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Chaco: Reclamos cruzados ante el gobierno por territorio y por la defensa del monte
Por Centro Mandela -
Tuesday, May. 24, 2016 at 1:18 PM
OMICQ, que es una organización indígena de El Impenetrable que se representa en el Consejo Qarashe, cuyo referente más conocido es Marcos López, entregó un comunicado para que paren las explotaciones forestales y se efectúe la re-localización de las 300 familias criollas que viven y trabajan en la propiedad comunitaria aborigen del Interfluvio. El reclamo fue dirigido a la Asociación Meguesoxochi y al gobierno chaqueño.
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En el comunicado señalaron que: “Hace más de tres días grupos de indígenas de la etnia Qom bloquean los tres puentes que conectan con su territorio que abarca 150 mil hectáreas. El motivo es solicitar a la Asociación Meguesoxochi, que figura como entidad a cargo de la tutela de esas tierras comunitarias, que inicie todas las acciones legales necesarias para el desalojo de las 300 familias criollas que en forma ilegal ocupan parte de ese territorio desde hace varios años”. Además, “solicitan al gobierno provincial que tome cartas en el asunto para reubicar a estas 300 familia criollas, como también cesen los cortes y permisos de explotación de madera DSCN1068a cargo de la Secretaria (Dirección) de Bosques de la Provincia del Chaco”.
Señalaron que “la asociación Meguesoxochi, formada por indígenas Qom, se encuentra en este momento siendo deslegitimada por gran cantidad de pobladores de la misma etnia que denuncian como sus propios hermanos son los que permiten el ingreso de grupos empresariales que se encargan de desmontar y cortar decenas de algarrobos, muchas veces con la complicidad de la Secretaria (Dirección) de Bosques, la policía y autoridades provinciales”.
Concluyeron el comunicado señalando que: “quedan temporalmente cerrados todos los accesos a nuestro territorio y exigimos que en un corto plazo el gobierno provincial re-ubique a las 300 familias criollas que en forma ilegal habitan nuestro suelo. Solicitamos también a los miembros de la Asociación Meguesoxochi el cese de permiso de tala de algarrobo y permisos para venta de madera. Y denunciamos la complicidad del gobierno provincial y la Secretaria (Dirección) de Bosques con grupos empresariales que entran en nuestro territorio para realizar trabajos de desmonte”.
Reclamo de los pobladores de Espinillo
Desde el pasado lunes al mediodía los pobladores de la localidad de Espinillo y zonas aledañas, que se ubican en el corazón de la propiedad comunitaria indígena de titularidad de la Asociación Meguesoxochi, sostienen que son rehenes de los aborígenes. En el documento que acercaron al Centro Mandela señalan que: “estamos rehenes de unas pocas personas que, protegidas por el hecho de ser aborígenes, cortaron todas las salidas a la civilización. En esta zona parece que reina la anarquía total， el sálvese quien pueda y la total falta de reglas básicas de convivencia. Los hermanos aborígenes quieren y exigen al Gobierno que se les dé rienda suelta a la tala indiscriminada y posterior venta de maderas， que según ellos les pertenece. También exigen que se les otorgue 10.000 hectáreas más para el mismo objetivo. No les importa el medio ambiente y menos la vida de la gente que necesita viajar para trabajar. Las escuelas están sin maestros porque ellos no dejan pasar. Estamos en el Interfluvio, es decir entre dos ríos. Para llegar a Castelli o Villa Rio Bermejito debemos cruzar los puentes, que están cortados por ellos. La verdad, la bronca e impotencia es mucha. Estamos cansados de que se avasallen nuestros derechos!!! ¿Dónde está el Gobierno? Estamos indefensos y a disposición de estas personas. Que se dignen a dejarnos circular con libertad. Por este medio pedimos que de aviso al Defensor del Pueblo o quién pueda hacer algo para que tome cartas en el asunto y libere las vías de acceso a la civilización”.
Reclamo de los campesinos criollos
Los campesinos criollos, que viven desde hace décadas y por generaciones en lo que es la propiedad comunitaria de la Meguesoxochi, sienten que están sometidos a despojo y discriminación. Reclaman por el reconocimiento de sus derechos de ocupación en las tierras que viven y trabajan. Desde hace más de seis años solicitan al Estado que resuelva el conflicto con las comunidades indígenas, basados en sus derechos como chaqueños y argentinos. Nunca reconocieron que fueron usurpadores porque sus abuelos fueron los ocupantes CRIOLLOSy poseedores del lugar donde viven y trabajan. Argumentan que fue nefasto y discriminatorio el otorgamiento del título de la propiedad comunitaria indígena a favor de la asociación Meguesoxochi. Reclaman por una vida en paz y con justicia. Se reconocen descendientes de los criollos salteños y no rechazan que se los llame mestizos, producto del cruzamiento “de los conquistadores e indígenas. Somos amerindios”. En un extenso documento dirigido al Centro Mandela, no hace mucho tiempo, los campesinos criollos del Interfluvio pidieron atención humanitaria, inclusión social, asistencia productiva y reconocimiento histórico de sus derechos de posesión de la tierra. En el documento, nos preguntaron: “¿Dónde están los derechos humanos? y ¿Los campesinos criollos no somos dignos de los D.D.H.H.?”. Concluían que “antes que la guerra y la muerte, somos gente humilde y de trabajo. Amamos nuestra tierra porque aquí nacimos, crecimos y moriremos. Si nos van a desalojar, preferimos morir luchando por algo que sentimos propio”.
