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La verdad sobre el “descubriMiento” de América
Por Notas - Wednesday, Oct. 12, 2016 at 11:51 AM

Editorial Sudestada presenta “DescubriMiento de América”, un nuevo libro infantil que integra la Colección Pachamama. Marcelo Valko, autor de trabajos como “Pedagogía de la desmemoria”, “Desmonumentar a Roca” o “Viajes hacia Osvaldo Bayer”, escribió un texto tan profundo como didáctico en el que desmonta los mitos -los Mientos- de la brutal conquista de América por parte de las coronas española y portuguesa.

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“A veces, la historia que nos cuentan está llena de mentiras. Y uno de los cuentos más mentirosos es aquél sobre el “descubrimiento” de América… El problema empieza con el nombre: ¿Cómo “descubrimiento”? Ninguno de los indígenas que vio desembarcar a los españoles se sintió “descubierto”, ¡porque nunca habían estado escondidos ni perdidos! Vas a ver que en esta historia del “Descubrimiento” hay más Mientos que Descubris”, se anticipa en la introducción del libro.

La historia de los Mientos y las inexactitudes vinculadas con la Conquista de América comienza con el propio nombre de los pobladores originarios a los que Colón y sus marinos llamaron “indios” por creer que habían llegado a la India. Las incomprensiones se manifiestan hasta en los mapas que elaboraron los conquistadores, que bautizaron Yucatán a un territorio de lo que hoy es México luego de preguntarle a los habitantes cómo se llamaba la región. Los indígenas respondieron “yucatán”, que en su lengua significa “no entiendo”, porque no entendían castellano. Y así quedó el nombre.

Pero estas podrían ser anécdotas casi graciosas de desencuentro cultural, si no fuera porque el contexto fue el de un genocidio motivado por la ambición de plata y oro. “Para que no queden dudas respecto de sus ambiciones, en sus diarios de viajes menciona 139 veces la palabra Oro y 51 las palabras Dios o Nuestro Señor”, se cuenta al inicio al presentar al almirante Cristóbal Colón.

“Durante los primeros 150 años de la Conquista, los barcos llevaron a España 181 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, según los datos de la Casa de Contratación de Sevilla. Fijate un dato: un elefante pesa unos 4 mil kilos, eso quiere decir que si sumamos la cifra de oro y plata que se robaron en ese período equivale a… ¡4300 elefantes! ¡Eso sí que es mucho! Una buena tajada, quiero decir… manada”, explica didáctica y graciosamente Valko.

La contraparte del incesante flujo de oro y plata hacia las metrópolis europeas, condición tan imprescindible como habitualmente ignorada para el desarrollo capitalista de la época, fue un genocidio sin comparación en la historia humana, primero de los pueblos originarios americanos y luego de esclavos negros traídos desde África.

Pero también hubo procesos de resistencia, entre otras las grandes Guerras Calchaquíes y la rebelión de Tupac Amaru, incluso reivindicada por los patriotas de la Revolución de Mayo argentina, que no por casualidad incorporaron al sol inca a la bandera.

Hubo Mientos al presentar a los pueblos americanos como “atrasados” o “ignorantes”, pueblos sin escritura y sin posibilidades de registro histórico; al “descubrir” la ciudadela oculta de Machu Pichu en Perú, a ocultar las estrofas del himno nacional argentino que afirman: “Se conmueven del inca las tumbas y en sus huesos renace el ardor”.

La historia de las mentiras en torno a la brutal conquista de América es interminable. Pero también hay resistencias y esperanzas originarias. Y el interesante trabajo de Marcelo Valko también las rescata. Además, al final del volumen, se proponen una serie de didácticas actividades escolares para que los niños deconstruyan jugando las falsedades históricas, valoren las raíces indígenas de muchos de los vocablos de uso cotidiano o jueguen a ser cronistas de la cotidianeidad de sus barrios, “como Guaman Poma”, quien en 1580 denunció en 1200 páginas dolorosas enviadas al rey España los maltratos a sus hermanos, explicándole que “sin los indios, vuestra Majestad no vale gran cosa”.

Como es habitual en las cuidadas ediciones infantiles de Sudestada, los textos se acompañan con una gráfica igualmente atractiva. En este caso, se trata de hermosas ilustraciones de inspiración indígena de Dolores Mendieta, quien hace un tiempo realizó dibujos para el parque mexicano Xcaret, de Quintana Roo.

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