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La CIA y el MI5 arman la Cancilleria de Macri
Por Agencia Periodística de Buenos Aires - Friday, Dec. 25, 2015 at 7:07 PM

24 de Noviembre de 2015 | La canciller será Susana Malcorra, ingeniera que pasó por IBM y Telecom. Elegida por Macri a pedido de Rogelio Pfirter, veterano diplomático argentino desde hace mucho patrocinado por Washington y Londres y sus organismos de inteligencia (CIA y MI5 respectivamente) para ocupar cargos en la ONU al frente de asuntos sobre armas químicas, energía nuclear y contra Siria.

Martes, 24 de Noviembre de 2015

Susana Malcorra es rosarina y se desempeña como Jefa de Gabinete del Secretario General de Nación Unidas, Ban Ki-moon. Trabajó en IBM y Telecom, donde se desempeñó hasta llegar a ser la CEO de la compañía. Mauricio Macri la confirmó al frente de la Cancillería a través de su cuenta de Facebook.

"Estoy muy contento y orgulloso de anunciar que Susana Malcorra será la Canciller de mi gobierno. En la actualidad Susana es la Jefa de Gabinete del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Se trata de una persona de amplísimo conocimiento que comprende en detalle la agenda internacional que hoy mueve al mundo", dijo el presidente electo de la derechista Alianza Cambiemos.

Y agregó que "en las Naciones Unidas, antes de su actual posición, se desempeñó como Secretaria General Adjunta del Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno, donde brindaba ayuda logística a las misiones de paz desplegadas en los distintos puntos del planeta". Una función por siempre influenciada por la CIA y el MI5, conforme se sabe el mundo de la burocracia onuciana.

Fue nombrada en marzo de 2008 por Ban Ki-moon y es la argentina que ocupa el puesto más alto en Naciones Unidas. Malcorra fue elegida por Ban Ki-moon tras su experiencia en la FAO donde desarrolló un intenso programa de seguridad alimentaria y ayudó a mejorar los gastos presupuestarios del organismo.

En la FAO fue Directora de Operaciones y estuvo a cargo de emergencias, con operaciones humanitarias en más de 80 países. Durante la emergencia del tsunami en diciembre de 2004, dirigió la primera fase de la respuesta operativa y pasó revista a los recursos humanos, presupuesto, finanzas, información, tecnología, telecomunicaciones, administración y seguridad para hacer frente a tamaña catástrofe.

Amiga de la ex senadora María Eugenia Estenssoro, juntas impulsaron en la Argentina al International Women Forum, un nucleamiento de mujeres líderes patrocinado por el Departamento de Estado de EE.UU. y financiado por un selecto grupo de corporaciones transnacionales. Y cuyo capítulo local preside hoy la periodista de Clarín, Silvia Fesquet.

En abril de 2009, Página 12 publicaba el artículo “El candidato de las relaciones carnales”: la dirección del Organismo de Energía Atómica de la ONU está vacante y referentes diplomáticos de los ’90 pretenden que se designe a Rogelio Pfirter. Para el Gobierno, su pensamiento va en contra de la actual política exterior. Autocandidateado y con el guiño del Reino Unido, el ex embajador en Londres durante el menemismo, Rogelio Pfirter, aspira a convertirse en el nuevo director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la organización más importante del mundo en materia nuclear. Varios de sus amigos diplomáticos durante los carnales ‘90 vienen haciendo lobby para que Pfirter consiga el apoyo oficial de la Cancillería argentina, pero nada parece más lejano. No sólo porque ese cargo no figura entre los objetivos del Gobierno –y consideran que asumirlo cerraría las puertas para obtener otros que sí lo son–, sino porque entienden que el pensamiento de Pfirter en la materia va en muchos aspectos a contramano de la actual política exterior, lo que podría acarrearle al país consecuencias no deseadas. El OIEA depende de las Naciones Unidas, cuenta con 144 países miembros y tiene entre sus objetivos asegurar que la energía atómica se utilice para fines pacíficos y no militares. Hoy vence el plazo para la oficialización de los candidatos para reemplazar al egipcio Mohamed el Baradei, que lleva tres mandatos al frente del organismo y se despide habiendo obtenido el Premio Nobel de la Paz, en 2005. Actual director de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, Pfirter comenzó a mover sus fichas para quedarse con el cargo. Su problema fue que nunca consiguió el aval del gobierno argentino para una postulación oficial. Ahora que su oportunidad está por expirar, sus amigos comenzaron a ejercer presión de manera más desembozada de lo que lo venían haciendo. El viernes, Andrés Cisneros, ex vicecanciller de Guido Di Tella, publicó en Clarín una columna en la que acusaba al país de padecer un “peligroso aislamiento”, por lo que no podía dejar pasar la oportunidad de respaldar a Pfirter. Di Tella, Cisneros y Pfirter fueron los ideólogos de la política exterior menemista, la de las relaciones carnales con Estados Unidos y la seducción de los ositos Winnie Pooh con Gran Bretaña, bien diferente de los aires que hoy circulan por el Palacio San Martín. Los diplomáticos K, además, consideran a Pfirter como el principal responsable de desmantelar el Plan Cóndor y, junto a él, no sólo ponerle punto final al proyecto del misil, sino a todo el desarrollo tecnológico y nuclear para uso pacífico que rodeaba esa iniciativa clausurada por Carlos Menem.

