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El gobierno desprotege a las víctimas de trata
Por Juventud Guevarista - Monday, Apr. 25, 2016 at 11:32 AM

El lunes 18 de abril, apenas pasados tres días de la reunión de Susana Trimarco con la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, la Fundación María de los Ángeles (ONG presidida por Susana y que desde 2007 trabaja sobre la asistencia integral y gratuita para personas víctimas de trata) recibió una notificación por parte de la Agencia de Administración de Bienes del Estado en la que se le ordena a la ONG que “desocupe y restituya los inmuebles en término de diez días”, por lo que la fundación se quedaría sin espacio donde funcionar. Esta decisión no fue informada en la reunión de acuerdos a lograr entre la Fundación y el gobierno, y además amenaza con el desalojo de los terrenos cedidos a la institución para la construcción de refugios y casas para víctimas de redes de trata.

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Esta medida forma parte de una campaña por parte del Estado de “preservación y racionalización del espacio físico”, lo que huele a una nueva maniobra para repartir tierras a manos de privados y multinacionales. Esto no es un hecho aislado y nos lleva a desconfiar de la “buena fe” que parecen presentar algunos medios de comunicación, que visualizan un gobierno a la cabeza de la lucha por los Derechos Humanos pero “sin excesos”. Excesos, para el gobierno de Macri, parecen ser todas las políticas públicas que se conquistaron en los últimos años en torno a las problemáticas de la mujer dentro de programas y espacios de asistencia: los despidos masivos en el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable a comienzos de años y el cierre del Programa de Atención a víctimas de abusos sexuales a fines del año pasado demuestran que la agenda de la mujer no sólo no es prioridad, sino que la meta está en desarticular todo espacio de acompañamiento.
No sólo nos pueden violar y matar en las calles, sino que las redes de trata pueden secuestrarnos sin que haya ningún tipo de política estatal que tienda mecanismos capaces de desarticular estos entramados y ofrezca prevención y reparación a las mujeres todo el país.
Ahora, además de esto, el gobierno actual desfinancia y pone trabas a los pocos proyectos organizativos que lograron avanzar por fuera del marco estatal, y ataca aquellas políticas de género que han tardado años en desarrollarse y que son las que más han avanzado en esta materia, en detrimento de quienes hayan estado en el poder.
Ante la desprotección de siempre, el Estado le suma la declaración explícita del estar en contra de nuestra vida y nuestra organización.
No nos sorprende: Mauricio Macri, quien durante toda su campaña se ha destacado por comentarios machistas refiriéndose al acoso callejero como ‘’piropos’’, quien ha llevado a candidatos homolesbotransfóbicos como Julio Garro a las intendencias de diferentes municipios en todo el país, y quien se ha declarado explícitamente en contra del aborto legal, seguro y gratuito, es el mismo que para financiar su campaña recibió dinero de cafiolos como Raúl Martins (ex agente de la SIDE y sospechado de ser cabecilla de una red de trata de personas según las declaraciones realizadas por la propia hija de Martins). Todas estas medidas son un gesto claro con el cual el presidente deja el camino libre para que estos personajes puedan manejar sus negocios sin ningún tipo de inconveniente, agradeciendo los favores que le han hecho durante su campaña y legitimando nuevamente la opresión que se ejerce sobre las mujeres.

Atacar a la Fundación María de los Ángeles es atacar la lucha histórica del movimiento de mujeres para que se visibilice a la trata como una problemática actual en el país, la cual va de la mano con el negocio de la droga de los mismos empresarios que financian las campañas presidenciales. Al trascender la medida contra la Fundación y generarse un amplio rechazo, el gobierno nacional argumentó que esta acción iba destinada a que el Estado se haga cargo de las obras. Si bien Susana Trimarco declaró estar “a total disposición del Gobierno Nacional para dar continuidad al proyecto de construcción de viviendas sociales para víctimas de trata”, la concreción de este proyecto va a exigir la presión de amplios sectores para que Estado cumpla con su obligación de dar amparo a las víctimas de violencia.

Con nuestros derechos pisoteados por el machismo institucionalizado, es imprescindible que demos respuestas organizadas ante los atropellos que sufre el pueblo día a día. Salir a la calle ya no sólo es un acto de protesta política, sino que es un espacio donde construimos la unidad con todos los movimientos y colectivos que nos estamos viendo invisibilizados o arrinconados por el macrismo, con toda persona que recién empieza a luchar, y con el pueblo que se prepara para defender sus derechos.

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