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“Las chicas superpoderosas”
Por republicado / ECOS Córdoba - Tuesday, Jun. 28, 2016 at 4:01 PM

Marie-Monique Robin y Vandana Shiva visitaron las ciudades de Córdoba y Malvinas Argentinas. Un recorrido por las huellas que han venido dejando en éstas tierras, cuyo epicentro es una de las mayores resistencias en contra de Monsanto en el mundo entero.

“Las chicas superpod...
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Cobertura ECOS Córdoba
Crónica: Lea Ross |  @LeandroRoss
Fotos: Nicolás Maurotto

Son las enemigas número una de Monsanto en todo el mundo. O por lo menos, las que más dolores de cabeza le han generado a la compañía. “A mí Monsanto me quiere mucho”, dice una de ellas, entre risas.

Marie Monique-Robin es francesa, periodista e investigadora. Dice que no compra más en los supermercados. Ha escrito libros y lleva en su haber cuarenta documentales. Sobre Argentina, se ha enfocado en dos temas: la Dictadura y el glifosato. La película que más repercusión le ha generado es El mundo según Monsanto (2008), donde recopila testimonios de todo el planeta sobre los estragos de la compañía en todo el globo. Una síntesis perfecta, en formato audiovisual, de lo que es Monsanto, traducido en distintos idiomas y esparcido por todos lados y visto por millones de personas.

Vandana Shiva es una de las activistas que más ha ventilado y presionado para enjuiciar a Monsanto. En particular, los horrores que cometió la multinacional en la India, su tierra natal. Licenciada en Física, ganadora del premio Nobel Alternativo, ha encabezado distintas luchas en contra de los alimentos transgénicos y de la aplicación de regalías por el derecho a la propiedad intelectual a los seres vivos. Su influencia a Mahatma Gandhi, sus denuncias contra las empresas que han generado estragos en su tierra y sus profundizaciones filosóficas sobre el rol de la mujer en el mundo, la han llevado a convertirse en una de las máximas referencias del ecofeminismo.

Ambas, admiradoras del papa Francisco, se conocieron en el año 2004. En ese entonces, Marie-Monique realizaba su documental llamado Los biopiratas, sobre distintos casos de empresas que pretendían cobrar regalías por el uso de organismos vivos. “Ella era la única persona en el mundo que se preocupaba sobre este tema”, comenta la documentalista francesa sobre Vandana Shiva.

Las dos chicas superpoderosas visitaron la ciudad de Córdoba y Malvinas Argentinas, en los días 9 y 10 de junio pasados, en el marco del Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA). Charlas, encuentros, recorridos, exposiciones, toda una agenda apretada para una cuestión urgente.

Imagen Nicolás Maurutto

Imagen Nicolás Maurutto

Modelo argentino

Es la primera vez que Vandana Shiva visita Córdoba. Cuando salió del aeropuerto, se le rompió el corazón al observar, por el camino, los grandes emprendimientos de supermercados Wall Mart y Carrefour: “Esos no son lugares donde venden alimentos, son lugares donde venden basura”.

La primera vez que Marie-Monique Robin visitó nuestro país fue en el año 1992: “Lo primero que filmé fue la Pampa Húmeda. No podía dejar de filmar las vacas. Diez años después, yo volvía al país para filmar un documental sobre el glifosato. No encontraba las vacas, ni árboles. Había feedlots y suelo negro”.

“¿Qué pasó con la carne argentina? ¿Qué pasó con la tierra argentina?”, se pregunta angustiada la documentalista.

Vandana Shiva expone un panorama general sobre los cultivos y el rol de la famosa empresa detrás de la misma: “La primera manera en que Monsanto ha ocasionado hambre es porque destruyó el alimento. En todo el mundo tenemos 8.500 especies de plantas. Por eso es que la comida era distinta, a donde quiera que uno vaya, y era más saludable. Monsanto redujo el cultivo a la soja, el maíz, el algodón y la canola. Estos se esparcieron en cada hectárea, en la cual se plantan este tipo de cultivos, Monsanto cobra en regalías por estos cultivos y esa es la fuente de su ganancia. Todo lo que hizo Monsanto fue agregar un gen tóxico y debe ser castigado por la contaminación de nuestros alimentos”.

“Lo que está pasando acá es grave y preocupante-señala la autora de El mundo según Monsanto, refiriéndose a la Argentina-. 22 millones de hectáreas de soja, fumigadas por con el veneno más tóxico de toda la historia industrial, que es el glifosato, y que como lo comentó Damián Marino, de la Universidad Nacional La Plata, que por monitoreo el glifosato se encuentra en la lluvia, en el agua, en el suelo, en el aire, en el alimento, y hasta en el algodón”.

“Lo que se produce no es comida, sino productos para el comercio –señala Vandana Shiva-. El 90% de la producción mundial de soja está destinada a los biocombustibles y la otra parte está destinada para la tortura de los animales. Los animales están adaptados para alimentarse de pasto por sus cuatro estómagos, no para ser alimentados con granos de soja. Entonces, el grano de soja no está destinado para alimentar a los humanos, no está destinado para alimentar a los animales, es un producto para generar ganancias”.