Los responsables de los reclamos y de los enfrentamientos
La propiedad comunitaria indígena Meguesoxochi fue creada durante la gestión del exgobernador Ángel Rozas, de manera precipitada y bastante inconsulta. Sin embargo, fue una buena decisión tomada por la Cámara de Diputados y Rozas para reconocer los derechos de los pueblos originarios. La implementación fue anárquica porque no se contempló la situación de los pobladores de Espinillo y sus alrededores, como tampoco de los campesinos criollos que vivían y habitan en esas tierras, que son hijos o nietos de criollos salteños que de a caballo y atravesando el monte llegaron a ese territorio. A partir de la vigencia de la ley de titularización, más de 500 familias criollas debían ser re-localizadas en cinco años para que dejaran las tierras en donde vivían y trabajan criando chivos, chanchos, vacas y haciendo cementera baja. Nada de eso se cumplió durante la gestión del exgobernador Rozas, como tampoco durante la administración del exmandatario Roy Nikisch. Pasaron otros cinco años y los criollos no estaban de acuerdo en ser re-localizados, fundamentalmente porque sostenían que eran las tierras de sus abuelos y padres y porque el gobierno de turno quería re-localizarlos en tierras fiscales de poca superficies, sin agua ni pasto. Producto de las decisiones políticas se multiplicaron los conflictos entre indígenas y criollos, que cada vez perdían más la convivencia que habían logrado, que no era fácil ni total. En varias oportunidades estuvieron cerca de enfrentarse.
La situación se agudizó cuando comenzó a gobernar Capitanich, quién a través de los funcionarios de la Subsecretaría de Recursos Naturales y de la Dirección de Bosques comenzaron a autorizar la explotación indiscriminada del monte de la propiedad comunitaria de la Meguesoxochi. Los explotadores forestales apuntaron, principalmente, al monte de algarrobo, con la conveniencia de Zenón Cuellar, presidente de la Asociación Comunitaria indígena que es la titular de las tierras. El proceso de ataque al monte de la Megue se hizo cada vez más intenso, hasta que se llegó al momento actual en el que preparan una nueva arremetida para sacar los últimos algarrobos. Contribuye a ese objetivo el veto del gobernador Peppo de la ley provincia 7775, que fuera de autoría del diputado Orlando Charole, que impulsaba la prohibición de explotar los montes de las propiedades comunitarias aborígenes durante cuatro años para permitir su regeneración natural y para recuperar sustentabilidad ambiental y social.
En definitiva, la combinación de las malas decisiones de los últimos gobiernos innecesariamente enfrentó a indígenas con criollos, que disputan tierras, montes y sus propios proyectos de vida. Antes tenían mejor convivencia. Sin embargo, hasta aquí ganan los intereses económicos de los explotadores forestales, de Zenón Cuellar, actual funcionario en el Ministerio de Gobierno por decisión del ministro Juan José Bergia, quien tiene una fuerte influencia en la zona y en la actividad forestal. Los indígenas sostienen –con todo derecho histórico- que son los titulares de la tierra, lo que es así según la ley. Los campesinos criollos se sienten despojados y avasallados. Los habitantes de Espinillo y sus alrededores quieren transitar libremente. Mientras tanto, ninguno de los gobiernos, incluido el actual, solucionan las causas que motivan estos enfrentamientos, aún cuando conocen que ya se produjeron confrontaciones bastantes extremas, que no terminaron en actos de violencia porque a último momento se recuperó un cierto grado de sensatez. La gran pregunta ahora es la siguiente: ¿Qué pasará ahora o hasta dónde llegará el actual enfrentamiento?
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Por Centro Mandela -
Tuesday, May. 24, 2016 at 1:18 PM
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Tensa situación: IDACh busca mediar entre indígenas y criollos en la zona del Interfluvio
Por Chaco Día por Día -
Tuesday, May. 24, 2016 at 1:20 PM
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24/05/2016.- En busca de llevar el consenso y destrabar el conflicto entre los pobladores de El Impentrable, la presidenta del Instituto del Aborigen Chaqueño (Idach), Andrea Charole mantuvo ayer una reunión con la Comunidad Aborigen del Paraje La Sirena, en el puente del mismo nombre.
En ese sentido Charole buscará los mecanismos necesarios para conciliar a ambas partes en busca del consenso y la paz social.
La titular del Idach expresó que es una necesidad "buscar el consenso y una solución que beneficie a todos. Históricamente, aborígenes y criollos han convivido y debemos buscar la mejor solución al conflicto dando respuestas a ambas partes y bregar por la paz social", concluyó Charole, tras la reunión.
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