En defensa de la LSCA y por la liberación de Milagro Sala
Por ACINA - Monday, Jan. 25, 2016 at 7:57 PM

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Comunicado en defensa de la LSCA y por la liberación de Milagro Sala

La Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino – ACINA, sus dirigentes, dirigentas y las cerca de 60 organizaciones que la integran en la provincias de Catamarca, Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y norte de Santa Fe; manifestamos nuestra preocupación por algunas de las acciones impulsadas por el Gobierno Nacional que consideramos ponen en riesgo el derecho a la comunicación y la libre expresión de las organizaciones populares, en particular el de las comunidades campesinas e indígenas de las que somos parte.

En primer lugar, rechazamos el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que modifica de forma autoritaria e inconsulta la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, pasando a llevar una norma que fue fruto de un amplio debate ciudadano, aprobada por el Congreso y ratificada por el Poder Judicial. Los argumentos dados para justificar la intervención del AFSCA y AFTIC, cuestionan su capacidad para dinamizar el "mercado de las comunicaciones", pero nada dicen acerca de su rol en garantizar el Derecho a la Comunicación, que es para nosotros el cambio fundamental que introdujo esta ley y el pilar que estaba guiando su aplicación.

Gracias a la LSCAV, las comunidades campesinas e indígenas del interior del país vimos, por primera vez, avanzar políticas concretas de apoyo a medios audiovisuales propios, que fueron acompañados con capacitación, equipamiento técnico y financiamiento. Las innumerables experiencias que comenzaron a florecer al calor de estas políticas públicas son herramientas concretas que el Estado comenzó a poner en nuestras manos para el ejercicio de nuestro Derecho a la Comunicación, permitiendo que se hicieran visibles nuestras realidades y nuestra palabra, facilitándonos herramientas necesarias para participar del debate de lo público en cada uno de nuestros pueblos y parajes, y también a nivel nacional.

La decisión de las nuevas autoridades nacionales de volver a poner a la Comunicación en la órbita del mercado y a los medios audiovisuales como un bien de consumo, implica para nosotros un enorme retroceso en este derecho conquistado, pues la “rentabilidad y competitividad” no son medidas con las cuales se pueda dar cuenta del enorme aporte que nuestros medios de comunicación campesinos e indígenas significan para tantas comunidades rurales y aisladas de nuestra Argentina.

Considerando los riesgos que estos cambios implican para el ejercicio efectivo de nuestro Derecho a la Comunicación y la forma autoritaria en que fueron llevadas adelante estas modificaciones, es que la Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino - ACINA, adhiere a la solicitud de audiencia presentada por la Defensoría del Público ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y nos sumamos al pedido de una intervención urgente del Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH.

En segundo término, nos sumamos a las voces que reclaman la pronta liberación de la compañera dirigenta y parlamentaria de PARLASUR, Milagro Salas, detenida por ejercer su legítimo derecho a protesta, y rechazamos las amenazas que el gobierno de Jujuy ha realizado a su organización Tupac Amaru, de quitar beneficios sociales si no se depone la movilización. No se pueden dejar pasar acciones de ningún Gobierno que criminalicen la protesta de las organizaciones populares y que pretendan atemorizar a nuestra gente y silenciar nuestros reclamos. Nos solidarizamos con los compañeros y compañeras de la Tupac Amaru en este difícil momento y aplaudimos la enorme obra que han sabido llevar adelante gracias a la organización, que no puede ser borrada por estas acciones ilegítimas de fuerza.

Durante muchos años las comunidades campesinas e indígenas fueron condenadas al silencio, a que otros hablaran por nosotros y a ser invisibles para el resto de la sociedad. Por ello rechazamos cualquier intento de volver atrás en las políticas que venían poco a poco reparando esta injusticia histórica.

Sin el Derecho a la Palabra y a la Libre Expresión de las Ideas no habrá verdadera democracia