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El ballotage y el después del 22N
Por FM La Caterva - Saturday, Nov. 21, 2015 at 10:11 PM

ACERCA DEL "FIN DE CICLO"

El ballotage y el de...
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A pocos días del último tramo de esta contienda electoral de fin de ciclo los contornos del escenario por venir no se dejan ver con claridad. Pero aun así toda la sociedad discute sobre el balotaje del próximo 22 de noviembre, acerca de si es lo mismo o no Macri que Scioli, qué expresa cada uno y en qué se diferencian. Nosotrxs creemos que en esta coyuntura delimitar nuestras intervenciones con exclusividad al ballotage no alcanza porque ello no permite explicar cómo llegamos a esta encerrona ni lo que ella significa. Tomarse en serio el fin de ciclo supone reconocer que esta realidad es un punto de llegada.

Macri y todo lo que él representa están hace rato entre nosotros. Esas fuerzas se fueron gestando desde hace tiempo en la Ciudad de Buenos Aires. El PRO fue el adversario que mejor calzó al kirchnerismo que, por acción u omisión, le fue dando aire. El macrismo crecía cuando el FpV firmaba y acompañaba todas las leyes propuestas por el PRO que eran regresivas para la Ciudad. El macrismo crecía en todos estos años en los que el kirchnerismo decidió no disputar seriamente la Ciudad.

No queremos decir que es todo lo mismo y mucho menos que aquello que moviliza a millones de personas es para nosotrxs igual a nada. No son lo mismo, más por el terror de lo que el macrismo habilita en la reconfiguración de las fuerzas de las derechas a escala nacional y regional que por la capacidad de Scioli y del PJ de constituir un proyecto político progresivo para los sectores populares. No son lo mismo, pero no vamos a replicar la política de fingir demencia en relación a las fuerzas conservadoras que el propio sciolismo representa, a las articulaciones tejidas todos estos años con las estructuras de poder más rancio, conservador y de derecha dentro del PJ de cada una de las provincias. Tampoco haremos la vista gorda del vaciamiento de la Provincia de Buenos Aires como gran saldo de su gestión. No son lo mismo pero tampoco Scioli es la garantía de lo más progresista del kirchnerismo, aquellos gestos que interpelaron a diversos sectores de las izquierdas, como fue bajar el cuadro de Videla, la confrontación con la burguesía agraria por la 125, la ampliación de derechos individuales a la comunidad LGBT o la AUH, entre otros.

Hay que decirlo de una vez: los sectores populares ya perdimos, el despliegue de las derechas es el acontecimiento del último lustro en la Argentina, la región y el mundo. Y perdimos todxs porque pierde el campo popular, porque amenazan clausurarse las fuerzas, los afectos y las formas que se desplegaron a partir del 2001. Pero también hay que decir que las responsabilidades son distintas para cada unx de nosotrxs. Cada cual deberá hacerse cargo de la parte que le toca en el devenir del escenario que hoy cae sin mesura sobre nuestros rostros. Nosotrxs pasamos la última década peleando bien fuerte contra el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires, contra el mismo Scioli en la Provincia de Buenos Aires, contra Capitanich en Chaco, Fellner en Jujuy, contra Closs en Misiones, contra Soria y Wereltineck en Rio Negro, Sapag en Neuquén, contra Insfrán, Urtubey, Berni. Nosotrxs ya venimos resistiendo y desde una mirada federal no resulta tan sencillo mostrar el progresismo kirchnerista que estaría disputándose en este ballotage. Eso también es una verdad que puede incomodar a algunos pero que sabemos todxs: el propio kirchnerismo ha construido su hegemonía sobre estructuras de poder locales y provinciales conservadoras y de derecha que hoy parecen encontrar en el humor social, la posibilidad de asfixiar el costado progresista de su propia fuerza política.


