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Un cachito de cada uno para remplazar a Cachito
Por La Retaguardia -
Sunday, Jul. 31, 2016 at 7:25 PM
26 de julio de 2016 | El movimiento de los derechos humanos todavía no puede sobreponerse a la pérdida de un militante tan esencial en el sostenimiento de los puentes que garantizan la solidaridad con las luchas de la actualidad y la conciliación en el marco de las diferencias políticas pero, sobre todo, esencial en la fraternización sincera y la alegría indispensable en el marco de causas tan dolorosas. Víctor Basterra, en su participación en el programa Oral y Público, relató algunos recuerdos que le trae pensar en su hermano de la vida y, en el marco de la cobertura de La Retaguardia en la ronda de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, lo recordaron también Carlos 'El Sueco' Lordkipanidse y Mirta Baravalle.
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Foto: Carlos "Sueco· Lordkipanidse y su dolor indisimulable (Reinaldo Ortega)
Cachito, hermano
Basterra lo despidió por Facebook. |
Cazadores de ñatos
Además, los ex detenidos desaparecidos emprendieron, antes de conseguir los juicios, una cacería por todo el territorio nacional señalando, uno por uno, a los genocidas: "No olvidemos que las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron definitivamente anuladas en 2007. Desde 1997 a 2007 hubo un interregno de impunidad total durante el que con muchos compañeros acusamos a genocidas que nos habían hecho mucho daño. Nosotros los íbamos a buscar, los poníamos en evidencia, establecíamos que estaban en tal lugar". Basterra ejemplificó: "Está el caso de Ricardo Miguel Cavallo (ex militar y miembro del grupo de tareas 3.3.2) que había hecho una fortuna con los bienes de los compañeros, venía haciendo un trabajo sobre la instalación de chips, en ese momento una novedad; se fue a México detrás de un negocio de 400 millones de dólares. Ahí se puso en evidencia dando conferencias de prensa en México donde los compañeros lo reconocimos; así se lo fue a buscar, con tandas de compañeros que llevaban la denuncia de dónde estaba. El último que viajé fui yo, y él terminó siendo extraditado a España porque lo estaba pidiendo ahí el juez Garzón, que fue uno de los baluartes en el cambio de política de derechos humanos en Argentina. Así fue que lo estuvieron buscando en España y todo se fue concatenando para seguir buscando gente de lugares. Pasó en Tierra del Fuego con Luis 'Jeringa' Barrionuevo, en Necochea con Díaz. Andábamos de acá para allá", recordó.
Los sobrevivientes están acostumbrados a prestar testimonio. "Eso nos da cierta tranquilidad a partir de nuestras propias experiencias pasadas. La búsqueda de un genocida conlleva sus riesgos, sus momentos de esparcimiento, de alegría y angustia, pero nosotros habíamos aprendido, en el medio de la angustia, a sacarle una sonrisa a algo o burlarnos de algo. De un rasgo de un compañero. Esto ha sido así con el Sueco Lordkipanidse, con otros compañeros. Fue una impronta de quitarle ese dramatismo que tiene el momento pero hay que cubrirlo con un programa. Esto lo hacíamos naturalmente", contó Basterra.
Obsesión por contar
La ronda de las Madres línea fundadora recordó a uno de sus asistentes frecuentes. |
En la infaltable cobertura que realizó Paulo Giacobbe de la ronda de los jueves para Oral Y Público, el Sueco Lordkipanidse, también ex detenido desaparecido, habló, lleno de dolor, de Cachito. El mismo Sueco que durante el acto realizado en el velatorio no pudo; eligió dejar salir su angustia en la plaza y con sus Madres: "Pido disculpas, esto me cuesta mucho. El otro día fue el velorio de Cachito. La mayoría de nosotros estuvimos presentes. La verdad, no pude hablar. Faltó, en el relato que cada uno conoce de Cachito, un pedazo de historia y voy tratar de traerlo. Con Cacho compartimos más de cuarenta años de militancia. Voy a reivindicar al Cachito de aquellos años, cuando lo conocí. Al Cachito combatiente. Todos lo conocemos como el Cachito solidario, que está en todas, que nunca falta. Pero también fue combatiente de la agrupación Montoneros, igual que su hermano Jorge que cayó en combate. No alcanzó con eso para que lo hagan desistir. Cachito no bajó nunca los brazos. Hasta último momento. Ustedes lo saben. Pocas horas antes de que pasara lo que pasó, estaba en todos lados. En Tierra del Fuego, en Jujuy, donde hacía falta", recordó Lordkipanidse.
