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En defensa de la ganancia, los empresarios y el Estado frente a la crisis
Por Julia Soul - Friday, Aug. 12, 2016 at 8:09 PM

12 de agosto de 2016 | Suspensiones y despidos, pedido de políticas económicas específicas y solicitud de exenciones impositivas. Todas las medidas que los empresarios industriales exigen al Estado para resolver la crisis apuntan contra las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora. El ejemplo de los empresarios metalúrgicos. Protección de la industria… no de los trabajadores.Por Julia Soul

En defensa de la gan...
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En ocasión de la reciente visita del presidente de México Enrique Peña Nieto a Argentina, un grupo de CEOS de diferentes empresas multinacionales se reunió en Buenos Aires para “hacer negocios” y participar de las reuniones con el objetivo de promover políticas para “atraer inversiones”. Los empresarios metalúrgicos manifestaron la importancia de establecer una zona de libre comercio de las Américas y reclamaron políticas proteccionistas frente a los productos industriales chinos.

Como la actual crisis económica es una crisis generalizada que tiene alcance mundial, los empresarios buscan establecer acuerdos para que los Estados implementen políticas que favorezcan las condiciones en las que se desempeñan, liberándolos de competidores importantes (como los productos de China, en este caso) y favoreciendo las condiciones para competir en zonas más amplias.

Los acuerdos comerciales entre empresarios mexicanos y argentinos tienen como premisa intentar mantener la “cancha nivelada” a nivel latinoamericano. El intento de un sector de industriales argentinos, liderado por Paolo Rocca de Techint, es que los gobiernos formen un frente común contra los productos chinos, a través de la elevación de aranceles. En el mismo sentido se pronunciaron los empresarios siderúrgicos del mundo en una reciente reunión en el marco de la Organización Internacional del Trabajo.

El tipo de protección industrial que invocan los CEOS en estas reuniones no contempla la protección de salarios y condiciones de vida de los trabajadores. Por el contrario, la condición para que la protección de los productos de la competencia china funcione y les permita a los empresarios sostener su rentabilidad en este contexto de crisis, es que bajen los mentados costos laborales. Por eso, paralelamente con la exigencia de protección industrial, despliegan una ofensiva contra los trabajadores. Así, se festejó la reciente devaluación en Argentina que abarató el “costo de la mano de obra”, poniendo nuevamente de relieve, como un problema los altos salarios locales. Es conveniente recordar que ya el CEO de Techint, Paolo Rocca se había quejado por los altos costos laborales de Argentina respecto de Brasil y México. Por eso, los pedidos de “protección industrial” se asocian con una fuerte ofensiva contra los trabajadores .

Los intentos de exención impositiva para las empresas

La situación impositiva de las empresas multinacionales siempre es un misterio. Prácticas de elusión (manipulación de la información contable para disminuir el pago de impuestos) o de evasión fiscal son comunes entre las grandes empresas. Tanto que en la actualidad, el CEO del grupo Gerdau (André Gerdau) está actualmente acusado de evadir impuestos en Brasil por más de 250 millones de dólares, con posibilidades ciertas de ir a prisión.

En las últimas semanas, los medios difundieron una serie de gestiones que el grupo Techint realizó en diferentes niveles del Estado (municipios, provincia y nación) para negociar una quita de la carga impositiva o exenciones a las tasas que deben abonar las empresas. El Consejo Deliberante de Campana (sede de Tenaris Siderca) oficializó una quita del 20% de la Tasa de Seguridad e Higiene para todos los contribuyentes locales que acrediten situación de crisis. El origen de la resolución municipal es un pedido de reducción de la tasa que habría realizado el propio grupo Techint. A esto se suma la negociación de acuerdos similares a nivel provincial y nacional.

La quita de impuestos a las grandes empresas se realiza en el marco de un incremento leonino de las tarifas de servicios (transporte, gas, energía eléctrica, agua) que derrumbaron el poder adquisitivo de los salarios. Además son quitas que se dan en el marco de un sistema tributario sumamente regresivo, cuya mayor fuente de recursos es el IVA (impuesto al valor agregado) que abonan por igual trabajadores y empresarios. De esta forma, lejos de redundar en mejores condiciones para el desarrollo del conjunto de la sociedad, la quita de impuestos sólo beneficia el interés individual de los empresarios.

El ataque al poder adquisitivo del salario y al salario indirecto

Esta quita de impuestos se suma a los “ahorros” realizados en función de las suspensiones de personal. Recordamos que en estos momentos, gran parte de las empresas siderúrgicas, las de “línea blanca” y las automotrices entraron en planes de suspensión de personal con diferentes modalidades, por lo que miles de trabajadores se encuentran percibiendo una fracción de su salario “en negro”.

En efecto, en el marco de las suspensiones, las grandes empresas abonan una “prestación no remunerativa” o sea pagos “en negro”, sin contribuciones a la seguridad social (jubilaciones) o al sistema de salud. Es decir que el régimen de suspensiones atenta directamente contra el salario indirecto de los trabajadores (desfinanciando el sistema jubilatorio y de las obras sociales).

Además, las empresas siderúrgicas se negaron a pagar el aumento salarial que acordó la UOM y prolongaron la negociación del incremento salarial en la rama durante más de un mes, en un conflicto que involucró al conjunto de las plantas. A eso se suman los despidos que se vienen produciendo desde finales de la año pasado en las empresas contratistas, que se estiman en más de 2000 para todas las plantas.

En definitiva, la resolución de la crisis para los empresarios pasa por avanzar sobre las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora. Quieren disminuir el “costo” de sus inversiones, es decir, aumentar la proporción de riqueza producida que vaya a parar a sus bolsillos. Los intentos de pagar menos impuestos y de bajar el costo laboral y los ataques al salario indirecto de los trabajadores a través de las “prestaciones no remunerativas” son las vías principales hasta ahora.

Toda vez que la “atracción de inversiones” es un punto fundamental en la agenda del gobierno, se entiende que la lógica de la quita de retenciones, el veto a la ley que prohibía los despidos encareciéndolos y los acuerdos sobre los impuestos de la grandes empresas es que – en un momento de estancamiento - los empresarios mantengan su rentabilidad. Son los trabajadores organizados, en defensa de sus salarios, de sus condiciones de trabajo y de sus condiciones de vida los únicos que pueden poner límites a estas políticas.

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