Julio López
está desaparecido
hace 6422 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Carla alza la voz
Por Río Mío Digital - Tuesday, Sep. 13, 2016 at 8:49 AM
mrd_yoris@hotmail.com

Carla, la maestra trans que denunció graves hechos de discriminación por parte de las autoridades de la escuela donde trabaja, en Esquina (Corrientes), charló con Río Mío sobre su caso, pero también sobre la necesidad de avanzar, en una sociedad a la que calificó como “muy conservadora y transfóbica”. “Hace falta más aceptación, más convivencia diversa y denunciar, porque la gente es muy sumisa y temerosa”, dijo.

Carla alza la voz...
a_onuevo1.jpg, image/jpeg, 1150x1725

Carla, la maestra trans que denunció graves hechos de discriminación por parte de las autoridades de la escuela donde trabaja, en Esquina (Corrientes), charló con Río Mío sobre su caso, pero también sobre la necesidad de avanzar, en una sociedad a la que calificó como “muy conservadora y transfóbica”. “Hace falta más aceptación, más convivencia diversa y denunciar, porque la gente es muy sumisa y temerosa”, dijo.

21 años sin problemas

“Hace 21 años que soy docente y jamás tuve ningún problema ni con mis pares, ni con la comunidad educativa a la que pertenecí durante tanto tiempo; hoy soy víctima de abuso de poder y acusada de acciones que no se perfilan con mi persona”, escribió días atrás en su cuenta de Facebook la maestra Carla Rivero, docente de la Escuela Cabecera N° 53 “Ramón F. García”, de la localidad correntina de Esquina. Carla interpreta que la mayor parte de la persecución que sufre en la institución se debe a su condición de género, específicamente a su condición de transgénero, algo todavía difícil de digerir por buena parte de la conservadora sociedad correntina.

En estos días de septiembre donde la sensibilidad de la sociedad hacia lxs maestrxs se vuelve más alta (en honor y gratitud, por supuesto, al gran Sarmiento y otra gente por el estilo), Río Mío charló con Carla sobre varios temas, entre ellos, cómo es ser una docente trans en una sociedad tan evidentemente conservadora y homo-transfóbica.

Oriunda de Santa Fe, donde ejerció la docencia durante dos décadas en Villa Gobernador Gálvez, “en un momento fugaz, me vine a vivir a Esquina creyendo que aquí se respetaban los derechos de los trabajadores y el derecho a mi identidad. No fue así, todavía hay una gran parte de gente conservadora que se maneja como si fueran patrones de estancia”, cuenta Carla en su Face, lamentándose por aquel día de febrero de 2015 cuando cometió “el terrible error de creer que en esta ciudad priman los valores y el respeto. Fui discriminada, denigrada como persona”.

Recién llegada a Esquina, ya Carla notó la hostilidad de su entorno: “Los hechos tuvieron lugar desde mi llegada, los primeros días de marzo aproximadamente. En un primer momento no lo advertí como un hecho discriminatorio. La directora en su despacho literalmente me expresó: ‘¡Qué cosa rara que una persona trans sea docente!’. Eso ocurrió a los pocos días de haber ingresado a la institución. Al hecho le resté importancia porque, de por sí; creo que hay una sola chica trans en la ciudad y de alguna manera podía llamar la atención, como novedad. Posteriormente comencé a notar irregularidades institucionales: lo que más me movilizó fue lo tendiente a lo que afectaba directamente a los alumnos, ya que cuando desayunaban no almorzaban y cuando almorzaban no desayunaban, considerando que las partidas de comedor llegan en tiempo y forma”, contó Carla en una entrevista reciente con Izquierda Diario. “A partir de allí comenzó la persecución personal y hostigamiento laboral. Me retrasaron las liquidaciones de haberes, con cartas documentos en el medio. En el cuaderno de actuaciones docente comenzaron, al mismo tiempo, los apercibimientos. Radiqué la denuncia respectiva en la seccional primera de la ciudad acusando a la Sra. Khun de cometer actos discriminatorios en forma permanente hacia mi condición sexual. Y así, también, expuse las anomalías antes mencionadas, y abuso de poder”.

Silencios y silencios

Sin embargo, no todo fue hostilidad, ya que la docente recibe mensajes de solidaridad de los padres y madres de de sus alumnxs. Incluso “una madre, de manera muy gentil y viendo tales hechos agraviantes, grabó una parte del discurso en mi contra y me lo envió”. Claro que la mayor parte de las muestras de solidaridad se dieron por lo bajo, dado que la sociedad de Esquina suele ser todavía muy callada: por eso mismo Carla sostiene que hace falta avanzar mucho en el reclamo por los derechos: “Hubo un silencio general donde comprendo que los ciudadanos están acostumbrados a callar, viviendo en la sumisión por miedo a represalias. Desde hoy no necesito pertenecer a un gremio que se llamó a silencio, otorgando crédito a una directora discriminadora y autoritaria. (…) Cada ciudad tiene lo que merece, ojalá algún día este pueblo despierte, algún día defienda su libertad de expresión y defienda sus derechos. Pero ese día seguramente ya no estaré”.

