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Facundo, o Civilización y Barbarie en la Patagonia
Por Big Sur -
Tuesday, Sep. 06, 2016 at 1:32 PM
La historia de Facundo Jones Huala, el mapuche patagónico que quiere hacer la revolución en las montañas.
Por Pablo Siciliano 03-09-2016
“¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte!”
1.
Facundo Jones Huala tiene desde su nombre el estigma de no pertenecer. Es una diferencia encarnada en la doble tradición de lo mapuche y lo europeo. Eso que hizo eclosión en el territorio, con la aplastante victoria bélica de la conquista, prevalece como conflicto en su signo. “A nosotros se nos impuso este apellido Jones por los británicos”, expresó hace poco Facundo mirando fijamente a los ojos del fiscal de uno de los tantos juicios a los que ha asistido en su vida.
Sobre su corta vida ya abunda la mitología: lo mismo sucedió con los viejos caciques del siglo XIX, con el fantástico ejemplo de Calfucurá, sus dos corazones y su jinete fantasma. Nada de esto importa: el famoso lonko Inakayal falleció como empleado de limpieza en el Museo de La Plata, un mero trofeo de guerra degradado a la esclavitud. La construcción mitológica no es inocente: cuando algo se reduce a un arquetipo su discurso pierde valor.
Facundo nació en Bariloche el 9 de mayo de 1986. Es hijo de un campesino nacido en Mina de Indios que le corrió caballos a Cristóbal López y de una mapuche cuyo tío lonco supo encabezar reclamos por la posesión de la tierra en la provincia de Neuquén. La leyenda expresa que llegó hasta cuarto grado de la primaria y que ya no volvió a la escuela. Su adolescencia estuvo atrapada en otra contradicción, la de ser pobre en el paraíso natural de la comarca andina.
En su niñez comenzó a militar en organizaciones de los pueblos originarios pero su discurso se fue amplificando y ganando contenido. A los 11 años fue detenido por primera vez y en los conflictos del 2001 terminó preso por protestar con gomeras ya que, según sus palabras, “nos estábamos muriendo de hambre”. A los 13 padeció por primera vez tortura de manos de la policía de Río Negro. Por entonces reclamaba viviendas tras las inundaciones que tiraron las casas de su barrio abajo.
Ya en su juventud creó la Resistencia Ancestral Mapuche, organización que, en palabras de Facundo, “está compuesta por revolucionarios, anticapitalistas, antiimperialistas y antioligárquicos. No aspiramos a la toma del poder del Estado Huinca. Apuntamos a reconstruir el poder de las comunidades a través de los lof, de las relaciones entre nuestra gente”. Eso que Jones Huala hizo y eso que dicen que hizo es motivo de eterno debate. Por supuesto, está la ley. El problema es que Jones Huala no cree en la ley establecida por el mismo poder que redujo su pueblo al borde del exterminio.
2.
A mediados de octubre del año 2014 la justicia chilena pidió la extradición de Jones Huala. Lo acusaron de ingresar ilegalmente al país y de ser el presunto autor intelectual e instigador del atentado incendiario ocurrido en el 2013 en el refugio de montaña Pisu Pisué de Río Bueno. La noticia cayó como una bomba ya que, sólo dos días antes de aquel reclamo judicial, se lo relacionó con el ataque incendiario sufrido en el Refugio Neumeyer de Bariloche y con la quema de un camión en la ruta que une Esquel con El Hoyo.
Facundo nunca se presentó ante la justicia chilena, que acusó a Fennix Delgado y Cristian García del delito de incendio y a Machi Millaray, Tito Cañulef y Alex Bahamondes del delito de encubrimiento. Todos ellos fueron absueltos a excepción de Millaray, condenada a dos meses de prisión. La magistrada Lucía Masrri determinó que la machi mantenía oculto en su domicilio elementos con los que fue realizado el incendio, pruebas aportadas por la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) de Chile. La defensa cuestionó las pruebas, alegando que fueron obtenidas en un allanamiento ilegal y que inicialmente habían sido desestimadas por el tribunal. Se especula que esta condena se produjo ya que Millaray es la vocera de los pueblos originarios en la causa contra la instalación de centrales hidroeléctricas en la zona.
Facundo ha dicho que la estrategia de la justicia fue liberar al resto de los hombres para hacer caer todo el peso sobre él, que permanecía prófugo. Era el próximo.
3.
El 27 de mayo pasado se produjo un violento desalojo de comunidades mapuches en tierras en Leleque, provincia de Chubut, propiedad del magnate italiano Luciano Benetton. La Cátedra Abierta de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Nacional de la Patagonia expresó por entonces que “se trató un desalojo encubierto organizado entre dos poderes del Estado, Ejecutivo y Judicial, en consonancia con Benetton, dueño de esas tierras “usurpadas”. Fueron a buscar a Facundo Jones Huala, pero en realidad querían desalojar a las familias que viven en el territorio recuperado. Una vez detenido el viernes a la mañana, las fuerzas fueron hacer lo que realmente tenían órdenes: desalojar a las lof en resistencia. Desde ya que no tenían una orden escrita del desalojo y allanamiento, entonces realizaron una de las mejores estrategias de la Policía y la Fiscal (Camila Banfi) de Comodoro Rivadavia: inventar causas. Es así que acusaron de abigeato y tenencia de armas de guerra, las cuales ningunas de las dos fueron comprobadas. Nunca estuvieron presentes el fiscal y juez con alguna orden".