Para esa misma época, La Nación publicaba: el gobierno de Cristina Kirchner dejará pasar hoy la oportunidad "servida en bandeja" para que un embajador argentino, el experto en energía nuclear Rogelio Pfirter, dirija el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), un ente que forma parte del sistema de la ONU, de importancia decisiva en las relaciones de poder mundial. La Cancillería, no obstante, está informada de que Pfirter recibió el estímulo de varios países que lo respaldarían para ganar la votación y convertirse en el nuevo director general del OIEA. ¿Por qué no tendrá apoyo oficial? El Gobierno asegura que Pfirter es impulsado por países desarrollados como Estados Unidos, adversos a la política nuclear de Irán, y que ello agravaría la tensión con Teherán tras los atentados contra la AMIA -fueron involucrados ex funcionarios iraníes- y la embajada de Israel en la Argentina. El OIEA, entre otras funciones, emite informes técnicos que sirven luego al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para sancionar a países que, como Irán, no cumplen el Tratado de No Proliferación Nuclear. "Es un lugar muy sensible", dijeron a LA NACION en el Gobierno.Sin embargo, el OIEA no impone las sanciones, lo cual queda a cargo de la ONU. Por ende, no tiene competencias políticas, sino técnicas. Además de no involucrarse en un eventual conflicto bélico entre los EE.UU. e Irán, la Casa Rosada quiere reservar energías para pelear la dirección de la FAO para un argentino, en octubre próximo. Este organismo regula la producción agropecuaria y el comercio de alimentos a nivel mundial. "Esto sí está en el interés nacional", dicen cerca del canciller Jorge Taiana. En la actualidad, Pfirter es director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya. Fue negociador en jefe de acuerdos nucleares entre la Argentina y Brasil y otros convenios de no proliferación nuclear como el Tratado de Tlatelolco. El OIEA es un organismo multilateral independiente del sistema de las Naciones Unidas (ONU); sirve para la cooperación internacional en el campo nuclear; ayuda a planificar y utilizar la energía nuclear, y realiza inspecciones para que los Estados cumplan los tratados.

Y hace algo más de dos años, en 2013, Perfil aportaba lo propio: Cristina vetó a un argentino para investigar armas químicas en Siria. Rogelio Pfirter es uno de los hombres que más saben de armas químicas en todo el mundo. El diplomático argentino, de 65 años, dirigió hasta 2010 la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), encargada de eliminar esos arsenales y evitar su proliferación. Teniendo en cuenta ese antecedente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo propuso en marzo para encabezar la misión de inspectores de armas químicas, que ayer concluyó su trabajo en Siria y que definirá si Bashar Al Assad o los rebeldes gasearon a la población civil. Pero, sorprendentemente, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner vetó la postulación del funcionario argentino. Según pudo averiguar Perfil, ese veto llegó por la vinculación de Pfirter con la gestión del ex canciller menemista Guido Di Tella. “Ban Ki-moon pensó en él por dos motivos. Primero, porque es un profesional de enorme calidad. Y segundo, porque había dejado hace poco su cargo como director general de la OPAQ y estaba disponible”, afirmó a este diario Roberto García Moritán, ex vicecanciller de Néstor Kirchner. “El gobierno argentino le hizo saber a Ban Ki-moon que no apoyaba a Pfirter. Según la Secretaría General de la ONU, esta opinión fue dada por escrito y habría constancias”, confió otro ex vicecanciller. En tanto, una tercera fuente del Palacio San Martín también confirmó que la gestión kirchnerista logró frustrar el envío de Pfirter a Siria. Pfirter prefirió no expresarse sobre el veto del Gobierno a su candidatura. Este diario también se contactó con autoridades de la Cancillería, que no respondieron ni ofrecieron explicaciones sobre la nominación del diplomático. El veto, que llegó cuando Argentina integraba el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no sorprende, ya que el Gobierno también bloqueó en 2009 la candidatura de Pfirter para dirigir el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Por ese entonces, era respaldado por los Estados Unidos y varios países desarrollados, pero el Ejecutivo no lo apoyó porque su pensamiento era contrario a la política exterior kirchnerista. A pesar de no estar en la OPAQ, para Pfirter no hay dudas, en base a las filmaciones y fotografías difundidas, que se utilizaron armas químicas en Siria el 21 de agosto. “Los expertos internacionales consideran que hay claras indicaciones de que se habría usado gas sarín”, aseguró a este diario. Siria no es parte de la Convención para la Prohibición de Armas Químicas. Sin embargo, Damasco sí ratificó el Protocolo de Ginebra de 1925, que prohíbe el uso de esas armas. “Mientras fui director de la OPAQ, intenté por todos los medios que Siria adhiriera al tratado, declarara lo que tenía y se comprometiera a destruir su arsenal bajo verificación internacional. Pero no tuve éxito porque Siria esgrimió que las armas químicas eran necesarias en el contexto del conflicto de Medio Oriente. Ellos decían que no iban a firmar la Convención hasta que Israel no destruyera todas sus armas nucleares”, confió Pfirter. Tras la elección fallida del especialista argentino, el secretario general de Naciones Unidas designó al sueco Ake Sellstrom para investigar las denuncias sobre un supuesto ataque con armas químicas en marzo en Aleppo. Sellstrom llegó el 18 de agosto a Damasco. Tres días después, tuvo lugar el supuesto ataque con armas químicas, que según los Estados Unidos fue ordenado por Al Assad y dejó 1.429 muertos. “No deja de ser extraño que, estando el equipo de inspectores en Siria, haya ocurrido el ataque en los suburbios de Damasco, aparentemente con una gran cantidad de víctimas”, consideró Pfirter. Según el argentino, Al Assad tiene el mayor arsenal no declarado de armas químicas del mundo. “Si se comprobara que se usaron esas armas, el Consejo de Seguridad tendría que actuar con la mayor rigurosidad para establecer la responsabilidad del ataque. Resulta inaceptable que se sigan utilizando, cuando hay un consenso en su contra y las víctimas son civiles”, completó el diplomático.

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