El silencio del sindicato docente SUTECO, sin dudas, fue de distinta índole. SUTECO hizo mutis por el foro, y prefirió respaldar con su silencio a la directora, que también fue respaldada por sus pares de Esquina y localidades cercanas.

Carla, una docente sindicalizada y consciente de su rol como trabajadora de la educación –“desde que me inicié en la carrera docente, allá por el año 1992, siempre participé de la actividad gremial, apoyé en forma contundente cada paro realizado para no retroceder nuestros derechos y apoyar las demandas de los docentes– ahora entiende que la borrada del sindicato de docentes correntinxs se debe a que la directora “discriminadora forma parte de lista gremial”; entonces, “¿cómo van a salir en mi defensa. Extraño aquel gremio pluralista y que siempre está al lado del docente: AMSAFE”, dijo, refiriéndose al sindicato de docentes públicos santafesinos.

“Como una utopía, deseo que alguna vez todo cambie”

– ¿Cuánto hace que estás ejerciendo la docencia en Corrientes?
– En Corrientes, hace exactamente 6 meses, pero tengo 21 años como docente en Santa Fe.

– ¿Qué acciones realizaste ante éstos, para hacer valer tus derechos, y qué respuestas obtuviste de las autoridades?
– Realicé las denuncias correspondientes en la Policía, en el Ministerio de Educación y en mismo INADI, pero no obtuve ninguna respuesta de los organismos mencionados.

– ¿Recibiste muestras de solidaridad?
– La mayor muestra solidaria estuvo de parte de toda la gente que me conoce desde hace muchos años y algunas madres y docentes en que me relacioné desde mi inicio de mi relación laboral con la Escuela N°53.

– Cómo actuó la comunidad educativa (padres, madres, estudiantes, compañerxs), tanto ante tu existencia como docente trans como ante los actos de discriminación?
– La gente en Esquina es muy callada, tiene miedo a represalias o de alguna manera que se afecte o altere su situación laboral y personal con los directivos. Muchos padres me mandaron mensajes para apoyarme y demostrarme su afecto no teniendo en cuenta mi condición transgénero. Reitero, muchos se solidarizaron en forma privada o mandando mensajes a los programas que asistí.

– ¿Y el sindicato, SUTECO?
– Me afilié hace dos meses a Suteco, pero el secretario general, me habló por teléfono pero en ningún momento se expidieron sobre el tema, teniendo pruebas concretas de los actos discriminatorios.

– ¿Cómo pensás seguir ahora (los reclamos y tu vida en general…)?
– Fui traslada transitoriamente a la Escuela 279 de misma ciudad, con tareas administrativas, para silenciarme, ya que la directora Rosa Khun de Spessott debía rendir concurso de ascenso y no convenía que esto salga a la luz, quizás el año siguiente concurra nuevamente a dar clases, eso depende del Consejo de Educación. Aspiro seguir dictando clases como lo hice durante tantos años.

– Durante tus años de trabajo en Gálvez, ¿habías sufrido alguna situación parecida a la que contás?
– En Villa Gdor. Gálvez, jamás tuve problemas por ser trans, tuve una aceptación positiva de toda la comunidad: padres, compañeras, alumnos. Esa gente se extraña.

– El Ministerio de Educación de Santa Fe tiene un par de Resoluciones Ministeriales, la 143/12 y la 2529/13, que garantizan el derecho a la identidad de género en las instituciones educativas… ¿cómo está Corrientes respecto a eso?
– No conozco las resoluciones de esta provincia. Es más, cuando salió la resolución de la Ley de la Identidad de Género, la Ministra de Educación de Santa Fe me envió la misma a través de la Dirección. Allí se convive con otro tipo de mentalidad.

– ¿Cómo caracterizarías la sociedad correntina, si es que eso se puede hacer, respecto de la diversidad y la identidad de género?
– Es una sociedad muy conservadora y transfóbica. Hace falta más aceptación, más convivencia diversa y denunciar, porque la gente es muy sumisa y temerosa.

– ¿Qué opinión tenés respecto del tratamiento del caso en los medios de información locales?
– Estuvo dividida la cuestión, algunos medios trataron el caso con seriedad otros tomaron mi palabra para defender a la directora por los lazos de amistad. Todo se tapó y se escondió de bajo de la alfombra. Como una utopía deseo que alguna vez, todo cambie, pero quisiera volver a mi provincia, allí se respetaba mi trabajo y mi identidad.

agrega un comentario