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Hacia un Parlamento Indígena de Todos los Pueblos
Por Calchaqui - Saturday, Dec. 26, 2015 at 10:40 AM

Estimado Nilo Cayuqueo he leído atentamente tu artículo. De el, he anotado algunos puntos que nos debieran servir para comenzar con el debate por la recomposición del Movimiento Indígena en la Argentina (lo denomino de esta manera a los fines de definir un marco de representación que nos permita pensarlo).

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Los ejes registrados de tu articulo con:

- Después de 12 años de gobiernos Kichnerista, el movimiento Indígena en argentina quedo desmembrado y dividido.

¿Hasta qué punto es cierta esta aseveración?

Sin lugar a dudas el desarrollo de las políticas públicas dirigidas a los sectores excluidos durante la década K fueron rotundos llegando a desarrollar una serie de programas de los cuales, si no eran beneficiarias las Comunidades de los Pueblos Indígenas en pleno, si sirvió para la burocratización de sus representantes y las elites internas quienes usaron estas prebendas del estado para solucionar de manera mezquina sus situaciones personales.

Entre las políticas públicas podemos señalar:

el Relevamiento Territorial Indígena,
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,
el Proyecto Acceso a la Justicia,
los programas de becas a estudiantes de nivel secundario y terciario,
el reconocimiento de la interculturalidad en la ley de educación nacional y su gradual implementación en aquellas provincias en donde las organizaciones indígenas están más consolidadas.

De acuerdo a tu sentencia se nos presenta la paradoja que el Movimiento Indígena quedó desmembrado durante un periodo en el que los recursos desde el estado fueron superiores a las gestiones anteriores. Es de destacar que no se cuentan con datos de desembolsos ni se conoce registro del presupuesto del estado argentino para la política pública indígena en estos últimos treinta años, pero bien podemos coincidir en que la gestión kirchnerista hizo un aporte mayor que los gobiernos de De La Rua, Menem, Alfonsín a las organizaciones indígenas.

¿Cómo se explica esta paradoja?

Por una parte debemos tener en cuenta que todos los estados latinoamericanos se constituyeron por las elites criollas durante el Siglo 19 en función de sus propios intereses, su propia cosmovisión, tradición o relatos. Todos estos aspectos chocaban frontalmente con la emancipación o el reconocimiento de la existencia y situación de exclusión que vivían nuestros pueblos, nuestros abuelos.

En la actualidad salvo dos estados; el ecuatoriano, en franco retroceso y desenmascaramiento del real carácter colonizador de la actual gestión la cual se inicio con un discurso reivindicativo de la diversidad y el respeto a las culturas americanas; y el boliviano iniciaron, en su momento, el camino de la descolonización el cual aun alberga esperanzas en el segundo caso, puesto que el primero resulto fraudulento. Respecto de Bolivia, por lo que se ve a través de los medios y las redes sociales se encuentra en una encrucijada: avanzar de acuerdo a la consigna que el propio Presidente Evo Morales Ayma expresara hace un par de años atrás Pachamama vs Capitalismo o convertirse en una democracia representativa burguesa que dirima y consensue los intereses de la pequeña e incipiente burguesía indígena resultado de la experiencia del MAS, es decir una democracia burguesa con diversidad cultural.

