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Con un paro en marcha, crece en CGT la incógnita sobre utilidad antiajuste
Por Mariano Martín - Thursday, Sep. 15, 2016 at 12:47 PM


• REUNIÓN DE URGENCIA DE LOS DIRIGENTES DE PESO.
• INCERTIDUMBRE POR EL DÍA DESPUÉS.

Jueves 15 de Septiembre de 2016 | Tras sumar masa crítica con piqueteros, industriales, políticos del PJ y la Iglesia, la “mesa chica” de la central obrera cree que el Gobierno no cederá con su plan de ajuste.

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Con una posición de fortaleza pocas veces vista, la CGT se encamina a su primer paro contra el Gobierno sumida en una creciente incertidumbre: qué hacer al día siguiente. La central obrera deliberó en las últimas horas bajo la premisa de que una medida de fuerza de orden nacional será contundente, y con un alto nivel de adhesión multisectorial, pero sin un horizonte de respuesta de la administración de Mauricio Macri, que cree haber pagado con creces a los gremialistas y que no muestra atisbo de reacción frente a las demandas contra el ajuste económico.

La "mesa chica" de la CGT se reunió en secreto el martes en la sede del gremio estatal UPCN. Junto con el triunvirato de Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña estuvieron representantes de peso propio como Hugo Moyano, y el dueño de casa, Andrés Rodríguez, entre otros. El consenso estableció que una huelga en octubre es prácticamente indetenible, aunque los dirigentes también creen que con ello echarán a rodar una bola de nieve destinada a producir daño pero no a modificar la realidad económica.

En el encuentro cundió el desconcierto. Hacía años que la dirigencia no tenía tanto diálogo -y en algunos aspectos, tan fecundo- con el poder político: en pocos meses Macri cumplió con su promesa de campaña de orquestar un mecanismo de devolución de los $ 30 mil millones adeudados a las obras sociales, además de no haberse inmiscuido en las paritarias, haber aumentado y extendido las asignaciones familiares, y atendido necesidades puntuales de las organizaciones grandes.

Sobre este último punto, recordaron el compromiso del Ejecutivo con Moyano para resolver la crisis de OCA y la palabra empeñada por el propio Macri a Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA), la semana pasada, de reanudar la obra pública paralizada y recuperar buena parte del empleo en la construcción perdido en los últimos meses.

Del otro lado de la balanza ubicaron un contexto general muy dañino para los asalariados, con una inflación que superó todas las paritarias negociadas en el año, un impuesto a las Ganancias vigente y un deterioro de la situación de sectores más vulnerables, como jubilados, desocupados e informales. Para darle volumen gremial a ese contexto el triunvirato lanzó la semana pasada un raid de encuentros con intendentes y autoridades del PJ, organizaciones sociales, la Unión Industrial y ayer, con la Iglesia católica, pautado para apuntalar la eventual huelga a ser resuelta el 23 de septiembre en el Comité Central Confederal.

En ese punto discurrió el debate en UPCN. El paro podrá haber madurado con tiempo, ser contundente y contar con el aval de actores sociales de toda índole, pero corre el riesgo de quedar como un mero acto testimonial sin contraprestación alguna. Sin un dirigente de peso dispuesto a asumir todavía el costo de deponer la medida, de la reunión surgió la principal duda planteada hasta ahora sobre su ejecución.

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“Fuimos prudentes nueve meses”
Por Santiago Rodríguez, Página/12 - Thursday, Sep. 15, 2016 at 12:48 PM

“Fuimos prudentes nu...
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Jueves, 15 de septiembre de 2016 | La central sindical coincidió con las autoridades del Episcopado en reclamarle al Gobierno “mayor celeridad” en la solución de los problemas sociales. Con la conducción del PJ, repasó la situación del país y del partido.

La dirigencia de la CGT estuvo reunida más de una hora con la conducción de la Iglesia Católica.
Imagen: DyN

Por Santiago Rodríguez

La idea de la CGT de convocar a un paro nacional ya dio lugar a los primeros cruces entre el Gobierno y los sindicalistas. El fuego lo abrió el propio Mauricio Macri al reclamarles “prudencia” a los dirigentes gremiales y tuvo su respuesta. “La CGT ha demostrado prudencia en estos nueve meses”, le contestó uno de sus secretarios generales, Juan Carlos Schmid, quien remarcó también que “no hay sindicato que no tenga reclamos por la caída del empleo y del poder adquisitivo” y reiteró que en el Confederal del próximo 23 de septiembre van “a definir los cursos de acción”. En medio de ese duelo, la central sindical se anotó dos puntos a favor: coincidió con la conducción de la Iglesia Católica en reclamarle a la administración macrista “una mayor celeridad en dar respuesta a los problemas más urgentes” y obtuvo el compromiso de PJ de rechazar cualquier iniciativa oficialista que pretenda cercenar derechos de los trabajadores.

