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“Deben pensar que tarde o temprano se van a quedar con todo”
Por La Posta del Paraná - FM Radio Activa - Friday, Apr. 15, 2016 at 8:02 PM
lapostadelparana@gmail.com

José Burgos y Erica Delange, vecinos del Paraje Punta Canal, se resisten a perder sus tierras en manos de los barrios privados. En esta entrevista, nos cuentan de los pobladores desalojados hace una década por la construcción del country San Benito, la pérdida del camino directo a Maschwitz y Benavidez, y cómo era la vida antes de los emprendimientos. Historias de un arraigo que contradice el relato empresarial de la supuesta llegada de “progreso” a “lugares abandonados y sin valor”. Voces de una generación de jóvenes que vieron perder su territorio natal en muy pocos años. “Espero que mi hijo se críe como se crió su padre”, dice Erica.

Escuchar entrevista:
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Se viven semanas de mucho movimiento en Tigre y Escobar en la lucha por frenar el avance de los barrios privados, con movilizaciones, caravanas, protestas, volanteadas e incluso clausuras municipales por falta de autorizaciones. Esto sumado al pedido del fiscal federal de San Isidro para paralizar todas las obras y la opinión siempre presente de los expertos que exhortan a prohibir los emprendimientos sobre humedales.

Uno de los conflictos visibles es el reclamo para abrir la calle perimetral de acceso a Punta Querandí, que el barrio privado San Benito mantiene bloqueada. El 14 de febrero, la Asamblea en Defensa del Humedal protagonizó una caravana hasta la entrada de este country. El 18 de marzo, numerosas organizaciones de Tigre, Escobar y Pilar se manifestaron frente a las oficinas de la empresa EIDICO.

Para indagar más en este conflicto puntual, en La Posta del Paraná compartimos una entrevista con vecinos históricos del lugar. José Burgos (30), más conocido como “Gallo”, su compañera Erica Delange (28) y su hijo Dilan, viven en la calle Brasil y la calle 1 sin nombre, en el sector del paraje Punta Canal que corresponde al Municipio de Escobar, a 200 metros de Punta Querandí. Doña Alcira, la mamá de José, es una de las primeras pobladoras del paraje. Por su parte, los Delange fueron una de las primeras familias de Dique Luján, pueblo fundado en 1914.

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¿Qué vínculo tenían las familias de Punta Canal con las tierras donde se construyó el barrio privado San Benito? José Burgos relata: “Íbamos a cazar nutrias, liebres, perdices, había de todo animales, nos permitían entrar a nosotros. En el 2000 y algo, no teníamos laburo y comíamos de ahí. Iba yo, mi sobrino, mi cuñado, los vecinos”.

Antes de la construcción de San Benito, el fondo de Punta Canal era otro vecindario, estaba mucho más habitado. “Adonde está ahora la casillita de seguridad del country había un galpón grande donde vivía gente. Estaba Félix, Martín, Romina, todos pibes de la misma edad que Gallo, salían a cazar juntos, a jugar a la pelota al campo, se usaba para todo”, explica Erica. “Andábamos a caballo, corríamos las vacas; cuando éramos chiquitos íbamos todos y ahí aprendíamos a cazar, nos divertíamos”, rememora José.

Según cuenta Erica, “había alrededor de 16 pibes, de 7 o 8 años, todos los sobrinos de José, los chicos de acá atrás, los de la otra casita, después llegó Eduardo con los hermanos”. También venían algunos por el fin de semana, como la familia de la casa de ‘Tati’, en un terreno ya destruido y rellenado por la empresa EIDICO.

“Ahora somos menos”, se resigna José.

EXPULSIÓN DE VECINOS Y PÉRDIDA DE LA VÍA MUERTA

Los vecinos sabían que el ‘camino de la vía muerta’, un terraplén ferroviario, era del Estado Nacional. Supuestamente era intocable. Cuando se supo que estaba siendo apropiado por los barrios privados, ya era tarde. “No nos dimos cuenta que eso era del country. Un día fue a pasar José y le dijeron que no se puede pasar más”, enfatiza Erica. A partir de ese momento, los vecinos de Punta Canal perdieron la comunicación directa con Benavidez y Maschwitz.

Recuerda Erica: “Cuando Dilan tenía meses, José estaba sin trabajo. Amasábamos a la madrugada y él salía a la mañana en bicicleta por la vía muerta a Benavidez”. Su compañero agrega: “Quedaba mucho más cerca. Después el country se vino y nos cagó porque teníamos que dar toda la vuelta para ir a laburar ahí”.

La pérdida de este camino fue a la par del desalojo de muchos vecinos. “De un día para el otro hicieron un zanjón en medio de la vía muerta, la cortaron. Ya estaba la draga, estaban rellenando todo el campo y habían sacado a la gente que vivía ahí. Pero yo pensé que iban a dejar la vía como el camino que iba a Benavidez”, relata Gallo.

