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Cuerpos silenciados: El ingreso de restos humanos al Museo Etnográfico entre 1904 y 1916
Por Sandra Tolosa y Lena Dávila - Wednesday, Jul. 06, 2016 at 7:12 PM

Vol 6, No 1 | 2016 : Enero / Junio 2016

Cuerpos silenciados. El ingreso de restos humanos al Museo Etnográfico entre 1904 y 1916 durante las campañas militares al Gran Chaco argentino

Cacique Illirí.
Fuente: Cenóz (1913).

Cuerpos silenciados:...
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En este artículo analizamos el ingreso de restos humanos al Museo Etnográfico entre 1904 y 1916, por pedido de su director Juan B. Ambrosetti a diferentes personas e instituciones. Nos centramos en aquellos pertenecientes a indígenas del Gran Chaco argentino, en el contexto del avance militar sobre ese territorio y la consecuente desarticulación de sus pueblos originarios. En este sentido, destacamos cómo miembros del mismo Ejército enviaron objetos etnográficos y restos óseos al Museo, respondiendo a una solicitud directa de Ambrosetti a dicha fuerza armada. En particular, examinamos algunos datos acerca de los únicos de estos restos identificados, el cacique Carayá y el cacique Illirí, este último asesinado en una emboscada y enviado directamente al Museo una vez descarnado. Los casos permiten poner de relieve el vínculo entre la ciencia antropológica y las campañas militares, en el marco de la acción de avance territorial del Estado-nación a principios del siglo XX.

Plano

Introducción

El Museo Etnográfico y sus estrategias de recolección

Campañas militares y expansión del Estado-nación sobre el Gran Chaco

El Museo Etnográfico y las campañas militares

1. La prisión

2. Reducciones y misiones

3. Caciques-trofeo

Reflexiones finales

Listado de abreviaturas

Inicio de página

Texto completo PDF: https://corpusarchivos.revues.org/pdf/1529


Si es la cabeza de un muerto, digo que hay en la muerte,

como en la vida, algo que relampaguea.

Lucio V. Mansilla


Introducción

El Museo Etnográfico, fundado en 1904 como museo universitario dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, se perfiló desde su creación más que como un espacio de exhibición, como un centro de enseñanza e investigación, financiado por el sistema universitario, de cara a la profesionalización disciplinar (Arenas 1989; Perazzi 2005). Esta finalidad científica colaboró con su prestigio, fomentado a través de las redes nacionales e internacionales que Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917) tendió desde la institución, aprovechando su posición como miembro de los círculos de sociabilidad de elite de la época y recurriendo a sus propios vínculos personales dentro y fuera del espacio académico-científico.

De un modo similar a otros directores, como Francisco P. Moreno para el Museo de La Plata, Ambrosetti se ocupó durante los primeros años de formar las colecciones de la institución, con el objetivo de utilizarlos como material de estudio, investigación o canje con otros espacios científicos. Sin embargo, en el caso de La Plata es importante mencionar que a este propósito se sumó el de la exhibición no solo de objetos sino también de restos humanos. Contrariamente, el Museo Etnográfico se destacó a lo largo de los años por no mostrar cráneos y esqueletos en vitrinas dispuestas para la observación del público visitante.

La prosecución del objetivo de sistematicidad seguido por Ambrosetti marcó una cierta diferencia con los científicos de su época, no obstante muchas otras similitudes. Esta caracterización sobre el director y la institución se sostuvo en la historiografía disciplinar a través del tiempo y en cierto modo lo “resguardó” de análisis demasiado críticos, en comparación con otros científicos de la época. De este modo, los aspectos más polémicos y ambiguos de su trayectoria han quedado inscriptos como parte de los “usos” de la época y no han sido examinados en profundidad.

