Julio López
está desaparecido
hace 6424 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

De ñoquis, ausentismos y “palos en la rueda”, la ofensiva contra los trabajadores
Por ANRed - Wednesday, Sep. 07, 2016 at 12:47 PM

7 de septiembre de 2016 | “Ñoquis”, “grasa militante”, “ausentismo”, “jornada reducida que pagamos todos”, “excesos de licencias”… las declaraciones de funcionarios, legisladores y periodistas que responsabilizan a los trabajadores de los problemas que vive el país se suceden una tras otra. Un informe del Observatorio del Derecho Social de la CTA (Autónoma) muestra el verdadero objetivo de estas declaraciones: avanzar sobre derechos conquistados, aumentar la explotación y deteriorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Por Julia Soul para ANRed

De ñoquis, ausentism...
trabajadores-en-fabrica-2.jpg, image/jpeg, 648x399

El “ausentismo”: los discursos y la realidad

El presidente Macri ha disparado declaraciones que sostienen que el ausentismo laboral es un problema fundamental para la competitividad de la economía nacional. A estas declaraciones hay que contraponerles datos de la realidad en dos sentidos: ¿a qué llamamos ausentismo? y ¿cómo afecta (si es que afecta) el ausentismo el desempeño de las empresas?

El reciente informe del Observatorio del Derecho Social de la CTA (Autónoma) recupera datos sobre ausentismo provenientes de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), realizada mensualmente por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Estos datos arrojan como índice global un ausentismo del 3.9%. Esto quiere decir que, entre 2013 y 2015, uno de cada 25 trabajadores no concurrió diariamente a su trabajo. Este índice se calcula considerando el total de días no trabajados, exceptuando los feriados y las vacaciones establecidas legalmente. En primer lugar hay que decir que el impacto del ausentismo no es particularmente alto.

En principio, no es muy diferente a la de países como México (3.5%) y es bastante menor a la de España (4.4%) por poner ejemplos de países que atraviesan coyunturas muy diferentes en términos de mercado de trabajo y situación económica.

Este modo de calcular el ausentismo reúne, como dijimos, el conjunto de ausencias. Es sabido que las ausencias no se producen por una única causa y son esas causas las que este porcentaje no permite diferenciar. Respecto de las causas, los datos más relevantes que recoge el informe indican que “los principales motivos de las ausencias laborales son las enfermedades y los accidentes” que explican “el 68% de las inasistencias totales”. Esta cifra contrasta con las inasistencias sin justificación, puesto que “se ausentó diariamente sin casual que lo justifique uno (1) de cada ciento cincuenta y un (151) trabajadores”. El resto de las ausencias se explica por el uso de las licencias contempladas en la legislación o en los convenios colectivos de trabajo.

Desde el punto de vista de los trabajadores, resulta preocupante el ausentismo causado por accidentes o enfermedades, puesto que muchos de ellos se producen durante la jornada laboral. En efecto, para 2014 la Superintendencia de Riesgos del Trabajo computaba en 600000 los accidentes con baja. Esto quiere decir que hubo 600000 accidentes que causaron “ausentismo”, porque incapacitaron a los trabajadores para desempeñar sus tareas. El mismo informe expone el promedio de jornadas caídas según los tipos de accidente, que superan largamente los 30 días para los accidentes causados por “caídas”, “atrapamiento” o “exposición a la corriente eléctrica”.

Las causas de los accidentes laborales están estrechamente relacionadas con las condiciones y la organización del trabajo. En numerosas ocasiones, las formas de organización del proceso de trabajo, sumadas a las malas condiciones de los elementos y la falta de mantenimiento de las herramientas e instalaciones son una combinación fatal para los trabajadores. De más está decir que el sufrimiento y las secuelas que muchos accidentes laborales dejan en los trabajadores no se compensan con las indemnizaciones que suelen ofrecer las ART.

En síntesis, la composición real y concreta del “ausentismo” que acusa el presidente no está en los trabajadores. Gran parte de ese 68% de las ausencias debidas a “accidentes y enfermedades” se explica por las pésimas condiciones de trabajo, falta de mantenimiento de las instalaciones productivas y procesos de organización del trabajo que generan riesgos para los trabajadores.

De esta forma, es claro que los discursos sobre el ausentismo son parte de una ofensiva en contra de los trabajadores cuya avanzada son los funcionarios, pero que se replica al interior de los lugares de trabajo. La crisis económica y las medidas para resolverla (devaluación, freno al incremento salarial, tarifazos, quitas de subsidios, etc) no hacen más que golpear el poder adquisitivo de los salarios de la clase trabajadora e impacta directamente sobre su calidad de vida.

Los despidos, las suspensiones, el atraso en los pagos se combinan con medidas de intensificación del trabajo - al haber despidos, los trabajadores que quedan tienen que realizar más tareas – el deterioro de las herramientas y los equipos que generan más accidentes y enfermedades – sin ir más lejos, en lo que va del año se registraron varios accidentes mortales o graves en sectores como ferroviarios, metalúrgicos o siderúrgicos. Muchísimos trabajadores se enfrentan a la disyuntiva de trabajar por un salario miserable, que no alcanza para sostener mínimas condiciones de vida para ellos y sus familias o encontrarse en la calle, enfrentando un mercado laboral que no tiene nada para ofrecer.

En este contexto se producen las declaraciones de funcionarios y periodistas que insisten en poner el acento en los problemas de “competitividad” y de “costos laborales”, siempre acentuando que los trabajadores – que no deciden ni cuánto, ni cómo, ni adónde trabajar - son culpables de los problemas que atraviesan las empresas y la sociedad. Se trata del aspecto ideológico de esta ofensiva, que refuerza y hace parecer “justo” el aspecto material. De allí la importancia de cuestionar estos discursos que no hacen sino legitimar un “cambio” que resulta regresivo para el conjunto de los trabajadores y el pueblo.

agrega un comentario