versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
Derechos Humanos y crisis civilizatoria a 68 años de la Declaración
Por Comunicación CTA Autónoma Prov. Santa Fe -
Friday, Dec. 09, 2016 at 9:20 PM
8 de diciembre de 2016 | Por Sofía Alberti* | El 10 de Diciembre se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos. Siendo una etapa más que particular, con un avance sobre los derechos a nivel global, es pertinente trazar un análisis de qué nos dice esta fecha. Para eso hablamos con quienes encabezan a nivel local y provincial el área de Derechos Humanos de la Central: Norma Giménez y Luis Vázquez.
3.jpg, image/jpeg, 400x243
Durante el décimo día del mes de Diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, en su Artículo Primero declamaba “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. A casi setenta años de aquello, puede decirse con certeza que ese tratado ha quedado trunco en su aplicación, con efectos devastadores para la humanidad. La fecha coincide con el retorno democrático en Argentina, dado tras la asunción en 1983 de Raúl Alfonsín, lo que fronteras adentro del país habilita las propias valoraciones.
“Pensar hoy la problemática de los Derechos Humanos en Argentina, no sólo implica abordarlo como una cuestión local sino fundamentalmente global, donde su atravesamiento en lo económico, político, social y cultural implica reconocer que hablar sobre Derechos Humanos en los inicios del siglo XXI, abarca todas las dimensiones de la vida en sociedad y también de la vida humana en relación con la naturaleza de la cual formamos parte”, consideró el Secretario de Derechos Humanos de la CTA Autónoma Provincia de Santa Fe e integrante del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Luis Vázquez.
Para el dirigente, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales establece con claridad los Derechos Humanos que garantizan aquella vida material concreta que no sólo permite la reproducción de la vida necesaria para todo proceso económico social, sino también el disfrute y el desarrollo de las capacidades creativas con las cuales cuenta nuestra especie humana. “Es en este punto donde encontramos el quid de la cuestión en cuanto a las posibilidades de desarrollo de la vida humana concreta en un sistema-mundo en crisis, que se encuentra en un progresivo camino de descomposición, con cotos cada vez mayores de pobreza y exclusión a nivel global”, analizó Vázquez.
La derecha topadora
“Durante los últimos años en América Latina asistimos a un fin de ciclo en materia política, donde los gobiernos progresistas de la región han ido retrocediendo en sus múltiples, complejos y contradictorios proyectos, ante el avance de coaliciones, ejecutivos fuertes o mayorías parlamentarias trazadas por un giro hacia políticas económicas regresivas en el marco de lo que fueran los otrora tibios dispositivos para la redistribución de la riqueza”, consideró el Secretario de DDHH de la CTA Provincia. Esto, prosiguió, llevó a una progresiva refinanciarización del capital en la matriz económica de los países latinoamericanos.
“De allí el proceso regresivo global del capital en relación al trabajo y por lo tanto, en relación al mundo del derecho laboral y de los así llamados derechos económicos, sociales y culturales conquistados por las múltiples luchas socio-políticas que la clase trabajadora llevara a lo largo del mundo, proceso regresivo que se iniciara de manera marcada a mediados de la década de 1970 con la instauración de los primeros proyectos económicos neoliberales, vía los tristemente famosos golpes de Estado cívico-militares perpetrados en toda América Latina y el Caribe”, recordó.
Para la Secretaria de Derechos Humanos de la CTA Rosario y militante del Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS), Norma Giménez, los 33 años de la vuelta a “la democracia para pocos”, moviliza a reflexionar y a tomar posicionamiento contra la impunidad, la entrega, la violencia, la explotación y “el hambre de la mano de un feroz endeudamiento que se generó a costa de la sangre de nuestro pueblo”. En este sentido, destacó la necesidad de expresar el repudio contra los militares genocidas, pero también contra los sectores de poder económico, la “dirigencia sindical traidora” que durante la última dictadura cívico –eclesiástico-militar entregó delegados de fábricas, “al poder judicial que los amparó y a los grandes medios de comunicación que les lavaron la cara”.
Para la referente de Derechos Humanos local, el aparato represivo estatal sigue en pie y se roba vidas a diario. Por eso, destacó la necesidad de seguir denunciando el funcionamiento que mantienen los servicios de inteligencia y las fuerzas represivas del Estado, a nivel local, nacional e internacional. En ese sentido recalcó la responsabilidad de estos sectores en actos siniestros como el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la Embajada de Israel, de la desaparición seguida de muerte de Luciano Arruga, de la desaparición del testigo en causas de delitos de lesa humanidad, Julio López, la instauración del Proyecto X, entre otros ejemplos.