A pesar del “gran desatre”, Marie-Monique resalta que hay “buenas noticias”: “He estado en África, Japón, Europa, América Latina… En todos los lugares donde estuve, me encontré con agricultores, productores de alimentos que practican la agroecología, la agricultura orgánica, y les va bien. Hay agricultores que cambian de sistema, que pasan a una transición ecológica, más consumidores que no quieren más ésta comida basura”

“Ojala que en Argentina retomen el control de su plato, que recuperen lo que perdieron hace veinte años”, señala Marie-Monique.

Hace pocas semanas atrás, la Unión Europea decidió por el momento no renovar el contrato del glifosato por diez años más, aunque se estaría dándole un año y medio más para la re-evaluación. A pesar de eso, Marie-Monique, quien todavía está llevando a cabo un documental sobre el glifosato, sentenció: “Yo creo que vamos a llegar, poco a poco, a su prohibición”.

Sagradas e inteligentes

Imagen Nicolás Maurutto

Imagen Nicolás Maurutto

“La importancia de la semilla es que es la fuente de la vida. Sin semillas, no hay vida”, señala la referente india.

Vandana Shiva lleva treinta años almacenando semillas: “Hace 30 años me decían que estaba loca guardando semillas. Y hace poco, recibí como regalo semillas de parte de Norita Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora). Es decir, que ahora es una lucha global”.

La costumbre milenaria de la preservación, conservación e intercambio de semillas es una actividad que se vienen ejerciendo en gran parte por las mujeres de todo el mundo, señala Vandana: “Por diez mil años de producción agrícola, las mujeres se han encargado de la producción de la semilla. Y, de esta forma, también se han encargado de generar la diversidad en los alimentos. Así, han generado de 1 a 200.000 tipos de variedades de arroz en India. De la misma manera, podemos ver en México, de 1 se ha llegado a miles de tipos de maíz”.

“Las mujeres se han tomado a las semillas como sagradas y como inteligentes. Las semillas saben cómo crecer. Y también las mujeres también son inteligentes, a pesar de que los patriarcas quieran negar eso. Y de esa forma, se combinan esas inteligencias para generar biodiversidad, nutrición y resistencia”, señala Vandana.

“Pero en éstas dos últimas dos décadas, dentro de diez mil años de historia de producción agrícola, Monsanto ha tratado de tomar el poder en manos de las semillas. Y eso es porque ven a las semillas como fuente de ganancias, a través de patentar semillas que sean inmunes a los agrotóxicos. Y ese es un gran debate. Un debate que se da en Argentina como en India: el debate de las royalties por la propiedad intelectual. Tener que pagar por semillas es algo ilegítimo, es ilegal, es un robo a la naturaleza y eso no se lo puede permitir”.

El sistema de patentamiento de semillas, que planean las empresas trasnacionales, es definido por Vandana Shiva como “la segunda llegada de Cristóbal Colón” a América: “Colón llegó a América con un documento-patente entregado por los reyes, que le permitió patentizar las nuevas tierras. Y desde entonces, ustedes (los habitantes del continente americano o Abya Yala) son colonizados. En ese primer proceso, se trataba de la tierra y del oro. Y hoy es la semilla”.

En India, Monsanto cobraba ilegalmente 1000 rupias por el uso de las semillas del algodón. Incluyendo a los cultivadores cuyas cosechas fueron contaminados por el transgen, mediante la polinización. Según Vanada Shiva, esto llevó a un aumento gigantesco al precio del algodón en un 80.000% (sic), generando un enorme endeudamiento por parte de los campesinos y el terrible desenlace de los suicidios masivos. 300.000 se quitaron la vida en los últimos años: “Si comparamos el área donde sucedieron la mayoría de estos suicidios, vamos a ver que coinciden con el área donde se plantó el algodón transgénico de Monsanto. Al igual que en Argentina, si comparamos las áreas donde hay mayor cantidad de cáncer, coinciden con las áreas cosechadas con soja transgénica”.

“Como dijo Gandhi –continua Vandana, que siempre cita a Gandhi-: la tierra tiene lo suficiente como para satisfacer las necesidades de todos, pero no para satisfacer la avaricia de unos pocos. Esos pocos, ese 1%, está destruyendo la economía de ese 99%, y lo hace a través de la generación de escasez que genera hambre, escasez en la tierra, en el aire, en el agua”.

Al banquillo

Imagen Nicolás Maurutto

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Tanto Marie-Monique como Vandana están trabajando para llevar a cabo un “enjuiciamiento” contra Monsanto. Se trata de una exposición de todos los crímenes cometidos por la empresa, en el Tribunal de La Haya, que se llevará a cabo los días 14, 15 y 16 de octubre de éste año.

En el recinto, se contará con la participación de famosos jueces de renombre internacional, aunque por el momento no se puede decir sus nombres. La primera finalidad de este proceso es para exigir una indemnización civil por parte de la compañía a todas las víctimas que padecen y padecieron sus atrocidades.

