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“Las Intervenciones punitivas suman violencia al narcotráfico”
Por Ana Schimelman, para La Revancha - Wednesday, Apr. 27, 2016 at 9:03 AM

Martes 26 de Abril de 2016 | En el marco del comienzo de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre drogas (UNGASS), Manuel Tufró, integrante del CELS, analizó el estado de nuestro país en materia de drogas y las diferencias entre el discurso del Gobierno y sus políticas de seguridad.

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-La Revancha: ¿Por qué es tan importante la apertura de un nuevo paradigma en materia de drogas a nivel mundial?
-Manuel Tufró: Como organización de Derechos Humanos nos parece muy importante, porque vemos que el paradigma vigente -prohibicionista y de guerra a las drogas- ha tenido muchas consecuencias negativas en término de violaciones de DDHH y no redujo la oferta de drogas. Es necesario un cambio de enfoque de parte de los gobiernos.

-LR: ¿Cuál es la posición que está teniendo la Argentina sobre este debate?
-MT: Hoy habló Susana Malcorra en la Asamblea y presentó lo que el gobierno denomina una ‘posición moderada’, es decir ni una posición totalmente volcada a los países que más defienden el punitivismo sin alentar a ningún tipo de cambio en el sistema internacional de control de drogas, ni  tampoco volcada explícitamente a los países que demandan un cambio importante, como México, Colombia, Guatemala y Uruguay en nuestra región, y algunos países europeos.

-LR: Tomando las primeras medidas en materia de seguridad vinculadas al narcotráfico del gobierno de Macri, ¿considerás que esta práctica, más allá del discurso en asambleas, tendería más a un esquema punitivo desde el Gobierno Nacional?
-MT: Vemos que hay distintas posiciones en este gobierno como también lo veíamos en el gobierno anterior. Las agencias que más trabajan sobre la cuestión de adicciones o sobre las políticas más sociales (en este caso sería SEDRONAR) su ubican del lado de políticas de respeto e inclusión social, mientras que el Ministerio de Seguridad, y sobre todo Bullrich, ha expresado en varias ocasiones un discurso mucho más belicista. El gobierno lo resuelve en su discurso diciendo que es una posición equilibrada, porque a los consumidores se les iría con políticas de inclusión social y al narco se lo perseguiría con una perspectiva más bélica. Esto nos parece que se vuelve contradictorio, ya que no se pueden sostener ambas posturas, cuando por ejemplo, en los barrios más pobres se evidencia que las políticas sociales o de inclusión son obstaculizadas o incluso erosionadas por el accionar violento de la policía. Tanto el discurso como algunas medidas que ha tomado el Ministerio de Seguridad son bastante preocupantes.

-LR: Colombia y México son dos de los países que más están impulsando esta reunión en la ONU. ¿Qué importancia tiene que sean estos dos países que hace décadas vienen siguiendo la guerra contra las drogas más impulsada por Estados Unidos?
-MT: Son países que no están exentos de fuertes contradicciones. Actualmente México es uno de los países que está liderando esta perspectiva de cambio en el sistema de control de drogas a un sistema menos punitivo, pero también hace más de siete años tiene militarizada la lucha contra el narco y eso ha dado lugar a una gran cantidad de muertos, desapariciones forzadas, y situaciones de corrupción y violaciones de DDHH. Lo que sí me parece interesante es que son estos países, que han aplicado las políticas más duras contra el narcotráfico, los que han visto que este tipo de intervenciones militares no tienen un gran efecto sobre las grandes organizaciones militares pero sí tienen en cambio un costo altísimo en términos de DDHH.

-LR: Pensando en un enfoque que se centre en la salud y en DDHH, ¿Cuáles deberían ser los vectores para intervenir? ¿Existen políticas en otros países que se puedan retomar?
-MT: Hay una perspectiva general que deberíamos adoptar: la de reducción de daños. Esto significa asumir que no se puede erradicar el uso de drogas, y entonces pensar políticas públicas destinadas a minimizar los impactos negativos. También debe aplicarse en relación a la violencia. Nos parece que intervenciones militares o punitivas suman violencia al narcotráfico. Hay algunas experiencias internacionales que se podrían estudiar, que van desde la descriminalización del consumo hasta algunas formas de regulación estatal de algunos mercados de drogas, como es el caso de Uruguay. Son experiencias interesantes porque si el Estado regulase el control de las drogas le quitaría a las mafias o a las bandas de narcotraficantes la regulación de ese mercado. De todas formas, creo que en Argentina todavía estamos lejos de tener un consenso social sobre estas cuestiones. Hay que seguir instalando estos temas para generar consciencia de que es necesario un cambio de paradigma.

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