue generosa en ofrecer una suma bastante superior a la pauta de lo que negoció la UOM a nivel nacional", dijo a iProfesional una fuente de Aluar.

A raíz del conflicto, el Ministerio de Trabajo de la Nación decretó la conciliación obligatoria el miércoles pasado y la empresa reincorporó al personal despedido. Este martes será la primera audiencia en Buenos Aires.

La cartera laboral adoptó una actitud similar el martes pasado al renovar hasta el 19 de agosto la conciliación vencida en la planta de Acindar en Villa Constitución, donde a principios de julio fueron despedidos 12 operarios.

El recorte llevado adelante por la empresa del gigante indio Arcelor Mittal motivó un paro a mitad de mes que afectó la producción durante seis días.

La medida fue levantada luego de la intervención de Trabajo, pero la firma todavía se opone a reintegrar a la totalidad del personal cesanteado, en desacato a la decisión instrumentada por el ministerio.

En paralelo a las negociaciones, el martes pasado a la madrugada la acería santafesina sumó un nuevo siniestro en lo que va del año, al explotar un horno que provocó quemaduras leves en dos operarios y determinó el cierre temporario de la planta para definir las causas del accidente.

La situación confirmó el temor de la comisión interna, que semanas atrás había advertido sobre el peligro para la "seguridad laboral" que acarreaba el recorte de personal.

Al igual que otras siderúrgicas, Acindar comenzó a reducir costos laborales a partir de las dificultades para comercializar acero. Sus ventas se vieron afectadas por la suspensión de obras públicas y la creciente competencia china que inundó mercados clave para la producción nacional, como Brasil y la propia Argentina.

Ahora, la compañía con 2.400 operarios evalúa diminuir las tareas de sus contratados, que representan la mitad de su plantel, y derivar los trabajos del área de trafilados a empresas con salarios más bajos.

La otra medida que tendría en carpeta es intensificar la "multiplicidad de tareas" para garantizar la puesta en marcha de un tercer tren de laminación en el establecimiento, sin tomar nuevo personal.

Suspensiones y retiros
Otra fabricante de la zona también amenaza con empañar el escenario electoral. En las últimas semanas, Paraná Metal anunció que suspenderá a sus 140 operarios si en septiembre no recibe nuevos pedidos.

De cumplirse el diagnóstico la metalúrgica del empresario K Cristobal López realizará su cuarto cierre desde el 2007, cuando llegó a emplear a más de 1.000 trabajadores.

Más complicado es el escenario que atraviesa en Campana la planta de Siderca, controlada por Techint. Allí la contratista Comau definirá la suerte de unos 400 operarios que realizan tareas en la siderúrgica.

Al igual que otras proveedoras, la empresa del Grupo Fiat presta servicios de mantenimiento mecánico, eléctrico y limpieza industrial a la fabricante de tubos sin costura, cuyos productos son destinados principalmente a la industria petrolera.

Sin embargo, la caída del precios del crudo y el recorte de costos impulsado por Siderca llevó a Comau a deshacerse de la mitad de las 800 personas que empleaba en enero, por medio de retiros voluntarios.

El problema ahora es que la siderúrgica requirió un mayor ajuste a la contratista, pero el personal se opone a abandonar su puesto a cambio de indemnizaciones de hasta $200.000, ante un mercado laboral menos receptivo.

En la actualidad, la empresa de Paolo Rocca opera al 30% de su capacidad y prevé mantener hasta el 8 de octubre el plan de ajuste que inició en abril, con la suspensión de sus 3.000 operarios, la reducción de salarios y la apertura de retiros voluntarios.

"Desde un principio las contratadas son parte del plan de ajuste por la reducción de la actividad", confirmaron a este medio fuentes de la controlada por Techint.

Por otra parte, el operario y precandidato a intendente lista renovar y fortalecer del FIT, Guillermo Betancourt, informó que la fabricante despidió recientemente a 15 trabajadores que habían iniciado demandas a la ART y sancionó a otros 6 con 20 días de suspensión sin goce de sueldo por haber realizado un paro el 5 de enero en rechazo a un despido.

El sector siderúrgico es uno de los tantos afectados por la conflictividad laboral en julio, mes en el que se registraron los niveles más elevados de despidos y suspensiones del 2015.

Según la consultora Tendencias, los despidos sumaron 4.404 el mes pasado en toda la actividad económica, más que duplicando los de igual período del año pasado.

Las cesantías se concentraron principalmente en la actividad de la construcción y en la industria petrolera, y en menor medida se localizaron en la industria olivícola, del azúcar, textil, metalurgia y siderurgia, autopartes, salud y municipios.

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