Sin embargo, también se busca una finalidad penal. Actualmente, la Corte Internacional Penal reconoce cuatro tipos de crímenes: lesa humanidad, genocidio, agresión y guerra. Lo que buscarán las organizadoras del evento es que, a partir del caso Monsanto, se pueda crear una quinta figura penal, que es el ecocidio.

“El ecocidio -señala Marie-Monique- se inscribe en lo que el papa Francisco describe como la casa común. La casa común que está en muy mal estado, destruyéndose muy rápidamente. Y es muy difícil evitar que las multinacionales continúen con esa destrucción, porque falta un instrumento legal que lo permita. Por eso, los jueces de este Tribunal Internacional del Juicio contra Monsanto van a hacer recomendaciones a la Corte internacional Penal para que pueda incluir dentro de su mandato un nuevo crimen, que es el ecocidio”.

En la página web www.monsanto-tribunale.org se encuentra toda la información necesaria para colaborar, y escrita en cinco idiomas.

En el bloqueo

Imagen Nicolás Maurutto

Imagen Nicolás Maurutto

Las chicas superpoderosas llegan al bloqueo contra Monsanto. Recientemente, tuvieron una reunión privada con la intendenta de Malvinas Argentinas. Al parecer, no prosperó mucho en cuanto al caso de la fábrica paralizada. Sin embargo, frente a ellas, la jefa comunal decidió firmar dos decretos para declararlas “visitantes ilustres” de la ciudad. Curioso: dos días atrás, en el Concejo Deliberante de Malvinas, los concejales de su partido rechazaron la misma propuesta en forma de proyecto, ya que consideraban que tanto la periodista como la física no ejercían ningún cargo importante como para recibir semejante honor.

Retornando el bloqueo, el ambiente es más distinto. Alrededor de 150 personas caminan por las pisos de tierra, se plantan árboles nativos, se regodean con las dos figuras centrales, comen un locro hecho por alimentos orgánicos, y se acomodan en las mesas para disfrutas del plato.

“El poder que ustedes han demostrado en tres años solo puede provenir del amor más profundo a la tierra y a la vida –señala Vandana Shiva a quienes ejercen la lucha contra la procesadora de semillas de maíz-. Marie-Monique comentó sobre el Tribunal que estamos llevando a cabo en la Haya. Pero ustedes ya pusieron a Monsanto en juicio y ya lo han detenido”.

“Cuando Monsanto introduce la soja transgénica y promociona el uso de los agrotóxicos, está practicando un genocidio contra nuestros hijos –continúa la referente del ecofeminismo-. Las acciones de las Madres de Ituzaingó, las Madres de los Desaparecidos, las Madres de Chipko, todas estas acciones son de la gente levantándose y diciendo que no aceptaremos más este genocidio. Y porque este espacio (el bloqueo a Monsanto) es tan emblemático que se ha enfrentado a uno de los peores criminales del planeta en la actualidad”.

Uno de los temas de discusión, en relación a la situación de Malvinas Argentinas, tiene que ver con la otra mega-inversión que está recibiendo la ciudad, que es la fábrica de panes de la empresa  Bimbo: “Las fábricas de pan no producen pan. Producen una especie de masa con un montón de productos mezclados en ellos –explica Vandana-. En India, recientemente tuvimos un debate al respecto, porque incluyen bromato en los panes para incrementar su esponjosidad”.

“Yo le mencioné a la intendenta que en lugar de poner una fábrica, lo que podrían hacer en esta zona es de poner diez o veinte granjas agroecológicas, las cuales se produzca trigo –continúa Vandana-. Y que quienes sepan hacer pan, puedan ayudar a los que no saben y que instalen diez panaderías. Luego, puede asegurarse de que en las escuelas se coma este pan. Y estando tan cerca de Córdoba, van a tener muchísimas oportunidades de vender pan. Entonces, la alternativa es que en lugar de tener solamente una fábrica, con 200 empleados y pan de poca calidad, podrían tener 20 campesinos, 10 panaderías, pan de buena calidad y muchas personas empleadas”.

“Lo importante es que estemos unidos –va cerrando Vandana-. (Las empresas) Van a caer. No solo a través de las medidas que llevamos a cabo, no solo diciéndoles que paren, sino que también creando una alternativa sana para la tierra, y para la comunidad, de la cual podamos alimentarnos”.

El día se cierra con la proyección del último documental de Marie-Monique Robin llamado Santo crecimiento, un filme que declara “el fin del crecimiento económico” y la búsqueda de las alternativas que realizan distintos pueblos del mundo para sustentarse.

Las chicas superpoderosas se han retirado de Córdoba. Durante esos instantes de las “visitantes ilustres”, todo lo que fluía alrededor se tornó distinto, un ambiente fraterno y cálido, sensaciones diversas a nivel físico, intelectual y espiritual. Unos pequeños ladrillos que se juntan para la construcción de un poder que se cimienta desde la tierra. Distinta al poder que se aprieta desde arriba. Vivir intentándolo por la vida misma. Por vivir.

Como remata Vandana Shiva: “Nuestro pan es nuestra libertad”.

Imagen Nicolás Maurutto

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