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MEGACAUSA LA PERLA
Por MOVIMIENTO DDHH - Sunday, May. 29, 2016 at 8:00 AM
ceciliomanuel3016@gmail.com

En 2014 identificaron los primeros 4 desaparecidos en La Perla.



MEGACAUSA LA PERLA

La revelación de los hornos

De chico, un lugareño encontró huesos en los hornos de cal de La Ochoa, cerca de La Perla. Pero durante casi 40 años guardó silencio, hasta que habló. Luego, los restos de cuatro desaparecidos, militantes de la Jueventud Universitaria Peronista (JUP), fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Mirá el informe especial en video.


Por Juan Carlos Simo
21 de Marzo del 2016


Estaban ahí

Cuando no había dejado de ser un niño, mientras cuidaba de los animales de la familia en la sierra, Andrés Quiroga se acercó hasta uno de los hornos de cal con otros chicos. Desde abajo le tiraron algo: era la mano de una persona.

“Yo vivía en un pueblito que se llama La Ochoa. Cuando tenía 10, 11 años, más o menos, se corría la bulla de que había gente muerta en los hornos…Fuimos con mi hermano y otro chico y encontramos eso”, recuerda ahora, 40 años después.

INFORME ESPECIAL. A 40 años del golpe

El año pasado, fueron identificados los restos óseos de cuatro estudiantes universitarios secuestrados a fines de 1975. Los habían recuperado de esos hornos, cercanos al excentro clandestino de detención de La Perla, donde fueron arrojados luego de ser quemados en otro lugar. No se sabe dónde.

La reserva natural militar de La Calera comprende unas 14 mil hectáreas. Ahí está La Perla y a unos 8 kilómetros estos hornos, además de muchos otros sectores donde se cree que pueden haber sido sepultados los restos de víctimas del terrorismo de Estado, antes y después del golpe que este 24 de marzo cumple 40 años.

“Nosotros seguimos con las prospecciones en estos terrenos. No están agotadas. Hay distintos lugares que el Juzgado Federal N°3 sigue investigando. Nos vamos a abocar a ellos durante este año también”, subraya Anahí Ginarte, encargada de la oficina Córdoba del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

La casa de descanso del comandante del Tercer Cuerpo de Ejército. Ubicada en el camino a los hornos.

Desde 2004 se buscan restos de desaparecidos en la zona de La Perla, incluso con la colaboración de expertos de la Universidad Nacional de Córdoba y de la Universidad de Río Cuarto, realizando estudios de suelo, utilizando georradares y otras tecnologías.

Este año, según dijo el juez federal N°3 Miguel Hugo Vaca Narvaja, también se realizarán búsquedas en el corto plazo en un predio del valle de Paravachasca, otro de los lugares donde se mencionó que se podrían haber ocultado a víctimas de la represión.

“Las investigaciones arqueológicas, las prospecciones, no tienen la inmediatez que a veces la Justicia o los familiares necesitan. Las búsquedas son largas, a veces la información proviene de donde uno no se lo espera”, dice Ginarte.
"No digás nada"

Andrés Quiroga vio los huesos de chico, pero en su casa no se podía hablar. Pasaron los años y en las noches se despertaba pensando en los familiares de los desaparecidos.

En 2014, por ejemplo, cuando el EAAF avanzaba con sus exploraciones en los predios militares de La Calera, en un plan que contemplaba los hornos de La Ochoa pero sin un testimonio directo que alentara esperanzas concretas, apareció Andrés Quiroga.

Hoy tiene 51 años, vive en Malagueño y fue padre dos veces: ya no es ese chico que no podía soportar el olor nauseabundo de los restos humanos con los que se cruzó. Aquella vez, cuando volvía al hogar, su hermano le había advertido: “No digas nada en la casa”. Él, criado en la reserva por su padre mientras lo llevaba enancado en el caballo, cuidando animales, respetó el mandato.

“Siempre me fue comiendo la conciencia. Quiénes serán...los familiares que los buscarían… Muchas veces me despertaba de noche y lo primero que se me venía era eso de los hornos. Pasó el tiempo, me casé y cuando fui padre, con más razón, dije: no quisiera estar en el lugar de las personas que buscan a sus hijos”, recuerda.

Fue al sitio de memoria que funciona en La Perla, varias veces. “Hasta que un 24 de marzo estaba recostado en mi casa, en la siesta. Y me vino eso de los hornos y dije: hoy tengo que hablar”. Y lo hizo.

“Era la primera vez que alguien nos decía: yo vi restos humanos en la boca del tercer horno”, señala Ginarte.

Anahí Ginarte y Fernando Olivares, miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense.

El arqueólogo Fernando Olivares, del EAAF, la llamó el segundo día de excavaciones para contarle que habían hallado los primeros huesos humanos. Una década de infructuosas exploraciones en la zona terminaba. La desaparición forzada de tantos secuestrados de La Perla y la inmensidad del terreno circundante, con pozos, arroyos y montañas en su interior, siempre alentaron la posibilidad de que en el lugar hubiesen más restos de víctimas. Pero existen testimonios y evidencias que permiten sostener la hipótesis de que las inhumaciones fueron alteradas y los restos llevados a otros lugares.

El fallecido teniente coronel Bruno Laborda, por ejemplo, aseguró que los restos de quienes habían sido sepultados en cercanías de La Perla fueron trasladados luego en tanques de 200 litros hacia las Salinas, en un lugar que no se conoce.

El día que el testigo Quiroga se animó a contar que había encontrado huesos en los hornos, se había acercado con timidez a una trabajadora del sitio de la memoria de La Perla para preguntar: “¿Se sigue buscando a los desaparecidos?”. Le respondieron: “Sí, nunca se dejó de buscar”. Y entonces se decidió a hablar.

En el espacio de memoria de La Perla, la escultura de Luciano Carbajo recuerda a los cuatro estudiantes cuyas identidades fueron recuperadas.

Estudiantes de la UNC. En los hornos se recuperaron los restos de Rosa Gómez Granja (nacida en Villa Dolores, Córdoba), su novio Alfredo Felipe Sinópoli (Conlara, San Luis), y Ricardo Saibene (Villa Mercedes, San Luis), los tres estudiantes de Medicina. También los restos de Luis Agustín Santillán Zevi (oriundo de Metán, Salta), estudiante de Enfermería. Fueron secuestrados frente al Dante del Parque Sarmiento. Los asesinaron y luego intentaron ocultarlos en La Ochoa.

Más en Historias sin olvido.

Quiroga. Habló con Emiliano Fessia, director del sitio de memoria de La Perla, y le reveló lo que conocía.

"Si saben algo, hablen". El testimonio de Andrés Quiroga resultó de fundamental importancia para encontrar restos de víctimas de la represión. Dice que había noches en las que se despertaba y de golpe se le venía el recuerdo de su niñez, cuando vio una mano en los hornos de La Ochoa.

Ahora se siente aliviado. Brindó información, estuvo en los hornos explicando su experiencia a los antropólogos y hasta declaró en el juicio de la megacausa de La Perla. También se reunió con familiares de los cuatro estudiantes cuyos restos fueron recuperados e identificados y les pidió disculpas por su silencio.

“Casi 40 años llevé un peso encima, una historia en secreto, que me pesaba. La cambié por otra, hoy me llevo el abrazo y el agradecimiento de cada familiar…”, afirma. Y remarca: “Tengo un mensaje para aquellos que saben algo: que lo digan. Se calma mucho dolor”.

Dónde quedan los hornos

Producción: Juan Simo. Imágenes y edición de video:

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