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El pago a los buitres y el crédito político del gobierno
Por Economía - La Capital - Monday, Apr. 18, 2016 at 9:41 AM

Domingo, 17 de abril de 2016 | La Corte de Apelaciones de Nueva York dio vía libre la semana que pasó al pago a los fondos buitres. El gobierno comenzará la colocación de bonos, desde el lunes, por 15 mil millones de dólares, que pasarán casi inmediatamente a manos de Paul Singer y sus colegas, mientras que una porción no menor será usada para "atender asuntos presupuestarios", según lo señalaron los funcionarios del gobierno argentino en Nueva York.

El pago a los buitre...
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Vencedor. Paul Singer será el primer beneficiado con la emisión de bonos.


La Corte de Apelaciones de Nueva York dio vía libre la semana que pasó al pago a los fondos buitres. El gobierno comenzará la colocación de bonos, desde el lunes, por 15 mil millones de dólares, que pasarán casi inmediatamente a manos de Paul Singer y sus colegas, mientras que una porción no menor será usada para "atender asuntos presupuestarios", según lo señalaron los funcionarios del gobierno argentino en Nueva York.

El ministro de Hacienda y su equipo celebraron con abrazos el "regreso de la Argentina al mundo", y se mostraron "asombrados" por el nivel de interés que, dicen, despierta la política económica argentina entre los ejecutivos de los fondos de inversión. No está claro de qué forma se traducirá esa euforia en la tasa de interés que le cobrarán por los nuevos títulos. En principio, no se avizora una generosidad proporcional al entusiasmo político.

Para el gobierno nacional no se trata, a esta altura, de valorar si la operación financiera es conveniente. Más bien se trata de que entre empleados de las casas de inversión en la Gran Manzana, el gobierno encontró uno de los pocos triunfos políticos de los últimos meses.

Es el aire, o el humo, que permite comprar tiempo en el relato de una tierra prometida que, tras la recesión fabricada en el presente, se dejaría ver sobre el final del año. Una vez más, esa meta se corrió. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la economía argentina caerá 1 por ciento en 2016, luego de haber crecido el año pasado, y pronosticó la recuperación recién para 2017.

El gobierno especula, en ese sentido, con el calendario electoral. Y juega peligrosamente su crédito político en la construcción de una crisis económica que, en los planes, debería ceder cuando empiece el tiempo de los votos. Hasta el momento, sin embargo, se ha mostrado más eficiente en transformar en negativos todos los indicadores heredados de la gestión anterior, que en diagnosticar las consecuencias que la política económica tiene sobre el terreno.

Tras exhibir el ajuste, incluso laboral, como una bandera política, el presidente Mauricio Macri y una parte de su gabinete comenzaron a recalcular en las últimas semanas y, a la vez que preparan "medidas sociales", piden disculpas. El jefe de Estado volvió a decir que le duele hacer lo que hace, pero no se movió un ápice durante el encuentro que mantuvo con los jerarcas sindicales en Olivos.

Fue al cabo de un día intenso en materia política, durante el cual la reaparición de la ex presidenta Cristina Fernández lo obligó a ceder la centralidad política porteña y migrar a Salta por unas horas para exhibirse con uno de los gobernadores que aspiran a ser parte del nuevo porfiriato político en Argentina.

Sindicalistas, gobernadores y dirigentes políticos que hasta ayer daban la vida por Boudou y hoy la dan por Singer no dejan de tirarle centros a Macri. El presidente conecta poco. Y los actos masivos que, en forma diversa y multiorgánica, vienen expresando en principio el mundo político que sacó el 49 por ciento en las últimas elecciones, los interpelan.

El kirchnerismo es una expresión poderosa de ese universo, como lo expuso en Comodoro Py. Pero no deja de ser una porción. La potencialidad de ese espacio que busca una renovada representación está más bien en las marchas multitudinarias del 24 de marzo y en el activismo que acompaña los intensos conflictos laborales y sociales desatados desde que asumió el nuevo gobierno nacional. En su dimensión más amplia, esa parte del mapa remite incluso a un tiempo anterior a la transversalidad a la que aludió Cristina cuando llamó a formar un frente ciudadano. Quizás sea en el movimiento articulado en las luchas de finales de los 90 y la crisis de 2001 donde se deban buscar los pergaminos fundacionales de una nueva oposición, que exprese y actualice en su programa el espíritu político desplegado, con todas sus contradicciones en la posconvertibilidad. Una historia que tiene su capítulo estatal pero que sobre todo reconoce una amplia trama de construcción social y política. Empleo, salario, inclusión, desarrollo y autonomía son algunos de los tópicos de ese modelo que hoy está amenazado bajo consignas cínicas, como la de pobreza cero, y que pide defensores. Defensores que sean capaces de revisar el pasado y que ya no consideren inocuo entremezclarse con personajes oscuros, arribistas, valijeros y millonarios dudosos

Hoy por hoy, esta trama opositora se teje en los territorios, en las organizaciones sociales y en las disputas vinculadas a la distribución del ingreso. Hay en ese mundo un mar de fondo que comienza a preocupar incluso a los sectores económicos y sociales que orbitan alrededor del universo del actual oficialismo. En el remate del lote de soja de la Bolsa de Comercio, el gobernador Miguel Lifschitz advirtió sobre la situación difícil que atraviesan diversos sectores productivos y sociales de la provincia. "Se ve la otra orilla pero hay que cuidar de que todo crucen el río", advirtió.

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