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Vida vs. Monsanto
Por Julia Porto, ANRed - Tuesday, Jun. 14, 2016 at 8:50 AM

14 de junio de 2016 | El acampe de Malvinas Argentinas recibió el pasado viernes 10 de junio, la visita de la cineasta y periodista francesa Marie-Monique Robin y de la filósofa y escritora hindú Vandana Shiva, figuras reconocidas internacionalmente por su lucha por la soberanía alimentaria. En el marco del cierre del Festival Internacional de Cine Ambiental, las mujeres compartieron sus experiencias, hablaron sobre el Tribunal internacional que se está organizando para juzgar a Monsanto en La Haya los días 14, 15 y 16 de octubre próximos, y sostuvieron la necesidad de que la resistencia se acompañe de la construcción colectiva de alternativas concretas al modelo económico. “Para que la vida pueda ganar sobre las grandes multinacionales y los intereses privados, tenemos que estar juntos, todos unidos”, aseguró Robin. Por Julia Porto, corresponsal ANRed.

“Resistimos porque hay un compromiso interior muy fuerte”, dijo Lucas Vaca, vecino de Malvinas Argentinas que es parte del acampe desde los inicios. Y explicó el núcleo de esa fortaleza: “Nosotros no valemos nada. Pero sí que valemos. Para nosotros no queremos nada, y para nosotros queremos todo, y para nosotros, nada”.

La presencia de Vandana Shiva y de Marie-Monique Robin en Malvinas Argentinas significó “un reconocimiento” a la lucha que sostienen las vecinas y los vecinos de esa localidad cordobesa, congelando la instalación de una planta de maíz transgénico de la multinacional Monsanto. Florencia Santucho, organizadora del Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA), dijo durante la apertura de la charla sobre Soberanía Alimentaria que “Malvinas Argentinas, el bloqueo contra Monsanto, es un símbolo a nivel mundial de resistencia”. Señalaría luego Vandana Shiva: “El poder que han demostrado durante tres años solamente puede provenir del amor más profundo por la tierra y por la vida”.

La visita de Robin y Shiva tuvo lugar en el contexto de la jornada de cierre de la tercera edición del FINCA, espacio que propone la reflexión en torno al ambiente desde un punto de vista social y de derechos humanos, apropiándose del cine “como herramienta de transformación social”.

A la mañana se desarrolló una audiencia pública en el Municipio, donde la intendenta Silvina González nombró “visitantes ilustres” por decreto a Vandana Shiva y a Monique Robin. Según contó Vanesa Sartori, concejal por la fuerza opositora nacida Malvinas Despierta (que por 400 votos perdió las elecciones del año pasado), la propuesta había sido anteriormente presentada en el Concejo Deliberante por esa fuerza y rechazada por el oficialismo.

Al mediodía, en el acampe sobre la ruta A88, ante el esqueleto inconcluso de la factoría de Monsanto, hubo un almuerzo comunitario de locro orgánico; a continuación se desarrolló la charla abierta sobre Soberanía Alimentaria, en la que expusieron Robin y Shiva, y se cerró con la proyección del nuevo film de Robin, “Sagrado crecimiento”, y del documental “El costo humano de los agrotóxicos”, de Pablo Ernesto Piovano, en la escuela Héctor Valdivieso de Malvinas Argentinas.

El juicio a Monsanto. Ecocidio y genocidio

Las experiencias de Marie-Monique Robin y de Vandana Shiva están ligadas a movimientos de personas comunes que descubren en la unión la fuerza, la posibilidad de defender sus territorios y de transformar los modos de vincularse con la tierra; a movimientos que en todo el mundo toman el camino de la autonomía y el autosustento. Son también el tránsito de un largo recorrido enfrentándose al poder de los agronegocios y las multinacionales que buscan crear patentes de semillas y plantas. Es así como Robin y Shiva integran el comité organizativo de un Tribunal internacional que juzgará a la multinacional Monsanto, como símbolo del modelo agroeconómico que daña el ambiente, la biodiversidad y la salud mediante un alto uso de químicos, en la Corte Penal Internacional de La Haya, los días 14, 15 y 16 de octubre.

Dos metas tiene este Tribunal. Por un lado, la de evaluar los hechos que se le imputan a Monsanto y juzgar los daños causados, en el marco del derecho internacional, determinado por los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos adoptados por la ONU en 2011. En relación con esto, Marie-Monique Robin señaló que “lo único que se conoce hoy, cuando uno estima que es víctima de una multinacional como Monsanto, es buscar una indemnización financiera por daños sufridos. Es muy difícil penar los crímenes que destruyen el medio ambiente, porque falta un instrumento legal que lo permita”.

La segunda meta del tribunal tiene que ver, entonces, con esto: la creación de una nueva figura penal internacional que permita juzgar el crimen de destruir el medio ambiente y de contaminar los ecosistemas. Esta figura es la de ecocidio, el crimen contra la naturaleza. Según figura en la página oficial de la iniciativa [http://www.monsanto-tribunale.org/], el Tribunal examinará la pertinencia de la reforma al estatuto de Roma que creó la Corte Penal Internacional, en vigor desde 2002, para incluir el delito de ecocidio, y permitir así “el juzgamiento de las personas naturales y jurídicas responsables”.