El Sueco redobló la apuesta: "¿Y saben qué? En el '74, cuando hacía falta que Cachito estuviera en esta plaza puteando a Perón para decirle que estaba lleno de gorilas el gobierno popular, también estuvo Cachito acá. Cuando acá, en el barrio, porque militábamos acá, muy cerquita, en San Cristóbal, en la fábrica La Serenísima que ya no está más, los compañeros tomaron la fábrica, ahí estaba Cachito en la puerta haciéndoles el aguante. En las tomas de los inquilinatos y los hoteles. En los primeros piquetes en el barrio. En aquella época, ahí estaba Cachito presente ¿Cómo hacía para estar en todos lados? ¡Siempre estuvo en todos lados! Siempre. Desde la época en que empezó a militar como estudiante. Como está ahora acá, con nosotros. Lo veo en todos lados. Lo veo en cada uno de ustedes", expresó tan acongojado como fortalecido por el recuerdo.
Como todos los que lo despidieron, Lordkipanidse advirtió que va a ser muy difícil cumplir con todas las tareas que emprendía Cachito: "Va a ser muy complejo, pero entre todos nosotros lo tenemos que lograr, compañeros. Todos tenemos que poner un cachito el hombro. Por lo menos tratar de sufrir la enorme ausencia que va a significar la partida de Cachito. Hay una parte que faltó en el relato, que fue la del cautiverio".
Así, el militante se internó en el período del horror: "Con Cachito estuvimos juntos en la ESMA. Estuvo un año chupado. Le contaba el otro día un compañero que está acá, una anécdota. La comparto con ustedes. Era muy difícil que a Cachito lo bajaran a trabajar, todos saben lo que era el trabajo esclavo en la ESMA. Todos saben de qué se trataba. Era la única puerta a la supervivencia. Justamente por eso, porque Cachito tenía un hermano muerto en combate, entonces los milicos no lo querían largar porque pensaban que se las iba a dar el día de mañana", recordó y pensó sobre la marcha: "La verdad que se las dio. Lo que quiero mencionar es que apenas bajó Cachito, después de mucho tiempo de haber estado en Capucha y era casi un caso perdido, porque todos lo dábamos por perdido los compañeros que estábamos con él. Lo encuentro, entonces, por primera vez, y le digo 'acá, la única forma de zafar es haciendo algún trabajo. Hacé alguna cosa, algo que puedas hacer para zafar'. Y él me dice: 'Compañero, estás hablando de trabajo, de trabajar, estos hijos de puta me tienen de esclavo acá, y yo, ¡libre o muerto, pero jamás esclavo!'", recordó conmovido para luego .
Cachito, hijo
Mirta Baravalle el jueves en la plaza, despidiendo a otro hijo. |
Luego, Mirta leyó un breve saludo que envió Nora Cortiñas, que no pudo acompañar la ronda:
'Cachito: estás presente con todos y todas nosotros para siempre. En esta plaza y donde estemos. Como persona, como militante, como testigo del horror. No olvidaste nunca a tus compañeros y compañeras que quedaron soterrados en el infierno de los campos del terror. Fuiste ético y solidario, transparente. Estuviste siempre donde la injusticia requería tu presencia. Hijo, nieto, hermano, sos el imprescindible. Desde esta plaza te doy la mano para seguir caminando juntos. Hasta la victoria siempre, Cachito. Un abrazo. Nora'
"Es lo que sentimos todos los que estamos acá recordando su presencia, su mano, su calidez, su sonrisa y su mirada bella y a veces maliciosa, pícara. Tenemos muchos motivos valederos, valiosísimos para recordarlo y tenerlo presente. Quizás querrán mandarle un mensaje a Cachito, a decirle que cómo lo sentimos y que siempre va a estar con nosotros. No estarás físicamente, Cachito, pero vas a estar siempre en nuestro corazón y en nuestra presencia", aseveró Baravalle.
Tu risa sonora vuelve a estallar, Cachito, entre tantas otras cosas que ya añoramos. Tu risa vuelve, solo que esta vez flota entre nosotros y nosotras.
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