A pesar de esto hay que destacar que los estudios específicos sobre el Museo Etnográfico son aún escasos y relativamente recientes. Estos han abordado centralmente la historia de las prácticas museológicas y, en menor medida, problemáticas concretas alrededor de colecciones particulares (Pérez Gollán y Pegoraro 2004, Gustavsson 2008, Pegoraro 2009; Pegoraro y Elias 2010, Pegoraro y Spolianski 2013). Partiendo de este joven marco de precedentes, nos interesa indagar acerca de un problema específico: la adquisición, durante los años iniciales del Museo, de una serie de restos mortales4 pertenecientes a indígenas contemporáneos a la época. La ambigüedad en la clasificación de estos cuerpos, incorporados a la Sección Antropológica del Museo —constituida en gran parte por restos “arqueológicos”— ya fue planteada por Gustavsson (2011). Coincidimos con la autora en que esta clasificación general pudo contribuir a invisibilizar las diferencias entre restos indígenas de diferentes épocas y que posiblemente esto haya colaborado con la escasa atención que ha tenido hasta ahora el problema que hoy planteamos.

Para abordarlo, nos hemos centrado en los restos mortales provenientes de la zona chaqueña durante las primeras décadas del siglo XX, ingresados al Museo en el marco más general de una serie de “misiones” y encargos realizados por el entonces director Juan B. Ambrosetti a personas residentes —tanto permanente como temporalmente— en diferentes puntos del territorio. Si bien las modalidades de pedido de materiales utilizadas por Ambrosetti involucraron a variadas personas e instituciones que pudieran servir a sus fines, el caso del Chaco constituye un problema particular, en tanto parte de los envíos al Museo —que actualmente forman parte de sus colecciones— fueron realizados por militares que participaban de las avanzadas territoriales contra los indígenas de esa zona. Por este motivo, nos interesa indagar a partir de la información de archivo existente, cómo Ambrosetti supo aprovechar la avanzada militar sobre el Gran Chaco a principios del siglo XX con el propósito de ampliar las colecciones etnográficas y antropológicas del Museo.

El paralelismo entre el envío de los objetos de los indígenas que Ambrosetti sentenciaba a una veloz desaparición y la concreta desarticulación de su resistencia a manos del Ejército es por demás observable. Mientras la cultura de los pueblos originarios era saqueada y destruida, la ciencia se erigía en un rol de “resguardo” de la misma, pero conservando solo sus fragmentos resignificados en vitrinas accesibles para el gusto y la instrucción de las clases medias y altas urbanas. Pero el aspecto más literal de esta paradoja entre destrucción y resguardo fue el ingreso, junto a los objetos etnográficos, de esqueletos y cráneos de indígenas de la región, algunos de los cuales fueron enviados por los miembros del propio Ejército que acorraló, diezmó y dominó a los pueblos originarios del Gran Chaco. Este marco permite profundizar en el vínculo de funcionalidad existente entre la ciencia y la guerra, muy referida en el caso del Museo de La Plata pero menos visible en el del Etnográfico.

En los apartados siguientes realizamos una breve contextualización de las estrategias utilizadas por Ambrosetti para abastecer al Museo Etnográfico y en particular para la creación de la Sección Antropológica. En este marco general, analizaremos algunos ejemplos concretos de pedidos de objetos y cuerpos a corresponsales territoriales, basándonos en la información de archivo existente. Luego contextualizaremos brevemente las principales campañas militares al territorio chaqueño y las relaciones trazadas entre la Facultad y el Ejército. Por último, mencionamos dos casos especialmente identificados en las fuentes: el del cráneo del cacique Carayá y el del esqueleto completo del cacique Illirí —y su hijo/a— cuyos restos habrían ingresado al Museo en la década de 1910. Respecto de este último aportaremos algunos datos que hemos podido relevar, con el objetivo de recuperar aspectos de su subjetividad, invisibilizados por su condición de “objeto” de estudio antropológico. Aun comprendiendo el contexto de la época en el que se insertaron estas prácticas institucionales de adquisición, el trabajo pretende aportar elementos a una reflexión actual sobre dichas prácticas y las consecuencias que tuvieron y tienen para los pueblos originarios, tanto en forma directa como en el imaginario social y académico.

Texto completo PDF: https://corpusarchivos.revues.org/pdf/1529

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