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Inundaciones: denuncian que el Estado sigue ausente
Por Fuente: AIM Digital (Paraná, Entre Ríos) - Friday, Jan. 20, 2017 at 12:42 PM

Viernes 20 de enero de 2017 | Las inundaciones de los últimos días muestran, una vez más, una agenda de políticas públicas que prioriza las urgencias electorales sobre las necesidades de la población. “Los daños por inundaciones serán cada vez mayores si el Estado sigue ausente y sin planificar. No podemos pensar que el cambio climático es el único culpable. Ni Argentina y menos Entre Ríos tienen plan de manejo hídrico. Es muy triste y preocupante ver a donde hemos llegado”, afirmó a AIM el ex presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy, Armando Cadoppi.

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Foto: Caños del ferrocarril colapsados ponen en riesgo el transito de los trenes y obstruyen el escurrimeinto del agua.

En diálogo con esta Agencia, el productor admitió que “es muy triste y preocupante ver a dónde hemos llegado. Que los dos matutinos más importantes del país y que los portales de noticias más seguidos tengan el mismo titular: Santa Fe culpa a Córdoba de echarle el agua… Tiene mucho de cierto el titular, pero no es cuestión de quien le echa el agua a quien. Los gobernantes y los legisladores son responsables. Todos miraron a corto plazo y subestimaron los impactos ambientales. En los últimos 15 años solo se pensó cuánto se iba a recaudar en la siguiente campaña de soja, cuántas hectáreas más se iban a sembrar, cuántos nuevos barrios náuticos y caminos se iban a construir en un humedal. Solo se pensó en la caja y en mostrar un ficticio progreso y desarrollo como país”.

Priorizar la caja

Para Cadoppi, “nada más importó, a pesar que se profundizó el desarraigo de los isleños y el trabajador rural hacia los cordones precarios de las grandes urbes; se obligó a los productores a cerrar tambos, cultivos intensivos, forestaciones, campos ganaderos y se destruyeron miles de hectáreas de humedales o pastizales. En ese proceso también se perdieron miles de hectáreas y planteos productivos que absorbían excesos hídricos y que hacían que los excedentes llegaran más lentamente a los cursos de agua. Solo se miró la caja a seis meses, la obra pública que se pudiera hacer y la ganancia que individualmente se pudiera lograr”.

El isleño denunció que, en la actualidad, los isleños “sufren los años de malas y poco transparentes políticas. Hoy producimos menos carne, menos miel, menos forestación, tenemos menos rotación de cultivos, sufrimos más inundaciones, tenemos un país menos poblado en sus áreas rurales, más pobreza en las grandes ciudades y los gobiernos necesitan cada día más impuestos para alimentar un Estado deficitario”.

Nada nuevo bajo el sol

Cadoppi, quien fue presidente de la isleña Sociedad Rural, recordó que la Srii plantea la situación desde hace más de 15 años, y evocó que advirtieron miles de veces que se llegaría a estas situaciones extremas, que afectarían gravemente a las ciudades de territorios no isleños. “Personalmente siempre advertí que las inundaciones del Delta no son un problema que solo afecta a los isleños. Desafortunadamente las precipitaciones cada vez más intensas y los eventos de estas magnitudes dejaron de ser una rareza. Sin embargo, no podemos seguir culpando al cambio climático. Es imperioso que los gobernantes, las entidades y los legisladores asuman la gravedad de la situación y simplemente vean lo que en el resto del mundo se hace para devolverle a los ríos y a los humedales los espacios por donde escurría el agua”.

El Estado brilla por su ausencia

El licenciado explicó que desde el Delta “siempre hemos hecho foco en la falta de manejo hídrico a la hora de construir una autopista, un puente (como el recientemente inaugurado por el presidente, Mauricio Macri en Entre Ríos), o mega barrios náuticos en los valles de inundación que, sabíamos, tendrían cada vez mayor impacto negativo en las comunidades colindantes a los cursos de agua. Es hora que el gobierno nacional asuma su rol y lleve a cabo políticas nacionales, y de regulador y protector del medio ambiente. Si bien somos una república federal y cada provincia tiene autonomía, el Estado nacional no puede dejar de fijar las políticas nacionales y oficiar de controlador. Hacen falta políticas y trabajo conjunto entre nación y las provincias. Sino, seguiremos pasando el agua de un vecino al otro…”.

