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"El compañero cooperativista debe ser parte de la construcción del gremio"
Por CNCT - Wednesday, Aug. 10, 2016 at 3:06 PM

08/09/2016 - 21:17 | Fuerte testimonio político del secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense y representante del Núcleo del MTA, Héctor Amichetti, en el Encuentro de la CNCT. Un debate urgente para la unidad entre trabajadores dependientes y cooperativos, a pocos días de un acto decisivo en Ferro el viernes 12 y el Congreso de Unificación de las CGT el 22. Su espacio político sindical también adhiere a la Marcha Federal convocada por la CTA para el 31 de agosto.

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El movimiento obrero frente al proyecto neoliberal

Les voy a hablar de un sindicato que nació en 1857, cuando cincuenta tipógrafos se unieron y crearon la sociedad tipográfica bonaerense, y sentaron algunos principios que son el pilar para poder ir atravesando en el tiempo todos los obstáculos que los trabajadores del pueblo han tenido. Esos principios eran los de ayuda mutua -  principio básico -  y al poquito tiempo agregaron la emancipación social de los trabajadores. Imagínense ustedes esos grandes y profundos planteos por aquellos tiempos, tiempos de guerras civiles, de unitarios y federales, donde hacía muy poquito había muerto el General San Martín. Esa organización nace ahí y todavía vive, con otro nombre, pero nos muestra el enorme poder que tienen las organizaciones de los trabajadores, que son las organizaciones que el pueblo construye, cuando están alentadas por principios muy profundos y humanos, como la ayuda, la solidaridad y la libertad, que encierra la palabra emancipación de los trabajadores. Yo hablo desde esa historia, porque siempre en el gremio hacemos este planteo, es decir, podemos lograr todo en la medida que miremos hacia atrás todo lo que hayamos atravesado: crisis, guerras, situaciones muy difíciles, y sin embargo las organizaciones subsistieron.

Tomando muy puntualmente la coyuntura argentina, y muy particularmente el tema del trabajo, el viernes 29 de abril vivimos acá una jornada que a mí me parece muy interesante por lo que significó: una expresión del pueblo de los trabajadores en la calle, tomando como eje central el trabajo, más allá que alguna dirigencia hubiera querido tener otro eje, se planteó puntualmente la defensa del trabajo. Me parece que no es un tema menor, y si repasamos un poco, la historia nos tiene que servir para orientarnos hacia dónde debemos canalizar los esfuerzos, en esta etapa que muchos de nosotros llamamos de resistencia. Porque indudablemente el trabajo une, y si uno mira la última experiencia a fondo del proyecto neoliberal, nos llevó a la situación de desempleo más grave de la historia, alrededor de un 25% de desempleo: desocupación, subocupación y pobreza. Y ahora vemos que a sólo cuatro meses y medio, el intento de restauración de aquellas políticas provocan nuevamente o ponen el tema del trabajo como tema central, me parece muy alentadora la reacción popular, que creo que en aquel momento, de principios de siglo iniciamos un proceso de recuperación del poder popular, con gobiernos que entraron  a interpretar, producto de esa crisis, la voluntad del pueblo. Y eso nos llevó tal vez también al punto más alto de lo que fue el proceso de integración latinoamericana, si uno toma lo que se comenzó con Hugo Chávez y que se siguió en Brasil, en Argentina, en Ecuador, en Bolivia, para nosotros marca un punto muy alto en la experiencia histórica. Fue muy esperanzador el momento en que todos nos encontrábamos con un fuerte rechazo a las políticas del neoliberalismo y con una gran voluntad de ir uniéndonos, de ir integrándonos y de ir generando un proyecto que superara la idea de los proyectos nacionales, que fuera un proyecto continental, latinoamericano, que no era ni más ni menos que lo que habían levantado nuestros próceres cuando plantearon la independencia. Y que es el desafío siempre hacia adelante, cuando hablamos de alternativas a esta crisis mundial, la integración del pueblo latinoamericano.

El otro día, en una editorial del diario La Nación, que es vocero de los sectores oligárquicos, que nos deja también una señal, que los 70 años de legislación laboral en Argentina habían generado una falta de productividad y un alto costo laboral. Es decir, estaba estableciendo no un período corto, estaba hablando de 70 años de historia de la legislación en Argentina, y hablaba concretamente de la centralización de la negociación de los convenios colectivos, de los salarios, como algo totalmente contrario a la posibilidad que la economía sea competitiva, de que haya productividad. Por supuesto que se refería a algo que nosotros logramos en muy corto tiempo, donde en tan sólo 4 meses logramos generar una acción unitaria como para que salga una emergencia ocupacional, que de por sí no resuelve el problema del empleo, pero se instala muy rápidamente frente a un proyecto de los sectores poderosos de la economía, instala la cuestión de la defensa del empleo como barrera a ese avance. ¿Qué es la emergencia ocupacional? es un proyecto de ley que en estos días lo va llevar a incrementar el debate sobre el posicionamiento político, porque si este proyecto es vetado, tendremos una bandera más de continuidad de lo que se inició el viernes pasado. La Nación decía en esa editorial, cuestionando la centralización de la negociación a través de un sindicato único, por rama de producción y servicio, cuestionando las leyes que dan amparo a los trabajadores como algo que realmente pone freno a la posibilidad de hacer una economía competitiva y productiva.