La República Argentina en materia de descolonización del estado se encuentra más cerca de la experiencia ecuatoriana que de la boliviana. En ese sentido para la gestión estatal pasada, como a todo gobierno progresista, le era necesario mostrarse respetuosa de la diversidad en todas sus formas, sin que ello significara que iniciara el proceso de emancipación y de descolonización insoslayable para que esto fuera real e históricamente cierto, antes bien fue un enmascaramiento que distrajo a muchos ciudadanos bien intencionados (entre los que debemos contar a muchos de nuestros propios hermanos que desde el voluntarismo y la esperanza se sumaron al proyecto nacional) los cuales no lograron descubrir el compromiso del gobierno con las multinacionales extractivas. Esta postura mantenida en torno a la explotación de los recursos naturales, es decir al ataque liso y llano de la Pachamama, se puso en evidencia en el 2010 cuando la entonces Presidenta, (honesta y consecuente al considerarse partidaria del desarrollo de un “Capitalismo serio”), le respondió a la numerosa delegación indígena el 20 de mayo de ese año que los recursos naturales eran un cuestión de estado y que si era necesario “relocalizar” a las poblaciones para aprovechar esos recursos su gestión lo haría. Esta respuesta produjo la ruptura hacia dentro de una fracción del movimiento indígena que marcho a Bs As en demanda de un estado pluricultural. A mi juicio hay que retomar el debate de ese momento histórico de nuestros pueblos para una posible tarea de recomposición del Movimiento Indígena Argentino, entre muchas otras tareas a definir a propósito de tu observación respecto que “es necesario hacer reuniones para establecer diálogos de consensos con los más de 30 pueblos que viven en argentina y ponerse de acuerdo para poder hacer propuestas para hacerle saber al gobierno y a la sociedad toda”. Sobre todo es necesario marcar el rumbo con nuestros propios pueblos mirando su experiencia histórica lo cual es necesario de manera excluyente puesto que ya pasaron más de 40 años de los parlamentos indígenas, mas de 30 de esta nueva etapa democrática. Es necesario un trabajo de base, de democratización y participación en nuestras propias comunidades y organizaciones.

Bien podemos decir, en síntesis que, sin quererlo o sin saberlo o sin preocuparnos por indagarlo les servimos a la globalización extractivista dotando a los proyectos políticos hegemónicos de un barniz de diversidad; allí radica la paradoja.

Por lo que vemos no es solo una estrategia de las gestiones progresistas sino que lo acaba de manifestar el actual gobierno conservador argentino mediante el oportunismo demostrado al recibir a QOPIWINI, es decir ellos también necesitan dotar del barniz republicano diverso a su gestión, claro que en este caso el barniz durará mucho menos puesto que el carácter extractivo y colonizador de la gestión del Ing. Macri más acentuado que el anterior ya se pone en evidencia cuando vemos las represiones hacia los trabajadores (sus propios funcionarios dijeron que no permitirán en el país ningún corte total de ruta), la complacencia con la oligarquía argentina (la misma que usurpa nuestros territorios) al haberle quitado las retenciones con las que se contenía a la argentina mas excluida, favoreciéndolas además con la devaluación del peso. Otro tanto se pone en evidencia con la composición de su gabinete, uno de cuyos ministros fue gerente de la petrolera Shell, otro que viene de la gestión anterior con fuerte vinculaciones con Monsanto. Por ello ante tu pregunta “Comienza a cambiar la historia, para bien, o quién sabe” debemos alertar que esta gestión será aun más cruda que la anterior y habrá que prever que “la opresión por parte de los gobiernos provinciales” seguirá siendo brutal. Coincido con vos que en que “Parece que no se tiene mucha conciencia que se está frente a un gobierno comprometido con las multinacionales y que ha afirmado que va a profundizar aun más la explotación de los llamados recursos naturales. Sabemos que gran parte de esos recursos están en nuestros territorios.” Sin dudarlo, estamos en esa instancia en gran medida por la falta de autocrítica, falta de ejercicio de la pluralidad por parte del grueso de la dirigencia indígena argentina la cual no asume la historia de su pueblo ni mucho menos intenta explicar las diversas contradicciones que albergan tanto discursos como acciones de muchas organizaciones y sus dirigentes. Esa es la consecuencia de la despolitización y el interés en continuar con las prebendas del estado .

Todo ello es necesario para luego dar el segundo paso que ya fuera esbozado la marcha del 2010 y que lo expresas en tu artículo: la alianza con los sectores y principalmente los explotados también es un imperativo para poder avanzar en un proceso que antes de refundación del estado debe ser de descolonización con una postura anticapitalista premisa fundamental para garantizar sustentabilidad y vida a la Pachamama o sea a nosotros, las plantas, los animales...

A la espera de una respuesta que mas que debatir virtualmente nos obligue a la tarea de esbozar esa gran convocatoria te saludo cordialmente.

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