El gobierno, cómplice de la destrucción

Cadoppi sacó la guacha y cargó fuerte contra el gobierno provincial, al que acusó de ser cómplice por permitir la destrucción del humedal del Delta, por habilitar la construcción de asentamientos en valles de inundación, por consentir las obras de caminos provinciales y privados sin los correspondientes estudios de impacto ambiental ni manejo hídrico. “Entre Ríos, muy a pesar de ser una provincia atravesada por innumerable cantidad de ríos, tiene un Estado ausente en la protección del humedal. Prueba de ello es que el Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua (Corufa), hace casi dos años que no funciona; tampoco existe ninguna autoridad que intervenga cuando se corta un arroyo o se tapan los caños de una autopista o el ferrocarril, y es común que la dirección de Hidráulica no tenga presupuesto ni técnicos suficientes y que tampoco exponga públicamente los informes y estudios técnicos y ambientales de las obras que ejecuta, como el polémico dragado del arroyo Sagastume”. Prueba de ello, dijo, son los 5.000 kilómetros de diques, caminos y barrios náuticos fueron construidos sin la correspondiente planificación de impacto hídrico y ambiental. “Prueba de ello es también que mucha agua de las inundaciones de diciembre de 2015 aún permanece en el Delta. Prueba de ello también es el flamante acceso de ripio que se construyó desde la autopista hacia Ibicuy, sin suficiente cantidad de puentes o con los viaductos obstruidos, se convirtió en un inmenso dique que inunda más rápido los campos. Prueba de ello es que haya legisladores que proponen como solución construir un inmenso dique de Gualeguay hacia el sur, pretendiendo que el agua no entre al Delta inundando a territorios vecinos. Prueba de ello es que en los cargos que debiera haber técnicos o académicos, hay políticos amigos del poder de turno, que, generalmente, desconocen de las problemáticas ambientales e hídricas. Prueba de ello son que cada vez las inundaciones causan más pérdidas humanas y económicas”.

Elecciones, la única prioridad

Para el productor, “es hora que el gobierno convoque a técnicos, académicos y a las entidades profesionales para trabajar con honestidad y profesionalismo en el manejo hídrico. No podemos permitir que el gobierno y ciertos dirigentes culpen al cambio de clima y solo propongan prorrogas de los impuestos a las comunidades y productores inundados que perdieron todo. ¿Dónde está el Estado en su rol de contención, brindando las herramientas para que quien perdió todo, pueda iniciar la reconstrucción? Los funcionarios solo piensan en la recaudación impositiva y las elecciones del año siguiente…”.

Cadoppi se esperanzó en que en medio de las inmensas pérdidas y daños, el Estado nacional entienda también que hace falta un debate honesto, técnico y le reclamó que desarrolle políticas para que las producciones locales sean rentables, a fin que los pequeños y medianos productores puedan desarrollar sus emprendimientos y sus vidas en el lugar donde nacieron. “Basta simplemente mirar a Uruguay y ver como el Estado regula, controla y promueve la diversidad de producciones, o a Brasil, que tiene políticas nacionales y planes de financiamiento para apoyar el desarrollo de las comunidades y de los productores”.

Teléfono para Macri y Bordet

El productor se esperanzó en que “tanto el presidente Macri como el gobernador Bordet no tomen los múltiples pedidos de audiencia realizados por loscomo una confrontación. Todo lo contrario, necesitamos que nos escuchen y que comprendan que las comunidades y productores del Delta estamos agonizando. Desde el Delta aun preferimos creer en las palabras de Macri que propone dialogo y compromiso. Preferimos pensar entonces que ni Bordet ni Macri fueron debidamente informados y que, lamentablemente, ignoran totalmente la situación. Pero advertimos: si no hay un cambio de actitud de los responsables máximos, el Delta, sus comunidades y sus beneficios ambientales, terminaran de colapsar. Desde el Delta seguimos esperando la visita o la convocatoria de Macri y Bordet, para empezar a revertir la crítica situación a la que llegamos. No hay dudas que el camino es el diálogo y el trabajo técnico de los profesionales idóneos”.

De la Redacción de AIM.

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