Julio López
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Megacausa La Perla
Por Movimiento DD.HH. - Monday, Aug. 29, 2016 at 8:00 AM
ceciliomanuel3016@gmail.com

VIDA y MILITANCIA de una COMPAÑERA DESAPARECIDA en LA PERLA

"Monina" Graciela María de los Milagros DOLDAN . La última batalla ganada al enemigo, impiadoso y cruel. PRESENTE COMPAÑERA !!
Al Mayor que dirigió su fusilamiento lo despidió: le dió la mano, un abrazo y le dijó: «Sos el ultimo ser humano que voy a ver antes de morir y aunque vos no lo sepas sos un ser humano y para mi es importante, porque me estoy despidiendo de la humanidad».

Graciela nació en Santa Fe, el 19 de agosto de 1941. Estudió el secundario en el Colegio Nuestra Señora del Calvario. Ingresó a la Facultad de Derecho de la U.C.S.F. en 1960 y se recibió en 1965. Fue presidenta de la Acción Católica Universitaria (J.U.C.) de Santa Fe.
Siendo ya abogada, epoca de la dictadura de Ongania, ejerció su profesión, principalmente en derecho laboral, defendiendo al sector obrero. Integraba la Asociación de Abogados de Santa Fe, dedicada a la defensa de los Derechos Humanos. Trabajó, también, como abogada voluntaria en la CGT.

Integró, en Santa Fé, el grupo fundacional de lo que sería después Montoneros.
En febrero de 1971 debió irse de Santa Fe. Se instaló en los primeros tiempos en Buenos Aires y luego en la ciudad de Córdoba, junto a su pareja, José Sabino Navarro.

«Monina» fué parte del grupo que mantenía desde tiempo atrás disidencias dentro de la organización Montoneros, que culminaron con la creación de la “Columna José Sabino Navarro».
Frente a diversos procesos políticos que llevaron al desmembramiento de la Columna, en 1975, decide reingresar a Montoneros, continuando su militancia en Córdoba.

María Graciela fue detenida el 26 de abril de 1976 en su departamento, compartía la vivienda con Rosa Mauren Dory Kreiker o Kreuker, llamada "Turquita", que también fue llevada a La Perla y trasladada al poco tiempo.
Fue torturada en el mismo departamento, donde "se montó una ratonera", esto quiere decir que un grupo de varios hombres permanecieron en el lugar durante toda la noche y parte del día siguiente. Durante "la ratonera" llega un compañero a la casa y María Graciela logra avisarle a través del portero eléctrico su situación, posibilitando la huida del otro.

A María Graciela se la dejó viva durante 10 meses para que viera en la práctica la derrota de un proyecto. Había que mostrarla como "trofeo de guerra": por ser en si misma "una institución" y por ser la compañera de Sabino Navarro.
Al capitán Guillermo E.Barreiro, que en 1976 aún era Teniente primero "le gustaba" cada vez que entraba en la cuadra, hablar con María Graciela, porque veía en ella al enemigo derrotado, pero que guardaba una línea de conducta, que fue una constante durante todo el tiempo en que permaneció en La Perla.
Su línea de conducta significaba en la práctica: no dar información, no creer que "los oficiales jóvenes" iban a sacar el país del caos, ni tampoco pensar que esa derrota del campo popular iba a ser estratégica.
Para probar su línea de conducta, se emplearon todas las técnicas posibles para desgastarla, para quebrarla, para experimentar hasta donde llega la ideología en el ser humano.
Es por esto que, durante bastante tiempo, se la aisló entre biombos, le hicieron ver "cientos" de traslados en los que ella no partía, vio morir en la cuadra, sintió el grito en la tortura, sufrió todos los procedimientos, los enfrentamientos fraguados.

Ella, a pesar de todo esto y vivir como una secuestrada, sin ninguna esperanza para su futuro y sin ningún contacto con su familia, en medio de la locura y la barbarie, intentó formar un grupo, cuyo fin era resistir la derrota, al embate del enemigo que era muy poderoso en ese momento. Este grupo fue detectado y la mayoría de sus miembros fueron trasladados.
Pude charlar con ella y profundizar nuestras discusiones desde diciembre de 1976 hasta el día de su traslado en febrero de 1977. Pensaba mucho en los cumpas que estaban vivos afuera, militando y que iban a ser secuestrados. Quería evitarlo desesperadamente.
Dijo « Las caidas no son aritmeticas, son geometricas, en poco tiempo van a caer todos por la cita o contactos, hay que hacer algo"
Trató de convencer a los militares que la Organización era mucho más fuerte de lo realmente existente con la finalidad de «parar" el ciclo caida-tortura-delación-nueva caida. Discutió con la oficialidad del campo la imposibilidad de secuestrar a toda la Organización, para que intentarán otros metodos. Los milicos de la Perla le ofrecieron dar una conferencia de prensa. Ella pensaba aceptar pero no en los terminos estrictos que pretendían los milicos. Pretendía intercalar entre sus dichos publicos que la Orga debia dispersarse en esa etapa para que así se salvaran del inevitable secuestro y la muerte.

