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Milagro y Mayra: las fotos de la provincia de Morales
Por Santiago Mayor y Julia de Titto, Notas - Friday, Dec. 23, 2016 at 3:20 PM

22 de diciembre de 2016

Milagro y Mayra: las...
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Por Santiago Mayor y Julia de Titto. La imagen de la policía jujeña atrapando y golpeando a la diputada nacional Mayra Mendoza recorrió las redes sociales este miércoles. Fue en las inmediaciones de los Tribunales Federales de la provincia norteña. Adentro, se juzgaba a la dirigente Milagro Sala, presa arbitrariamente desde enero.

Dos mujeres. Dos militantes populares. Estigmatizadas por los medios y el poder político. Una diputada nacional, la otra del Parlasur. Dos kirchneristas. Una kolla, la otra de La Cámpora. A una le dieron palos, a la otra no solo la mantienen presa sin argumento, sino que la sometieron a terribles condiciones de detención.

La foto es impactante. No sólo la del agente de apellido Pereyra ahorcando a Mendoza e inmovilizándola. La de Jujuy. Ese laboratorio de la derecha argentina donde se ha roto la vigencia del Estado de derecho.

Ese Jujuy gobernado por Gerardo Morales. Un radical que juntó en su alianza de gobierno al centenario partido con el PRO y el Frente Renovador, las expresiones de una derecha que llegó para reconfigurar la Argentina.

Midiendo el ajuste

A nivel nacional todavía no se ha llegado a una situación similar. El gobierno de Mauricio Macri está midiendo las correlaciones de fuerza con sindicatos y movimientos populares. Incluso con el malestar popular generalizado que produjeron algunas medidas como los tarifazos.

Desde el Ejecutivo -todavía- no se ha desatado ninguna represión brutal (incluso violando su propio protocolo antipiquetes). Por el contrario, se han mostrado proclives a la negociación. Algunas veces le ha ido bien, como en la mayoría de las leyes que ha impulsado en el Congreso; en otras no tanto, como con la Emergencia Social donde pasó de proponer vetarla a tener que desembolsar 30 mil millones de pesos no previstos. La movilización popular marcó la cancha.

El gobierno apuesta a sortear el 2017 en base a un mayor endeudamiento externo y un presupuesto que, si contemplamos lo que se votó en el Congreso, es más gradualista que de shock.

De todas formas el plan de ajuste que exigen los sectores más concentrados de la economía aún no ha llegado. Ya se han alzado las voces empresarias que plantean la necesidad de salarios “más competitivos” a nivel internacional. Es decir, más bajos. Y nuevamente sobrevuela el fantasma de un dólar “atrasado” lo que augura una nueva devaluación.

Un año puede parecer mucho, pero para un plan de reconfiguración política, social y económica de la Argentina como el que impulsan los sectores dominantes, es apenas un suspiro.

Mientras tanto, la prueba piloto ya está en marcha.

El laboratorio

Pero Jujuy es distinto. Morales no es Macri. El ex senador llegó en 2015, después de muchos intentos, a gobernar una provincia alejada de las cámaras y las luces porteñas. Terminó, además, con 32 años de gobiernos peronistas provinciales. Desde la vuelta a la democracia.

Con esa impunidad y un revanchismo que no puede ocultar -sus enfrentamientos con Milagro Sala son personales y tienen muchos años-, está determinado a arrasar con la organización popular. Y de paso con las instituciones democráticas jujeñas.

Cabe recordar que desde que asumió Morales a Milagro Sala se le abrieron siete causas, todas sustentadas en testimonios de testigos fugaces que no aparecieron más y con pruebas absolutamente endebles.

La que la mantiene presa reúne tres denuncias que se realizaron entre el 15 y el 18 de enero de este año, en plena feria judicial y por hechos del 2013 a 2015. Se la acusa de “asociación ilícita, extorsión y fraude a la administración pública” por el presunto desvío de dinero del Estado para la construcción de viviendas desde las cooperativas de la organización. Los denunciantes: Walter Morales, uno de los hermanos del gobernador y presidente del Instituto de la Vivienda local, y Mariano Miranda, jefe de fiscales en Jujuy.

Pero ¿qué pasó en la justicia provincial? ¿de pronto despertó del letargo? Quizás mucha gente no lo recuerde, pero apenas asumió Morales elevó el número de integrantes de la Corte Suprema de Jujuy de cinco a nueve miembros. Entre los nuevos magistrados designados para el máximo tribunal local están dos de los diputados radicales que votaron la ley de ampliación: Pablo Baca y Beatriz Altamirano. Pero para tener mayoría automática todavía faltaba. Así fue que sumó a Federico Otaola, otro ex legislador de la UCR.

La imagen de partido impoluto y defensor de las instituciones que intenta pregonar el radicalismo sobre sí mismo, se cae a pedazos.

Se ignora a los organismos internacionales. A las pruebas. Al derecho. No es inocente. Tampoco casual que se ensañen con Milagro. La líder de la Tupac Amaru habla en idioma pueblo y con voz de mujer. Creció fuera de los flashes pero pronto copó portadas.

La foto del miércoles, cual polaroid de revelado inmediato, volvió a poner a la vista de todos lo que muchos pretenden ocultar. En Jujuy no hay garantías democráticas. Hay hostigamiento y persecución política. Hay Tribunales adictos al poder y mujeres violentadas.

En la provincia norteña soñar es peligroso.

@SantiMayor y @julitadt

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