Facundo fue detenido y sometido a juicio por abigeato mayor y portación de armas. Además, se debía decidir su extradición a Chile para ser juzgado por el incendio de Pisu Pisué.
4.
“Lo que sucedió fue un allanamiento en búsqueda de mi persona. Tengo un pedido de captura por Interpol por el Estado opresor chileno. Llegaron todas las fuerzas especiales de la provincia, la Infantería y efectivos de investigaciones. Eran alrededor de 400 efectivos. Yo lo único que recuerdo es que estaba rodeado. Fui detenido junto a otros, de los cuales el único que quedó en prisión fui yo”.
Facundo se expresa con calma aunque hay en su mirada una agitación nerviosa, una energía llena de poder, ajena al temor. En declaraciones a Paula Da Porta y Facundo Di Cuollo del programa radial Lo menos Pensado de Esquel, expresó su visión política:
“A mí me acusan de incendiar bosques nativos, y un montón de otras cosas que en realidad son calumnias, son cosas falsas y ellos lo saben bien. Yo de lo que sí me hago cargo es de mi militancia revolucionaria Yo pertenezco a una organización o a un movimiento bien amplio, que es el movimiento mapuche autónomo de Puelmapu, dentro de él conviven comunidades, organizaciones y mapuches de diversas zonas; y también a una organización más radicalizada –si se quiere- que pertenece al movimiento, que es la Resistencia Ancestral Mapuche, que han realizado acciones de sabotaje al capital y han sido reivindicadas. Algunas de esas acciones han sido reivindicadas incluso cuando yo estaba preso en Chile, aunque también me han echado la culpa. Pero el tema es que yo reivindico estas acciones y me reivindico parte de la organización, lo que no quiere decir que yo haya actuado en una situación particular o no. Pero también es cierto que hay muchas situaciones por las que me echan la culpa y que son mentira, causas que ni siquiera existen. Me han culpado de prender fuego un carabinero. Esa causa nunca existió. Es basura, “pescado podrido” tirado por los medios de comunicación de los terratenientes."
Una de esas acciones revolucionarias fue el incendio de maquinaria del multimillonario inglés Joe Lewis, reivindicada por la agrupación.
5.
El pasado jueves por la tarde se definió en Esquel la postura del juez federal Guido Otranto, que decidió la nulidad del pedido de extradición impulsado por la justicia chilena contra Facundo.
En un primer momento se determinó su traslado del penal de esa localidad a la vivienda de un familiar, donde cumpliría prisión domiciliaria, pero finalmente se resolvió “determinar la inmediata libertad” del acusado porque el fiscal Oscar Oro, a cargo de la investigación por “usurpación, tenencia y portación ilegal de arma de fuego de guerra y abigeato agravado” que se tramita ante tribunales del Chubut, no insistió “en tiempo y forma en un nuevo pedido de prórroga de la prisión preventiva ordenada por el juez Martín Zacchino, que expiró el 25 de agosto”.
Fue fundamental la declaración de un testigo que llevó la fiscalía y que se suponía iba a inculpar a Jones Huala en hechos delictivos. En cambio, dijo que había sido obligado a firmar una nota en la que se lo incriminaba.
El premio Nobel de la Paz, Alfredo Pérez Esquivel, festejó el fallo junto a unas 400 personas en las puertas de los tribunales. “Me llama la atención que estén otra vez en el tapete los territorios de Benetton. Sería interesante saber quién le vendió las tierras, buscar en catastro como está la situación territorial. Esta política de expulsión es la fuente de conflicto”, agregó.
6.
“En los últimos años, ha habido un proceso de profundización de la conciencia mapuche. Entonces hoy realmente hay mucha gente de comunidades militando de alguna manera nuestro ser, y nos encaminamos en una propuesta, en un proyecto político revolucionario, ancestral y libertario, donde nosotros planteamos tajantemente un proceso de reconstrucción de nuestro mundo, reconstrucción del mundo mapuche, como camino a la liberación. Mediante la recuperación de tierras productivas y sagradas y el ejercicio del control territorial. Esa es más o menos la táctica que nosotros planteamos. Realmente en el fondo creemos que no hay ninguna conciliación posible con los estados opresores, colonialistas, capitalistas, burgueses de ninguno de los dos lados. Pero tampoco nuestro proyecto político habla de la toma del poder del Estado winka, ni de la construcción de un Estado propio. Nosotros hablamos de un proceso de liberación nuestras pautas propias. El Estado en sí, esa concepción de organización político-territorial, es una concepción occidental. Nosotros planteamos la reconstrucción del poder de las comunidades, en las mismas comunidades, bajo nuestros parámetros ancestrales. Acá hay un conflicto político histórico que el Estado fue el que lo generó y que no ha sabido resolver. Y que en este momento, al haber profundizado el nivel de conciencia política, el nivel de conciencia histórica, nosotros entendemos que hay una situación de confrontación, de contradicción, una situación dialéctica, en donde el mapuche oprimido está confrontando con el winka capitalista opresor”.
Facundo Jones Huala está libre, pero sólo en el modo en que un mapuche pobre y revolucionario en la zona de la cordillera patagónica puede estarlo en el siglo XXI. ¿Qué va a pasar con él? ¿Es parte de una nueva ola política radicalizada de los pueblos originarios? Huala ha dicho que jamás "irá a mendigar tierras a la Rosada". ¿Es el comienzo de un frente de conflicto real en la cordillera o una amenaza menor y pasajera? Sus palabras no dejan dudas: "Lamentablemente, o inevitablemente, esto culmina con un proceso de revolución, de transformación radical de la realidad".
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