Nunca pensó en salvarse a si misma sino que era un intento de que afuera hubiera una reflexión y que se rompieran los contactos organicos, ya que desde su «lugar" en el campo veia día a día como seguian cayendo compañeros debido al ciclo conocido de represión.
Intentó en su contrapropuesta a los milicos sobre la conferencia de prensa, incluir a cumpas del campo de concentración secuestrados muy jovenes y aquellos que no tenían altos niveles de compromiso organico, como un modo de protegerlos.
Los milicos no aceptaron los terminos y continuaron con su maquinaria mortal.

Aproximadamente tendría 1,55m de estatura. Hacía un gesto muy característico en ella con su mano derecha, levantando y moviendo los dedos con delicadeza, mientras torcía su mano.
Muchas veces hablamos de las posibilidades reales de vida que ella tenía. Siempre supuso que la iban a fusilar.
Por eso planteaba que el que saliera con vida, tenía que contar todo lo sucedido en el campo de concentración. En ese momento, no creía que pudiera ser yo, la que pude contar hoy, lo vivido en La Perla.
Había 3 escalas de evaluación en el campo: blancos, grises y negros. Estos últimos no tenían ninguna posibilidad de vida. Previendo su destino final, le planteó a Barreiro que el día de su traslado, el estuviera presente.

Barreiro fue jefe de interrogadores en el año 1976.
De ideología fascista, sumamente vanidoso y autosuficiente, se sentía importante frente a sus camaradas y personal subalterno, al tener alguien "de calidad" detenido; por eso le gustaba hablar políticamente con María Graciela con la cual mantenía discusiones. Barreiro pensaba que "la elite sólo puede hablar con la elite".
"Parecía" que Barreiro respetaba a "la gorda". Los hechos fueron otros: El mencionado Teniente primero y el sargento primero Luis Manzanelli le hicieron sufrir 2 veces un traslado fraguado: la llevaron a la oficina, la hicieron llegar hasta el camión y luego le dijeron que era mentira.
Al respecto María Graciela decía con ironía (refiriéndose al Tte. 1ro. Barreiro), "hay amores que matan", porque Barreiro siempre le decía que él la estimaba mucho, por su valor frente a la tortura, por su capacidad política, por su voluntad de vivir, pero...
Como decía el Tte. 1ro. Gonzalez, refiriéndose a nosotros: "Ustedes, los prisioneros, son gente hermosa, muy capaces y muy valiosos, pero... esta es una guerra santa... y hay que destruirlos, porque ustedes son los agentes del mal..."

Corría el mes de febrero de 1977.
Este mes fue el más terrible para los prisioneros considerados como "negros".
Es la época en que Menéndez pone en práctica el "pacto de sangre". Hasta fines de 1976, el personal de cuadros del Destacamento era llamado por el resto del arma "los oficiales asesinos". Por eso, a partir de 1977 se compromete a todo el personal del III Cuerpo en la participación del "destino final" de los prisioneros.
Febrero fue la época de sacar 3 personas por día a las 4hs de la tarde.
No era fraguado esta vez. Sabíamos el día en que íbamos a partir. Barreiro fue el que preparó "maquiavélicamente" esta forma de salir.

El día que la llevaron, intuyendolo, no duerme la siesta tras el almuerzo magro, que solia realizar. Al preguntarle una compañera de porqué no se toma ese leve irse del infierno, en la siesta contestó «No, me vienen a buscar hoy y quiero aprovechar las ultimas horas de vida que me quedan para pensar".
Ademas agregó; «Compañera, te van a venir a ver despues que me maten para regodearse en tu llanto, por favor no llores. No le des el gusto"
Al final ella salió en un grupo de tres... Posiblemente el 17 de febrero de 1977, pero no puedo asegurarlo. No se con quien se fue.
Maria Graciela estaba muy serena y hermosa...
Pensaba que era "demasiado" el tiempo que había permanecido con esta "sobrevida".
Cuando se fue, hizo la V de la victoria en el centro de la cuadra.
Barreiro no estaba. No se atrevió a dar la cara, porque era un cobarde. Sólo servía para hacernos agonizar desde las sombras.
El capitán Jorge Exequiel Acosta lo reemplazó:
Ella le pidió a Acosta ser trasladada sin venda y sin las manos atadas. En el camión iba mirando el cielo y la naturaleza.

En el lugar que le había preparado, ella pidió un cigarrillo.
Quiso morir viendo el sol y el cielo. Al Mayor que dirigió su fusilamiento lo despidió: le dió la mano, un abrazo y le dijó: «Sos el ultimo ser humano que voy a ver antes de morir y aunque vos no lo sepas sos un ser humano y para mi es importante, porque me estoy despidiendo de la humanidad».

Se comentó en la cuadra luego, que el Mayor volvió llorando y no quiso participar nunca más de un fusilamiento clandestino.
La compañera «Monina» la había ganada su ultima batalla.

Basado el paso de «Monina» por la Perla en las declaraciones ante juzgados de Graciela Geuna, Teresa Meschiatti y otros sobrevivientes del campo.

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