También nos está hablando que durante 70 años, y con todos los intentos que hicieron desde el punto de vista del proyecto oligárquico, no pudieron revertir algo que fue producto de la experiencia de un pueblo y construcción de la organización de ese pueblo. Hablamos de 70 años donde esos sindicatos fueron intervenidos, donde sus representantes fueron encarcelados, perseguidos, sufrieron exilio, fueron asesinados, donde hubo un genocidio que hizo desaparecer a miles y miles de compañeros. Sin embargo, en 70 años no pudieron revertir lo que fue la más alta experiencia de dignificación del pueblo y de sus derechos, no pudieron destruir las organizaciones que siguen en pie, más allá de los dirigentes, ahí tenemos que poner el eje, porque a través de esas organizaciones es por donde vamos nuevamente a recuperar el camino. Esto es importante ponerlo como eje, el valor de la organización es el valor de lo que hemos conquistado con nuestras luchas, y que a pesar de toda la represión no nos han podido quitar, porque sobre eso tendremos que reconstruir, en este minuto de la historia, nuestra fortaleza, nuestro poder para estar nuevamente encaminándonos en el destino que nosotros realmente necesitamos como pueblo.

Los programas del movimiento obrero como proyecto de liberación

Para hacer un breve repaso de lo que ha sido nuestra experiencia como movimiento obrero, allí por el año ’55, cuando es derrocado el peronismo en Argentina, y en donde aparece que tal vez la primera línea de dirigentes sindicales, no era la más predispuesta a luchar contra lo que tenía a resistir, aparece una segunda línea de dirigentes y se encauza una resistencia que fue extraordinariamente heroica. De esa resistencia surgen los programas del movimiento obrero que nunca perdieron vigencia. Aquellos compañeros, que después del año ‘55 tomaron la bandera de la resistencia, elaboraron los mejores programas del movimiento obrero argentino y no eran programas solamente para los trabajadores, eran programas de país, eran proyectos de liberación. El programa de 1957 en La Falda, donde se unen las regionales de la CGT y donde aparecen las primeras acciones de lucha, establecía como puntos centrales: el control estatal del comercio exterior, la eliminación del monopolio de exportación e importación, la tierra para el que la trabaja, la integración económica de los países de la América del Sur. Es un programa del movimiento obrero, nace del movimiento obrero en La Falda, la estabilidad laboral plantea un Estado fuerte nacional y popular, y realmente que había que destruir a los sectores oligárquicos ligados a la fuerzas del imperialismo. El contenido de este programa, que después en la  historia del movimiento obrero argentino sigue avanzando, porque en el ‘62 hay otro programa, el de Huerta Grande, que plantea la nacionalización de la banca, y después hay otro con la CGT de los argentinos, que tuvo el honor de conducir nuestro querido compañero Raimundo Ongaro, y que planteaba la función social de la propiedad, rescatando la constitución de 1949, la propiedad sólo debe existir en función social. Y después, más cercano a nuestro tiempo, en el ‘86 la CGT resiste, porque el elemento de dominación ya no era una dictadura, sino la deuda externa y el primer punto de los 26 puntos de la CGT la moratoria de la deuda externa: no se debe pagar a deuda externa sin antes reactivar la economía del país, y debe estudiarse cuál es el origen de la deuda externa. Por eso nosotros estamos convencidos que las mejores armas para combatir este nuevo intento de restauración oligárquico, en Argentina y en toda América Latina, es precisamente ir a nuestras fuentes, ir a nuestra historia, ir a lo que vivimos y nos permitió enfrentar todas las formas de represión, hasta el genocidio del año ‘76, y sin embargo logramos seguir en pie.