El contrapunto entre Macri y Schmid es apenas un anticipo de los que vendrán si la CGT avanza en su idea de convocar a un paro nacional al que se plegarían las dos CTA, que organizaron la multitudinaria Marcha Federal y vienen bregando por la unidad de acción sindical y de los movimientos sociales para resistir al ajuste. En camino hacia la decisiva reunión del Comité Central Confederal del viernes de la semana que viene, la conducción cegetista busca acumular poder para ver si consigue que el Gobierno revise algunas de sus políticas o para implementar una medida de fuerza desde una posición de mayor fortaleza. Para eso se reunió ya con senadores del PJ, referentes de movimientos sociales e intendentes peronistas del grupo Esmeralda, en el marco de una ronda de consultas a la que ayer sumó a las autoridades del PJ y de la Conferencia Episcopal Argentina.

El encuentro con la jerarquía de la Iglesia Católica fue en la sede del Episcopado. Hasta allí llegaron Schmid (Dragado y balizamiento) y Héctor Daer (sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), los otros dos secretarios generales de la CGT, junto a un nutrido grupo de sindicalistas. Entre otros, estuvieron Andrés Rodríguez (estatales), Armando Cavalieri (comercio), Jorge Sola (seguros), Víctor Santa María (encargados de edificios) y Gerardo Martínez (construcción).

“Hay que poner mayor preocupación en forma urgente por las personas que están padeciendo necesidades mayores”, pidió el titular del Episcopado, José María Arancedo, quien recibió a los sindicalistas junto al secretario ejecutivo Carlos Malfa. Arancedo contó que al cabo de la charla de poco más de una hora surgieron coincidencias en torno al diagnóstico de la CGT sobre la “falta de trabajo, de desarrollo y de crecimiento”. “No siempre las intenciones son suficientes. A veces hay que tener una visión solidaria con mayor una urgencia y con el alcance que todos esperan en la solución de los problemas”, dijo sobre Macri.

“Aspiramos a que haya otra celeridad en abordar los temas sociales. No percibimos la misma celeridad que ha habido con otros sectores macroeconómicos en el programa que lleva adelante el Gobierno”, afirmó Schmid. Los representantes de la Iglesia católica les pidieron a los sindicalistas que traten de “no agotar las instancias de diálogo” y les ofrecieron su “casa como lugar de encuentro” en la búsqueda de soluciones a los problemas que se plantean.

Algunos de los sindicalistas que concurrieron por la tarde al Episcopado habían estado por la mañana con José Luis Gioja en la CGT. El titular del PJ fue a la sede de la calle Azopardo con los sindicalistas que integran la conducción del partido: Antonio Caló (metalúrgicos), José Luis Lingeri (obras sanitarias), Rodríguez y Santa María. El mismo Gioja y los dirigentes sindicales atribuyeron a eso –sumado a cuestiones de agenda– la ausencia del vicepresidente del PJ, Daniel Scioli, y negaron que la central sindical haya pedido que no estuviera.

Todos compartieron su preocupación por la situación social y económica, hablaron de armar una agenda común en defensa de los trabajadores que pase por lo legislativo y se mencionó en concreto que se debe frenar el avance del proyecto oficialista de ley de empleo joven. “Nada que altere los derechos de los trabajadores va a ser apoyado por el justicialismo”, sintetizó a Página/12 uno de los presentes.

Fueron casi dos horas de charla en las que también repasaron la cuestión partidaria y quedaron expuestas las críticas de algunos sectores del movimiento obrero a la construcción política del kirchnerismo. “Macri no ganó, perdimos nosotros”, se dijo sobre los errores que se cometieron por los que hoy no gobierna el peronismo. Entre esos “errores” se incluyó también “que la CGT haya estado fracturada tanto”.

Desde la CGT reclaman participar en el rearmado del PJ y presencia en las listas de candidatos el año próximo. Se planteó eso y también que la elección de autoridades partidarias sea a través del voto directo de los afiliados. Gioja exhibió voluntad del partido de reconocer al sindicalismo. Su mensaje fue: “Hay que tender hacia una conducción del peronismo que incorpore a la CGT y a una central obrera que tenga al peronismo como eje.” También reivindicó las PASO como “el gran ordenador” y la instancia para dirimir las candidaturas, y enfatizó que el PJ no debe cerrarle las puertas a ningún peronista.

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