EL NO A MACRI DE TODOS ESTOS AÑOS

La carpa villera, sus 53 días de huelga de hambre y la convicción de que contra el enemigo neoliberal debíamos construir el mayor grado de unidad, fue uno de los momentos más altos de la lucha contra el macrismo en la Ciudad. Momento en que logramos, junto a un conjunto de organizaciones del campo popular, que Macri tuviera que decir, con cinismo, que lxs villeros que allí ayunábamos no éramos reopresentativxs. La victoria alcanzada por lxs villerxs organizadxs demostró que no es fácil pero que es posible doblegar al macrismo, pero para ello la resistencia en la calle jugará siempre un rol protagónico. La toma y posterior sanción de expropiación de la Escuela Recuperada “Carlos Fuentealba”, otra vez en unidad con diversos sectores, que hoy el macrismo ha frenado incumpliendo lo sancionado por la legislatura es otro ejemplo de la posibilidad real de torcer los destinos de un proyecto dinamizado por las elites capitalinas en beneficio de ellxs mismos. Hemos estado en cada lucha contra el macrismo, en la represión a lxs laburantes y la comunidad del Borda que terminó con heridos y procesadxs entre ellxs una compañera nuestra por estar registrando con su cámara fotográfica. Resistimos junto a lxs compañerxs de la sala Alberdi, junto a lxs compañerxs de los centros culturales clausurados. Somos parte de los miles que pelearon contra la inscripción on-line y en defensa de la educación pública y popular, hasta ocupamos pacíficamente la Catedral Metropolitana para denunciar el vaciamiento de la educación pública y el traspaso de fondos hacia la educación privada. Seguimos dando duras batallas junto a otrxs compañerxs por la urbanización de las villas y barrios populares. Somos y seremos un palo en la rueda del proyecto neoliberal en la ciudad.


Resistencia y unidad: La construcción de una agenda popular


Para el campo popular y las izquierdas hoy vuelve a ser urgente hacernos las preguntas e interrogantes de la etapa por venir. Tenemos la profunda convicción de que es tan posible como necesario construir resistencias eficaces para construir un proyecto político que transforme el país desde sus cimientos. Eso nos obliga a poner la mira más allá del 22 y darnos cuenta que, si bien no son lo mismo, ambos candidatos adoptaran medidas regresivas para los sectores populares de cara a un escenario económico complicado en donde ninguno de los dos plantea tocar los intereses de lxs de arriba sino que apuntan bastante más abajo. Esto, combinado con el giro conservador en torno a la “(in)seguridad” en el que cada vez más policías con escasa formación patrullan calles y barrios del país que son un hervidero lleno de promesas incumplidas y violencia de la trata y la narcopolítica. Esta coctelera de ajuste en puerta, como shock de cambio o en cuotas para la victoria, más un fortalecimiento marcado de la capacidad de fuego del estado son dos elementos indispensables a tener en cuenta para lo que viene.


¿De qué manera nos encuentra este nuevo ciclo de resistencia? Las organizaciones del campo popular que hemos permanecido en pie a lo largo de estos años hemos acumulado fuerza y experiencia, combinadas con nuevos desarrollos políticos y en muchos casos crecimiento de las organizaciones a nivel nacional. Es decir que cuando decimos resistencia no estamos planteando “desensillar hasta que aclare” sino estamos aceptando una correlación de fuerzas desfavorable, pero nunca definitiva, en la medida en que el pueblo recupere protagonismo en la calle con su propia agenda política. La agenda popular vuelve a estar en disputa y las posibilidades de que esta se desarrolle en un escenario de ajuste económico y “giro conservador” dependerán de la capacidad de lucha y de articular nuevos consensos así como de la capacidad del pueblo, no sólo de impugnar, sino de proponer las salidas.

La unidad y el reagrupamiento político son claves de cara a lo que viene. Con generosidad y osadía amasaremos la unidad y con el debate masivo de lxs que luchamos nos armaremos de propuestas para que el pueblo mande. Es cara a cara entre quienes luchamos que debemos encontrarnos para articular la rebeldía, la resistencia, la lucha y las propuestas de una sociedad sin explotación ni opresión de ningún tipo. No es el esclarecimiento de tal o cual lo que necesitamos, sino la potencia del encuentro de lxs de abajo con lxs de abajo para destronar a lxs de arriba. Trabajaremos para que, gane quien gane, sin especulación de ningún tipo, como pueblo recibamos al nuevo gobierno con la agenda de los sectores en lucha, de lxs laburantes, lxs campesinos, el movimiento indígena, el movimiento de mujeres, lxs estudiantes, lxs niños y lxs jóvenes, lxs villerxs, lxs que luchamos por tierra y vivienda. Esa idea de encuentro, de gran congreso de los pueblos que ha empezado a recorrer el país en busca de otros nosotrxs con lxs que comenzar a construir el escenario de las resistencias por venir.


La tarea que nos espera es inmensa, y no menos urgente, más aún viendo a dónde nos llevó “la aceptación de lo posible”, pero como dijera alguna vez el comandante Hugo Chávez -sea cual sea el resultado del domingo- “acá no se rinde nadie”. 

Seguiremos luchando para que el pueblo mande.

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MP La Dignidad

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