Julio López
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Mientras luchan por sobrevivir, pueblos originarios reclaman la propiedad de sus tierras
Por La Gaceta / Salta - Monday, Oct. 31, 2016 at 4:19 PM

Nueve comunidades salteñas recibieron carpetas con sus relevamientos pero sus vidas siguen corriendo riesgos frente a intentos de desalojarlos.

Mientras luchan por ...
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Domingo 30 de Octubre 2016

ORGULLOSO. Jesús Villanueva (de remera negra) celebró el relevamiento de comunidades. FOTO LA GACETA
A la difícil supervivencia, a sus carencias, falta de desarrollo y demás carencias, debe agregarse las constantes amenazas y agresiones que las comunidades originarias reciben constantemente de parte de aquellos que pretenden quedarse con sus tierras.

Las carpetas con los relevamientos territoriales realizadas y entregadas a nueve comunidades salteñas fueron bien recibidas pero los representantes de los pueblos entienden que se trata solo de un primer e importante primer paso, pero que el objetivo es el título de propiedad.

“Este es el primer paso para los pueblos originarios de Salta, tuvimos mucha paciencia y es un paso más para el título comunitario”, consideró Jesús Villanueva, cacique de la comunidad Diaguita Calchaquí de Cachi, en diálogo con LA GACETA.

La demora en el cumplimiento del trámite fue uno de los aspectos más cuestionados por los presentes en el acto que fue encabezado por el director de Tierras de la Nació, Juan Cruz Testa y por el titular del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta (IPPIS), Miguel Siares.

“Este proceso fue muy lento, empezó hace más de dos años y recién nos están entregando los relevamientos”, contó Villanueva.

En el mismo sentido se expresó Valerio Cobos, cacique de Comunidad Wichi de Embarcación cuestionando también la demora en un proceso que se inició en 2013 pero destacando que para él es un título muy valioso que significa “incentivo para seguir adelante y es una herramienta muy útil para luchar por el territorio que tanto necesitamos para nuestro desarrollo”.

El relevamiento marca los límites territoriales de la comunidad, su espacio físico y cuenta con fotos satelitales y demarcaciones precisas con datos de la composición de cada población, pero Villanueva insiste en que su desafío es aún más grande: “ahora buscamos la propiedad que nos corresponde como pueblo por ser sujetos de derecho”, enfatizó.

Una lucha por sobrevivir

Pertenecer a una comunidad originaria no solamente significa luchar por un derecho ancestral como la propiedad de las tierras que vienen ocupando desde hace generaciones atrás; implica pelear contra un sinnúmero de condiciones desfavorables como el avance de empresas y personas individuales que buscan desalojarlos, implica enfrentarse sin armas a una guerra contra enfermedades y falta de recursos, implica pobreza e implica buscar desarrollarse mientras viven o sobreviven como pueden.

Valeriano Cobos representa a 56 familias pero que se multiplican. “Cada diez años tenemos 15 más”, contó a este medio al tiempo que remarca una prioridad entre sus necesidades: “fundamentalmente esperamos mejoramientos en viviendas, pero sabíamos que sin los relevamientos no podíamos esperar el resto”.

Por su parte, Villanueva representa a 32 familias y comparte que la tierra es el principal problema por los enfrentamientos con los terratenientes y “contra algunos finqueros nuevos que vienen de afuera y nos invaden”.

“Respecto de la supervivencia y el desarrollo de las comunidades tenemos muchas necesidades como agua para áreas de cultivo”, detalla el cacique diaguita pero no se queda ahí ya que ve el desarrollo de su comunidad de la mano del turismo: “nosotros queremos desarrollar el turismo como comunidad para que la gente venga y poder vender nuestras artesanías”.

“No es solo un tema de tierras, están en riesgo nuestras vidas”

Si alguien sabe de amenazas y sustos en primera persona es María Teresa Torres, miembro de la comunidad Gólgota de la Quebrada del Toro que junto a las familias de sus diez hermanos y otras 25 forma parte de la gran comunidad de la zona de Tastil.

“Tenemos juicios porque nos quieren sacar pero en los últimos tiempos nos intimidan cerrándonos los caminos por los que llevamos los animales de pastoreo, nos amenazan con armas de fuego y nos corretean”, relató una desesperada mujer que pese a que no iba a recibir una carpeta, se acercó a la reunión para transmitir el drama de los suyos.

María Teresa contó que incluso los vecinos que no pertenecen a ninguna comunidad pero que quieren ayudarlos, son amenazados por estas personas que no son los dueños de las tierras pero que cree, que son enviados por aquellos.

“Hicimos muchas denuncias pero no avanzan, la policía nos dice que el fiscal tiene que emitir una orden para actuar pero no la emite y tampoco recibió a nuestra abogada”, agregó.

Los miembros de su comunidad exigen ser oídos por el temor con el que viven de perder las tierras por las que vienen luchando hace años y porque su vida ya sabe de sacrificios: “nuestro sustento con la cría de ganado y el trabajo del campo cuesta mucho”.

La comunidad Gólgota no recibió la carpeta pero ya fue relevada y, según les explicaron, “faltan algunos trámites y quizá a fin de año puedan recibirlas”.

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Estas son las comunidades que recibieron las carpetas:
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Estas son las comuni...
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