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El Cambio: viajar al pasado, otra vez "sobran" científicos
Por I.A.E - Wednesday, Oct. 26, 2016 at 12:17 PM

Durante mas de una década, en los 90s los gobiernos del peronista Carlos Menem y el radical Fernando de la Rúa, dejaron bien claro para la población de que se trata el neoliberalismo. Quienes hoy soslayan y dudan en manifestar las consecuencias nefastas que tiene la doctrina del liberalismo económico y sus derivados neoliberales sobre los Estados y sus poblaciones, o tienen una supina ignorancia, lo hacen por conveniencia y cínico acomodo personal, por complicidad o por alineamiento ideológico.

No hay que ser demasiado inteligente para comprender que el gobierno de clase de Mauricio Macri, no solo es una renovada variante de neoliberalismo adaptada a la coyuntura actual, sino que tiene características conservadoras que se muestran con un fuerte revanchismo y autoritarismo sobre la población. Tampoco es difícil observar lo que estos gobiernos hacen con la ciencia y la tecnología, y que el sistema científico tiene plantado un caballo de Troya en la figura del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

Los formadores de ideas de las metrópolis mundiales inducen en las mentes de quienes detentan el poder económico concentrado de los países menores, que el desarrollo científico técnico de éstos debe ser subsidiario del aquel de los países centrales. De manera que para el poder económico con su afínidad con el orden neoliberal establecido, la ciencia y técnica son un gasto más que los países satélite deben reducir en la medida que no les es posible competir en este campo, frente al enorme financiamiento y recursos humanos óptimos que las potencias centrales destinan. En función de lo cual la actividad científica debe llevarse selectivamente hasta un mínimo, es decir, según este criterio actualmente en el país "hay un rebalse de científicos, de modo que los investigadores deberán irse". Las palabras del ministro de ciencias macrista Barañao, en el Congreso (donde notablemente nadie le exigió mayores precisiones), son equivalentes a las que el ex ministro menemista Domingo Cavallo espetó hace 21 años durante el anterior ciclo neoliberal, "los científicos que se vayan a lavar los platos".
Dicho y hecho, así fue.

En los 90s entre muchas otras medidas que produjeron el brutal retroceso y desmantelamiento del sector, el neoliberalismo además de congelar el presupuesto, cerró escuelas técnicas y el ingreso a la carrera del investigador científico y el personal de apoyo del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Es muy claro que el actual régimen va a implementar un ajuste y retroceso similar en ciencias, aunque probablemente por otros métodos. Quienes todavía lo dudan y siguen con discusiones bizantinas al respecto, y con posiciones como observadores con visiones individualistas y cándidas de una ciencia prístina e impoluta en sí, como objeto ajeno a la política económica de gobierno, evidentemente manifiestan hipocritamente un nivel de complicidad con el proceso destructivo y lo que consiguen es que este se siga desarrollando aceleradamente.

Durante su campaña electoral el actual presidente Macri, había manifestado lo contrario a lo que esta haciendo en ciencias, es decir, claramente mintió. Parte de la regresión de la ciencia y tecnología y la destrucción irrecuperable del sistema científico nacional en la oleada neoliberal precedente, fue también fruto de la prudencia de sus actores, de la pasividad, del individualismo, de la desmovilización y parálisis que produjo el dejar hacer y dar tiempo al gobierno con la ilusión que todo iba a mejorar, de la indiferencia al no involucrarse, etc. Aprendiendo del pasado, con el agravante que esta nueva oleada de neoliberalismo-plus que desarrolla el gobierno, junto con Washington y sus socios, tiene con toda intención una velocidad varios órdenes mayor que la anterior para evitar la reacción de parte del pueblo que ya no puede ser sorprendido.

Si los científicos y quienes aspiran a serlo no logran impulso suficiente para reaccionar desde abajo, desde sus bases, presionando sobre quienes los representan es díficil que se frene esta furibunda embestida contra las ciencias, que viene también de la mano del ajuste y retroceso en la cultura y educación. Juventud sin rebeldía, envejecimiento precoz.

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