“Nosotros somos parte de la tierra, y la tierra está viva”, dijo Vandana Shiva. Para ella, ecocidio y genocidio son lo mismo. “Cada crimen contra la tierra, cada ecocidio, se trasforma en un crimen contra la humanidad, un genocidio”. Explicó que la definición de genocidio para las Naciones Unidas es la de un daño deliberado ocasionado a un grupo de personas. “Entonces, cuando Monsanto patenta las semillas e introduce los transgénicos que solamente son introducidos para poder cobrar regalías por propiedad intelectual, y de esa forma presiona a trescientos mil campesinos de la India a cometer suicido, eso es genocidio. Cuando Monsanto introduce la soja transgénica en Argentina y promociona el uso de agrotóxicos, está practicando un genocidio en contra de nuestros niños”.

La lucha

“Tenemos que unirnos y salir a darle el fin definitivo a Monsanto”, dijo Lucas Vaca. “Por eso es necesario plantear un plan de lucha en la unión de todos los vecinos, no solamente de esta localidad, para venir al municipio de Malvinas y presionar”.

La Asamblea Permanente del bloqueo exige por un lado, según manifestó en un comunicado reciente [http://ecoscordoba.com.ar/exigimos-la-expulsion-definitiva-de-monsanto-de-malvinas-argentinas/], que la intendenta Silvina González firme la erradicación definitiva de Monsanto.

Esta acción sería posibilitada por la ley 9.841 de Regulación de Usos del Suelo en la región metropolitana de Córdoba, según la cual la empresa multinacional está emplazada en un territorio categorizado como "área de actividad agropecuaria no contaminante", en la que no pueden realizarse actividades industriales.

La Asamblea exige, también, que el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, se expida ante la intención de Monsanto de presentar una segunda Evaluación de Impacto Ambiental, habiendo sido rechazada la primera en febrero del 2014 por la Comisión Técnica Interdisciplinaria de la Secretaría de Ambiente de Córdoba.

En este caso, la Ley de Ambiente de la provincia N° 10.208 estipula en su artículo 20 que “todo proyecto que fuere desestimado o rechazado por la Autoridad de Aplicación, no puede presentarse nuevamente para su evaluación”. En relación con las reivindicaciones de la Asamblea, la concejal Vanesa Sartori afirmó que ni de parte de la intendenta González ni del ministro López han tenido ninguna novedad. “Seguimos esperando”, dijo.

“Es lo que tenemos que aprender nuevamente: cómo vivir como seres de la tierra”.

Eso afirmó Vandana Shiva al relatar la experiencia de la Universidad de la Tierra, en la que se enseña y se practica la agroecología y que forma parte del movimiento Navdanya, creado por ella en 1991 para proteger la diversidad de los recursos vivos y promover la agricultura orgánica. Este movimiento conforma una red en India de 750 mil campesinos y campesinas que cuidan de 122 casas de semillas. Con esa frase Shiva resumió, además, la propuesta de cambio de paradigma que tanto ella como Robin llevan adelante.

“Han resistido a Monsanto”, dijo la filósofa hindú. “Pero éste es el momento de ser creativos y de demostrar hacia dónde podemos ir en el futuro. Y creo que lo que sería transformador es una soberanía alimentaria para Malvinas y también para Córdoba”. Sugirió que a la par del desarrollo del juicio a Monsanto en La Haya, el acampe de Malvinas podría iniciar la tarea de constituirse en la alternativa posible. ¿De qué manera? “Acabamos de disfrutar de un delicioso almuerzo, y ese almuerzo es otro modelo económico y otro modelo de agricultura. Es orgánico, es diverso, es soberano. No está basado en el monocultivo. No está basado en el poder de una multinacional”.

Como si esas cualidades no bastaran, Marie-Monique Robin aseguró que este modelo económico “trae mucha felicidad”. “La alegría viene en el cambio de estilo de vida, en la cooperación, en la ayuda mutua, en la vivencia común de los bienes comunes. En la reafirmación de que hay cosas que no se pueden comercializar, porque pertenecen a todos. Y la semilla es una de estas cosas, por supuesto, porque la semilla es el principio de la vida. Por eso hay grandes cosas por hacer”.

Detener el avance de las multinacionales que extienden la muerte, y en esa resistencia construir alternativas concretas, es imperioso y urgente. “Porque su proyecto es de ecocidio y es de genocidio. Y si no construimos alternativas, no hay futuro para los niños”, dijo Shiva. Y explicó: “No hay espacio en el sistema económico que está siendo manejado por el uno por ciento, donde el resto del noventa y nueve por ciento no importa”. Aseguró que es en cooperación entre nosotros, pero también en co-creación con la tierra, donde vamos a crear nuestro futuro.

Todos los sábados a las 16.30 se realizan asambleas abiertas en el bloqueo a Monsanto, ruta A88, km 9,5.

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