Julio López
está desaparecido
hace 6422 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

La militancia ante el inicio de una nueva etapa
Por Patria Grande - Wednesday, Dec. 02, 2015 at 11:41 AM

Dentro de las tareas que se avecinan en los tiempos que caracterizamos como más difíciles para el campo popular, incluimos la de prepararnos como militantes agudizando nuestras potencialidades y reconociendo aquellos aspectos que debamos cambiar. Una nota para la reflexión desde el punto de vista de las condiciones históricas y el rol de los cuadros de las organizaciones de izquierda en la dinámica de la lucha de clases.

La militancia ante e...
103__.jpg, image/jpeg, 640x427

Gran parte de la militancia juvenil que nos hemos sumado a las filas de las organizaciones populares en la última década -por el fragmento de historia que nos ha tocado vivir- sabemos de los tiempos difíciles, de la hostilidad social y del viento en contra, más por relatos previos que por haberlos vivido en primera persona.

Esto no significa que estos años en los que nos hemos formado como militantes hayan sido sencillos, de hecho nos han planteado otros tipos de complejidades, pero sin duda no las de un clima político mucho más adverso para nuestras ideas, en nombre de una revolución socialista en la Argentina.

Por eso somos conscientes del desafío como militantes del campo popular en estos momentos de inflexión política: no tenemos biblias rojas que nos dirán que hacer, pero sí la brújula en la materialidad de la historia, la unidad ideológica, la inserción popular y la formación constante como primeras herramientas.

El inicio de una nueva etapa

La nueva etapa supone la culminación, el fin de un ciclo político abierto en las movilizaciones populares propias de la crisis de 2001 y la posterior recomposición institucional de la mano del kirchnerismo, impulsando un rol activo del Estado en las distintas políticas sociales y económicas, ampliando derechos e instalando una disputa simbólica desde la mística nacional y popular.

Hoy, la coyuntura abierta en el balotaje confirma el giro a la derecha que veníamos anticipando y desde PATRIA GRANDE, lejos de caer en el derrotismo, planteamos la necesidad de ubicarnos como organización popular en el lugar que nos deje en mejores condiciones como pueblo para enfrentar lo que se viene, gane quien gane la presidencia. Para esto hay que prepararnos como militantes y nuestra tarea en gran parte está cifrada en aportar a construir una correlación de fuerzas más favorable al pueblo trabajador, sabiendo que los años que pasamos de “viento a favor” establecieron pisos de derechos, conciencias más amplias y una mayor politización de los distintos estratos sociales y particularmente de la juventud.

A finales de los años 90 y comienzos de siglo, las capacidades de invención y creatividad populares generaron nuevas formas organizativas como las asambleas autoconvocadas que funcionaron como dispositivos de discusión y toma de decisiones frente a la deslegitimación de las formas tradicionales que representaban las estructuras partidarias. En la actualidad los desafíos son otros y también tendremos que analizar y generar ajustes en nuestra política para adecuarla efectivamente a las condiciones que vengan.

Desde una mirada histórica, creemos que no corresponde una visión exageradamente catastrófica del futuro inmediato, parados desde escenas temidas como “la vuelta a los noventa”; pero al mismo tiempo -y con el mismo énfasis- tampoco podemos caer en la subestimación del contexto difícil que se avecina. Los y las militantes tenemos el valioso quehacer de incorporar este entramado de época y aprender a movernos en él, acumulando fuerzas y creciendo políticamente.

En este sentido nuestro proyecto político se construye con una estrategia de poder, vocación de mayorías y alumbrado desde el presente que se vive, transitando las contradicciones de la realidad, buscando a cada paso acumular fuerzas con un ojo puesto en los desafíos a mediano plazo.

Claves militantes

Dentro de la historia hay muchas experiencias y tal vez poco registro de esta dimensión “mas interna” pero fundamental de la columna vertebral de las organizaciones políticas: sus cuadros.

Las “matrices militantes” de las organizaciones de izquierda portan un tipo de subjetividad que se produce al calor de hitos históricos, representaciones de lo que es la lucha, referencias, ideologías dominantes, entre otros elementos. Nuestra matriz como izquierda popular contiene algunos elementos claves, elementos que están presentes y es necesario potenciar y desarrollar con mas fuerza para formar cuadros con capacidad de invención, formación política y posibilidad de incorporarse satisfactoriamente al ciclo abierto de la lucha de clases en la Argentina.

En este sentido retomamos a Gramsci cuando hace referencia a la intuición política como aquella capacidad para “conectar con rapidez hechos aparentemente ajenos unos a otros y concebir los medios adecuados al fin para descubrir los intereses (de clase) que están en juego y para suscitar las pasiones de los hombres y enderezarlas a una acción determinada.” Para esto es imprescindible estar en contacto con el pueblo. Los sandinistas también lo decían bien: “el trabajo del cuadro militante es el de acompañar al pueblo en la interpretación de sus problemas, en el conocimiento del origen, de los hechos históricos que permitan revelar la raíz de la explotación, para llevar al compromiso de la acción y transformar la realidad.”

En un contexto de mayor adversidad en la lucha política, de retroceso evidente para el campo popular, las preguntas son necesarias así como la capacidad de autocrítica, construyendo una ética que sepa distinguir las múltiples opresiones que nos atraviesan, nos operan e inevitablemente influyen. La militancia es el encuadre de nuestras vidas en un proyecto político feminista, latinoamericano, socialista; y esto no solo implica prácticas prefigurativas si no el compromiso permanente de identificar las contradicciones y no creer en la “pureza” o el deber ser militante.

Nuestra subjetividad como militantes de izquierda popular se construye con la mística de estar militando con alegría, no desde el odio y el enojo permanentes a todo lo que es derecha o todo lo que no es como queremos que sea. Sintiendo en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera. Militando con el corazón para cambiar todo lo que deba ser cambiado.

Por Diana Broggi

agrega un comentario