Cooperativismo y trabajo autogestionado

Refiriéndome particularmente a las experiencias de lo que es el trabajo en su nueva forma, estamos incorporando una secretaría de cooperativismo y nuevas relaciones de producción. Para nosotros esto es esencial, porque viene de nuestro propio origen: cuando decíamos “emancipación social de los trabajadores”, soñábamos, nuestros hermanos fundadores, en que algún día los trabajadores no iban a tener más patrón, planteaban esta cuestión de la explotación del hombre por el hombre como un tema central, y añoraban esa sociedad donde algún día el trabajador iba a ser realmente el productor y el dueño de todo lo que producía. La experiencia cooperativa en el gremio surgió también de aquel período de resistencia. Después del ‘55 surge la primera cooperativa gráfica. Cuando la dictadura militar liquidaba empresas que eran del Estado, se juntaron 200 gráficos y nace la Cooperativa Obreros Gráficos, COGTAL. Esto que también hay que señalarlo, quedan muy pocas empresas de forma tradicional, desde aquella época hasta ahora, muchísimas cayeron en los distintos períodos de crisis económica, y COGTAL sigue en pie, es decir, que con ejemplos concretos demostramos que esas formas distintas de producción son realmente eficaces, y atravesaron todas las situaciones dentro de lo que ha sido la traumática experiencia económica que ha vivido nuestro país y Latinoamérica. Por supuesto la crisis del neoliberalismo y la generación de un alto índice de desocupación nos llevó a nosotros a tomar la alternativa cooperativa como una manera de salvar puestos de trabajo, en un principio, y surgió también de nuestra experiencia histórica. ¿Por qué hubo un movimiento de empresas recuperadas en Argentina tan expandido? porque realmente, más allá de la actitud de los sindicatos, que lamentablemente la mayoría los sindicatos no acompañó la recuperación de empresas, estaba la rica experiencia de los trabajadores organizados, y eso ayudó, y en mucho, a que surgieran la cantidad de empresas recuperadas que tenemos en Argentina.

También recuerdo que Hugo Chávez, tomando la experiencia nuestra, decidió organizar el primer congreso latinoamericano de empresas recuperadas, en el que participamos un grupo de cooperativas argentinas, y fuimos también algunos sindicatos. Y en aquel momento vimos de qué manera se daba la integración de los trabajadores y las centrales obreras, para acompañar ese periodo en donde América Latina venía mostrando una línea de inicio, de una era esperanzadora. En aquel congreso latinoamericano tan interesante, tan enriquecedor, Hugo Chávez planteó que nuestro desafío era crear multinacionales cooperativas, porque en este escenario mundial de concentración de la economía, él señalaba que teníamos que potenciar esto desde todos los países de América Latina, y demostrar que esta forma de producción, acompañada e inserta dentro de los proyectos que vivimos en cada uno de nuestros países, tiene que llevar a formar empresas que realmente estén al servicio de un proyecto latinoamericano, y que rompan el esquema de la especulación, la concentración, la ganancia excesiva. Esos grandes ejes que nos planteaba Hugo en aquel encuentro  para nosotros no han desaparecido, siguen siendo el desafío.

En nuestro gremio demostrábamos también que no era solamente en el periodo de crisis en el que había que recuperar empresas. producto de eso que también relataba de la crisis gral del trabajo esto continuó aún con un gobierno que generó trabajo, desendeudo el país, y sin embargo seguimos haciendo experiencias de cooperativas, de empresas recuperadas, a tal punto que construimos una red de cooperativas gráficas, articulando con el sindicato, como una manera de que una economía como esta, en un escenario de alta competitividad y de poco apoyo a las empresas de la economía social, era necesario unirnos, generar acciones conjuntas para comprar la materia prima, para plantarnos ante el Estado, para poder salir a competir con las empresas del sector privado.

Estas experiencias son tremendamente valiosas. Yo sólo quiero señalar que como gremio, no sólo para nosotros, hemos revalorizado la condición de trabajador del compañero cooperativista. Nosotros entendemos que el compañero cooperativista debe ser parte de la construcción del gremio. No sólo que tenga sus políticas sociales, que forme parte de una obra social de un gremio, no sólo es eso, sino que el cooperativista le está mostrando al resto de los trabajadores del gremio algo que se llama conciencia, la conciencia de que las empresas pueden ser manejadas y administradas por los propios trabajadores. Fíjense que esto formaba parte de aquellos históricos programas del movimiento obrero el control  de la producción, la participación en las ganancias y en la administración de las empresas. Eso no es parte de la historia, eso sigue siendo parte de nuestro presente. Esas son las banderas que nos llaman al desafío de construir y lo estamos haciendo. Sepan ustedes que lo del viernes fue una señal más que nos empuja a que tenemos que construir una alternativa desde los propios trabajadores, con una concepción amplia, donde a través de un frente volvamos a unir, como lo hemos hecho en otras ocasiones de la historia, a los trabajadores en relación de dependencia, a los autogestionados y cooperativistas, a las pymes (que alguna vez les hemos dicho “ustedes eligen las alianzas, no lloren después por las alianzas que han elegido” las pymes hoy estén mirando cómo van a recoger las migajas que les puede llegar a dar este proyecto oligárquico, se van a arrepentir después,  nosotros tenemos que invitarlos a que se sumen a este gran frente, que estoy convencido que lo vamos a construir, como lo hemos hecho en otras épocas de la historia y que va a tener el poder suficiente como para torcerle el brazo a este proyecto que hoy tenemos en Argentina.

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