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Editorial Voz Obrera Nº 9 – Todos corruptos y estafadores
Por Partido por la Revolución y el Comunismo-PRC - Friday, Jul. 08, 2016 at 7:17 PM

8 de julio de 2016 | Lo que viene quedando claro es que las alternativas políticas actuales de gobierno son igual de corruptas. Algunos se asombran ante más de 8 millones de dólares en bolsos y valijas. Pero, ¿realmente nos sorprende?

Editorial Voz Obrera...
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En el Estado se administran recursos públicos, a los que se les da una orientación. Hablamos de obra pública, de rutas, calles, puentes, subtes, hospitales, escuelas, de empresas que llevan y traen la basura o que limpian las calles, concesionarias de trenes, empresas que distribuyen la electricidad, el gas o el agua. En fin, hablamos de millones, hablamos de negocios millonarios.

¿A qué empresas adjudicar tal o cual concesión y beneficiar con los negocios que el Estado terceriza? Y allí aparecen la coima, las dádivas y la apropiación privada de recursos públicos por los amigos poderosos del poder con su lógica de la ganancia, nunca de la necesidad.

Es decir que este Estado al servicio de los poderosos combina negocios millonarios y corrupción. No cambia nada si la plata se va como coima a las valijas del kirchnerista José López, en una chacra para Julio de Vido, o si fuga a Panamá de la mano de Cambiemos y de Macri. El Estado funciona como un botín que los “políticos” y los empresarios utilizan para incrementar sus riquezas.

En el gabinete actual, es obsceno ver a los ministros. Todos, representantes directos de las empresas. Y, obviamente, impulsan los intereses patronales y de sus propios negocios. Tal el caso de Melconian y el pago a los buitres, que lo benefició; o el de Aranguren y el aumento de las naftas y las tarifas de los servicios públicos, que lo benefició; o el caso de los funcionarios del PRO que compraban dólar futuro y se beneficiaron con la devaluación que ellos mismos implementaron.

Quienes se floreaban con las banderas de la honestidad y prometieron acabar con la fiesta kirchnerista, son corruptos. Quienes pretendían jugar a opositores y quedarse con las banderas de la resistencia, son corruptos.

Y no sólo la corrupción y sus millones los igualan. También el ajuste y la represión a la protesta social, que va desde Jujuy con Morales (UCR) hasta Tierra del Fuego con Bertone (FpV), pasando por Buenos Aires con Vidal (PRO) y Santiago del Estero con Abdala (FCS).

Ciertos trabajadores que, honestamente, creían en el kichnerismo, nos criticaron haber llamado a votar en blanco. Estas escenas de que hablamos nos dan la razón. Ni Cambiemos ni el kirchnerismo son alternativas de confiar.

Todos han estado en algún estamento de la administración estatal en los últimos 30 años, y en todos los casos es evidente que han hecho más por los negocios de los ricos que por atender las necesidades sociales de la clase trabajadora. No hay más verso. Ya han mostrado muy bien lo que son.

La única opción es organizarnos con independencia política de ambas fracciones de gobierno en cada fábrica, en cada escuela, en cada hospital, en cada lugar de trabajo, en cada barrio, en cada sindicato, para construir un programa de gobierno de la clase trabajadora y para la clase trabajadora, que lleve adelante la expropiación de los capitalistas y la socialización de los medios de producción para echar por tierra las bases de la corrupción.

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