Julio López
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La educación liberal de Bullrich y el genocidio de originarios
Por foraliberalism - Saturday, Sep. 17, 2016 at 6:09 PM

No existe "la" educación sino una educación, porque hay muchas clases de educación pública desde el momento que toda educación lleva imbricada una determinada ideología. En el caso de Argentina la cultura y educación liberal vienen haciendo estragos en la población por generaciones, y desde antes de la mal llamada campaña del desierto.

La educación liberal se venía filtrando desde Europa en escuelas y universidades, y en época de la independencia de Argentina llegó la oleada de la última de las tres revoluciones liberales del capitalsmo europeo, la revolución francesa (1789). Su doctrina se propagó vía Buenos Aires (puerto) y el Alto Perú, entre otras usinas. El trabajo sutil de zapa de las clases dominantes locales, lavando cerebros a la población, con la educación liberal especialmente en lo que serían clases medias y con la cultura capitalista en las clases empobrecidas hace que actualmente la mayoría del pueblo cargue una mochila psicológica, programada por las clases dominantes y sus patrones capitalistas extranjeros. Esta escala de su prejuicios y valores subconcientemente implantada, explica porqué grandes masas de población pueden actuar en contra de sus propios intereses, e incluso a favor de sus propios verdugos.

Estos imaginarios psicológicos implantados, permanecen latentes encubiertos en el subconciente de los individuos y se activan y disparan ante determinados estímulos, mientras el individuo lo cree una elaboración propia, cuando en realidad está replicando el pensamiento de terceros. Pregunte por ejemplo a distintas personas de distintos niveles sociales ¿En que sistema socio económico-vivimos?, ¿Que es el capitalismo?, ¿Es bueno el comunismo y porque? ¿Y el socialismo que es?.
Una minoría con entrenamiento en pensamiento crítico o que ha llegado a descubrir el mensaje subyascente implícito que esconde el conocimiento impartido por la cultura y educación logra distinguir sin rechazar las alternativas, y razonarlas concientemente en forma más objetiva.

Los liberales saben con creces la importancia que tienen la cultura y educación para la subordinación y manipulación de la sociedades. Si lo sabrá el diario La Nación de Mitre o el Clarín. En la última década estaban perdiendo posiciones, y hoy el macrismo liberal debe no solo restaurar la cultura y educación de las clases dominantes y sus patrones extranjeros, sino redoblar la apuesta y evitar que no vuelva a ocurrir ningún otro retroceso, es decir que el proceso liberal sea irreversible.
Por eso, la barbaridad que repitió Esteban Bullrich en Choele Choel (Río Negro) no se trata de una frase desafortunada, sino que está restaurando con toda intención una educación liberal, cuando dijo : "Hace muy poco cumplimos 200 años de nuestra independencia y planteábamos con el presidente Mauricio Macri, que no puede haber independencia sin educación, y tratando de pensar en el futuro, ésta es la nueva campaña del desierto, pero no con la espada y la violencia sino con la educación".

En la concepción liberal de mente colonizada, la campaña del desierto fue una epopeya para el progreso, porque los indígenas no existían mas que como seres antropomórficos inferiores y salvajes. La palabra "desierto", inteligentemente deslizada por la educación liberal significa un territorio deshabitado. Proviene de la brutal concepción europea que se consideraba LA civilización absoluta, despreciando a los musulmanes y otros pueblos como bárbaros inferiores que no conformaban civilizaciones. De modo que en el desierto no había seres humanos sino cuasi-animales. La historia y educación liberal borró la matanza de los pueblos originarios patagónicos, unos 30 mil mapuches, ranqueles y tehuelches que eran los pueblos que habitaban esas regiones desde hacía milenios. El genocidio fue para formar, después de la guerra civil, un Estado burgués subordinado al capital extranjero y a la división internacional del trabajo determinada en ese momento por Inglaterra y las potencias colonialistas europeas. Necesitaban el territorio vacío, es decir realmente desierto para repartirlo a unos pocos y explotarlo. Los originarios defendían sus tierras de quienes los invadían, mientras el capitalismo se apropia por la fuerza en nombre del principio del derecho de propiedad que el mismo inventó, así como en el capitalismo mercantil los conquistadores españoles desembarcaron en América a "tomar posesión" en nombre del rey. Matanzas similares ocurrieron el el Oeste de Estados Unidos, y la cultura liberal de Hollywood las presentó como el avance del progreso y la civilización, y como epopeyas de los blancos en la lucha contra los salvajes que se oponian.

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