A la par, durante 2016 en Argentina, se dieron cientos de miles de despidos, hay escandalosos índices de pobreza (que venían ‘desinflados’ por las manipuladas cifras del Indec durante el kirchnerismo, pero que sin dudas este gobierno acrecentó con sus políticas de ajuste) y la industria nacional cae en picada. “En nuestro país, el ciclo del capital con sus fases expansivas y contractivas, ha demandado un profundo saneamiento del sistema después de la fase expansiva de la pasada década progresista, de manera que para recuperar su capacidad productiva y la tasa de ganancia cada vez más decreciente, hoy necesita cual ley de hierro, iniciar una profunda fase contractiva, que destruya toda aquella capacidad productiva instalada no competitiva, para de esa manera reiniciar el ciclo expansivo con una mayor tasa de desocupación, una caída real del salario y la profundización de la primarización de economías periféricas como la nuestra”, definió Vázquez.
Las muertes por gatillo fácil son la sangría silenciosa de nuestra juventud: el último informe de la Coordinadora Nacional Contra la Represión Institucional (CORREPI) dio cuenta de un asesinado cada 25 horas. Las víctimas de la violencia institucional fueron 4960 desde diciembre de 1983, de las cuales 259 (5% de las víctimas en el 3% del tiempo estudiado) corresponden al primer año de Cambiemos en el Ejecutivo Nacional.
“Santa Fe es la segunda provincia con más casos de gatillo fácil, con 569 personas asesinadas, luego de Buenos Aires que tiene 2.254 casos. Naciones Unidas recomienda un límite de 300 policías cada 100.000 habitantes, Argentina tiene 500 sin contar prefectos y gendarmes. En ese escenario, las legislaturas provinciales y el Congreso Nacional vienen votando leyes más represivas contra los jóvenes y los pobres y para espiar a las organizaciones”, apuntó la Secretaria de Derechos Humanos de la CTA Rosario.
Femicidio, ecocidio: la crisis civilizatoria
Si solamente se toma el universo víctima mujer de los casos de violencia institucional anteriormente expuestos, el 66% son femicidios, el 19% gatillo fácil y el 10% muertes en cárceles o comisarías. Según Correpi el dato destacado es que de los 481 casos de víctimas mujeres registrados en total en el archivo, 291, es decir el 66%, fueron femicidios cometidos por las fuerzas de seguridad. La problemática de género atraviesa transversalmente a la sociedad. Desde el #NiUnaMenos tras el asesinato de Chiara Pérez marcando un punto de hartazgo ante este ataque cotidiano a las mujeres, la sociedad avanzó en materia de conciencia de la mano de la lucha del movimiento de mujeres. Pero como en todos los otros aspectos, se reculó en el ámbito de las políticas públicas.
La desarticulación y violación por parte del macrismo a las leyes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, en un contexto donde hay un femicidio cada 30 horas, también aparece como eje en una Santa Fe que es la segunda provincia con mayor cantidad de casos. Para transparentar la dramática situación, vale aclarar que dos de cada diez mujeres asesinadas en la Argentina habían presentado denuncias por violencia de género. Es decir, no funcionan los estamentos preventivos.
Además a la par de un avance indiscriminado sobre los recursos naturales en Latinoamérica, con sociedades diezmadas por la contaminación y expulsadas de sus propios territorios, se abre paso a un favorecimiento claro a las empresas transnacionales. “Se aprueban leyes a su medida, los datos de la OMS (2012) revelan que en Argentina se producen 9.756 muertes al año causadas por alguna enfermedad relacionada con la contaminación del aire”, recordó Norma. Recientes estudios han dado cuenta que en diversas zonas de la pampa sojera, el glifosato permanece en agua, alimentos y tierras cuando no es rociado directamente sobre las personas. Lo que incrementa casos de cánceres, malformaciones y otras graves enfermedades.
“De esta manera, las distintas luchas emergentes, provenientes del movimiento de mujeres (contra la violencia de género en todas sus dimensiones), los movimientos ecológicos existentes, los movimientos de los Pueblos Originarios, las luchas obreras cristalizadas en el sindicalismo de base, clasista, democrático y plural, los movimientos de desocupados o de los trabajadores de la economía popular, los movimientos agrarios y los profesionales liberales no organizados, constituyen sujetos sociales emergentes que despuntan la posibilidad de ser articulados en un sujeto colectivo mayor, social y político, que puede ser orientado por un programa basado en los Derechos Humanos como sistema y que por lo tanto, habilite a la construcción de otro mundo posible desde la liberación social y nacional como norte, no sólo para nosotros, sino principalmente para las futuras generaciones que nos seguirán”, analizó Luis.
“Los Derechos Humanos como sistema y como propuesta simbólica de memoria histórica en la resistencia contra el Terrorismo de Estado, nos habilitan a reorganizar esa misma resistencia pero ya con otras claves y con otras estrategias, con una diáfana dirección hacia la construcción de un proyecto superador del sistema-mundo actual, de manera que aquel “mundo donde quepan todos los mundos” pregonado por Pocho Lepratti se haga realidad”, concluyó Vázquez.
*Por Sofía Alberti, Comunicación CTA Rosario – Provincia de Santa Fe
Nota vinculada: La CTA Autónoma reconoce al MEDH Santa Fe
ctasantafe.org/derechos-humanos-y-crisis-civilizatoria-a-68-anos-de-la-delara...