Podría pensarse que las familias desplazadas mejoraron sustancialmente su nivel de vida a través de una indemnización, ya que su desalojo permitió un gran negocio inmobiliario, pero nada más lejos de la realidad. “A la gente que vivía ahí le dieron unos mangos y están viviendo en Maschwitz, mucho peor que acá, porque acá por lo menos sobrevivían con lo que había”, aporta Erica. “Lo que le dieron no les alcanzó para comprar una casita, le dieron una casillita y un terrenito y a la mierda”, denuncia Gallo.

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HISTORIA. Doña Alcira en su niñez en Punta Canal. Foto del primer puente instalado en el Arroyo Garín y la calle Brasil.

CONFLICTOS POR EL USO DEL ESPACIO PÚBLICO

El campo y el bañado se perdieron: allí hoy existe el barrio privado San Benito, uno de los 11 countries náuticos del Complejo Villa Nueva de casi mil hectáreas. Lo que corresponde por ley es una calle perimetral de uso público para acceder a la zona de Punta Querandí. Pero está cerrada, es utilizada como playa de estacionamiento de la Iglesia del Opus Dei que funciona dentro de San Benito y también surgen problemas cuando algún vecino quiere utilizar la costa del arroyo Garín.

Cuenta Gallo: “Yo fui el otro día a tirar el trasmallo y me llamaron a los COT (policía municipal de Tigre) todo para que salga. Yo le dije al seguridad del country: ‘Soy un vecino de toda la vida, nací acá, me crié ¿y no me dejás pasar?’ Y el vigilante me agarra y me dice: ‘no, no podés entrar’. Pasé igual a tirar el trasmallo y cuando estoy volviendo ya estaba el COT. Pero pasé por la costa, por el río, ¿me entendés?”.

En relación a este hecho, Erica relata un diálogo con un representante de EIDICO, la empresa detrás de la construcción de estos emprendimientos: “El día que se frenó el relleno en Punta Querandí (el 9 de junio de 2015), Eduardo (Duarte) le preguntó a un abogado de la empresa por qué no podía pasar a pescar: le respondió que hasta 15 metros adentro del río era de ellos”.

En otra oportunidad, Eduardo Duarte, vecino de uno de los lotes cercanos a Punta Querandí, sufrió el hostigamiento de las fuerzas de seguridad que acudieron rápidamente ante un llamado que salió del barrio privado: lo acusaron de iniciar un incendio. “Se vino para casa porque había tres patrullas ahí en el puente. Sólo porque hizo un fueguito y estaba pescando”, manifiesta Erica.

SIN VÍNCULO CON LOS NUEVOS “VECINOS”

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Hasta agosto de 2015, cuando se terminó de caer el puente de acceso a Punta Querandí, por la calle Brasil circulaban muchos autos que iban al barrio privado San Benito o al colegio y a la Iglesia del Opus Dei que funciona adentro. Según el relato de los vecinos, era fácil darse cuenta cuando los vehículos iban al country: “Salís a la mañana a sacar el caballo y pasan las camionetas y los autos a los pedos, vienen dejar a los pibes a la escuela. No te dan bola, es como si no estás”, cuenta Gallo.

-¿Qué piensan ellos sobre ustedes?- le preguntamos a este joven matrimonio.

-Erica: Para mí que deben pensar que somos unos negros, que nos tienen que sacar, que tarde o temprano se van a quedar con todo.

-¿Y qué le decís a esa gente que piensa así?

-Erica: Yo no me voy. El lugar que mi suegra le dio a mi hijo es de mi hijo. Si mi hijo no se va yo no me voy. El día que sea grande que decida él. Yo espero que él se críe como se crió su padre.

-¿Por qué lo decís tan segura, con tanta convicción?

-Erica: Primero me costó acostumbrarme, me costó un montón, porque yo vivía en Dique, mis hermanos ahí cerca, todos juntos, me iba todas las mañanas en el colectivo con la panza así. Después cuando nació el nene, verlo crecer acá, verlo dar sus primeros pasos, treparse a los árboles, todo eso quiero seguir viéndolo. Y si Dios quiere quiero verlo con mis nietos también.

Por su parte, Gallo expresa: “Yo nací y me voy a quedar hasta que me muera. Acá tenés la libertad de dejar la bicileta ahí afuera que no te la van a robar. Cuando voy a visitar a mi cuñado, a mi suegro, a veces me quedo uno o dos días y ya no puedo, me vuelvo. Los autos que van y vienen, no te acostumbras”.

-¿Y a vos Dilan? ¿Te gusta vivir en Punta Canal?

-Sí.

-¿Y qué le decís a la gente que nos quieren sacar?-le pregunta su mamá Erica.

-Que se vayan… Llegaron tarde.


La Posta del Paraná. Jueves de 19 a 21hs por FM Radio Activa Comunitaria 96.9 (Ingeniero Maschwitz, Partido de Escobar). Programa realizado por Proyecto Alihuen, Ensamble Cultural y MDP Punta Querandí.

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