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El libro perdido de Guamán que Posnansky editó en 1944
Por Gonzalo Díaz Díaz de Oropeza / Página Siete - Tuesday, Nov. 24, 2015 at 11:04 PM

LA PRIMERA VERSIÓN TRANSCRITA DE LA OBRA SE PUBLICÓ EN BOLIVIA

Se trata de uno de los documentos más valiosos de la sociedad indígena andina colonial. El autor la concluyó cuando tenía 87 años de edad.

El libro perdido de ...
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El libro Nueva Coronica y Buen Gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala, publicado en 1944 por Arthur Posnansky, remite de forma inmediata a quien lo hojea a épocas lejanas.

Ésta es la primera versión transcrita en el mundo. "Esa edición de Posnansky fue la primera edición completa y transcrita de la obra”, explica la historiadora Ximena Medinacelli. La obra es "uno de los documentos más importantes de la sociedad indígena andina colonial”, agrega.

El texto -que pasó de Perú a España y terminó en Dinamarca- estuvo perdido por casi tres siglos. Fue encontrado en la Biblioteca de la Universidad de Copenhague. "La obra hizo todo un viaje, de un lugar del mundo a otro, hasta terminar en esa universidad”, expresa Medinacelli.

Posnansky supo de la obra por medio del descubridor, Richard Pitschman, cuando ambos coincidieron en un congreso de americanistas, celebrado en Londres en 1912. El hallazgo data de 1908, pero el escrito recién se conoció en 1936, cuando el etnólogo y lingüista francés Paul Rivet publicó en París una versión facsimilar.

Encontrar esa publicación aquellos años era muy difícil, sostuvo en su momento Posnansky. Quizás, esa fue una de las razones para publicarla en Bolivia. El arqueólogo austríaco no sólo explicó que posiblemente fue escrita entre 1583 y 1613, sino también que el autor la concluyó cuando tenía 87 años de edad.

La obra, que tiene dos partes, es una extensa carta de más de 1.000 páginas, que contiene al menos 300 dibujos característicos, que Guamán Poma de Ayala dirigió al Rey Felipe III. En la primera parte, el autor contó la historia indígena, pero enmarcada en la cosmovisión católica de los conquistadores. Era un ferviente devoto.

"Es una visión de la sociedad indígena, es su propia historia, insertada en la nueva situación colonial”, explica Medinacelli. "(Los indígenas) estaban reelaborando su visión de la historia y de su lugar en el mundo a partir de la situación colonial”, complementa.

En la segunda parte, Guamán Poma detalló los errores y abusos del gobierno colonial. John Murra, en su edición de los 80, sostuvo que en ésta el cronista efectuó una propuesta de cómo debía ser el gobierno colonial con la participación de los indígenas.

En 1996 surgió una controversia cuando la investigadora italiana Laura Laurencich aseguró que la crónica fue escrita por un jesuita de nombre Blas Valera y que Guamán Poma de Ayala era una especie de "palo blanco” que sólo dio su nombre. "Creo que eso ya fue superado”, explica Medinacelli al afirmar que aquel episodio no disminuyó la importancia de la obra en absoluto.

Son múltiples las investigaciones que se llevaron adelante sobre el escrito y sus imágenes. "Una lectura de las imágenes es muy importante; es más, la crónica ha sido pensada en imágenes y después recién se hizo el texto”, asegura la investigadora.

Eso fue lo que demostró la experta estadounidense Rolena Adorno. "Ella ha logrado mostrar eso (...) porque venía de una sociedad que no tenía escritura, que se expresaba sobre todo en imágenes”.

La Biblioteca Central de la Universidad Mayor de San Andrés conserva un ejemplar de la valiosa edición de Posnansky. Para acceder a ella se debe insistir, dado que los bibliotecarios ofrecen una versión más reciente. No obstante, el libro está forrado, por lo que no se puede apreciar su portada. Esto es comprensible, pese a la decepción que puede generar en un investigador, dado que ese recaudo ayuda a mantener una edición emblemática y muy rara de la obra.

Historiadores lanzaron una nueva versión

Si bien la obra editada por Arthur Posnansky fue la primera publicada en Bolivia, no es la única. A principios de este año, los historiadores Meliza Daniela Ayaviri Arias y Luis Alberto Vera Delgadillo, publicaron una versión de la obra de Guamán Poma de Ayala.

Realizaron esta edición amparados en el Convenio de Berna. "Este convenio dice que los países en vías de desarrollo tienen derecho a publicar o reeditar obras, no importando si sus derechos de sus autores no han fenecido”. "En el caso de Guamán Poma ya estaban fenecidos”, aseguró Vera.
La versión fue presentada oficialmente en el Museo de Etnografía y Folklore (Musef), también en el Congreso de Estudios Bolivianos realizado en Sucre en julio.

Esta publicación se realizó en dos tomos; la misma se caracteriza porque se incluyeron los 1.198 folios de la obra, además porque no se realizó ningún retoque de las imágenes, señaló el editor.

Según el estudioso, incluso se conservaron las manchas, que son un testimonio del tipo de papel y tinta que se usaba en la época.
Para adquirir esta nueva versión se puede contactar a los editores vía Facebook.

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