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El Cenpat criticó la visión sesgada de la historia mapuche – tehuelche
Por El Patagónico - Sunday, Jan. 22, 2017 at 12:04 AM

20/01/2017.- Sostuvieron que muchas de las "versiones" actuales respecto de la presencia de la comunidad mapuche e incluso de la tehuelche en la región, han sido fundadas y son "funcionales a determinados intereses".

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Desde el Centro Científico Tecnológico (CTT-Cenpat) brindaron una conferencia de prensa en el día de ayer y posterior clase informativa respecto de los acontecimientos ocurridos durante la represión del cuerpo de Gendarmería a miembros del Lof Cushamen, a través de la cual sostuvieron que muchas de las "versiones" actuales respecto de la presencia de la comunidad mapuche e incluso de la tehuelche en la región, han sido fundadas y son "funcionales a determinados intereses".

Una de las autoridades del instituto, planteó que "creemos que es un acto de rebeldía y de resistencia, que el sector científico y tecnológico tiene que llevar adelante, alertar cuando estos fenómenos de postverdad alteran o configuran discusiones y debates importantes que la sociedad tiene que dar; el acceso a la tierra, por parte de pueblos originarios o la concentración de la misma en nuestra provincia y en otras, es otro de estos casos donde percibimos que la discusión estaba girando a cuestiones que, las ciencias sociales en particular, ya resolvieron hace rato", en relación a publicaciones locales objetadas por los científicos y especialistas del CCT.

Al respecto, el titular del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH), Rolando González José, sostuvo que "vivimos en épocas donde, en la sociedad, volvemos a casa del trabajo, saturados de información a través de un montón de dispositivos, celulares, tablets, medios de comunicación de todo tipo, digitales, gráficos, tradicionales, nuevos, donde los hechos del mundo natural y cultural, a veces, llegan contaminados o saturados de lo que se conoce como la 'postverdad', o sea, los hechos quedan detrás de una cortina de opiniones no necesariamente respaldadas por evidencia, y eso es un fenómeno global que se está discutiendo, inclusive, en los países desarrollados y en las grandes potencias".

Sobre esta línea, adelantó que "creemos que es un acto de rebeldía y de resistencia, que el sector científico y tecnológico tiene que llevar adelante, alertar cuando estos fenómenos de postverdad alteran o configuran discusiones y debates importantes que la sociedad tiene que dar; el acceso a la tierra, por parte de pueblos originarios o la concentración de la misma en nuestra provincia y en otras, es otro de estos casos donde percibimos que la discusión estaba girando a cuestiones que, las ciencias sociales en particular, ya resolvieron hace rato, y hay consensos amplios y fuertes al respecto; pero, nuevamente, doce años después de hacer algo similar a esto, tenemos que salir a explicar nuevamente, y también respondiendo a una atenta invitación, por parte de un importante medio de la provincia, que en su editorial del pasado domingo llamó a que el sector científico se expida en torno a la cuestión de la concentración de tierras y los reclamos mapuches".

A su vez, el ex titular del Cenpat y autoridad de uno de los principales centros de estudio del organismo, mencionó que "nos vimos compelidos a elaborar un documento, el cual fija nuestra visión científica del problema, además de que viene con un adjunto de publicaciones de hace mucho tiempo, que se han publicado sobre el tema".

Por su parte, el vicedirector del IPCSH, Julio Vezub, comentó que "durante el fin de semana, cuando un sociólogo de nuestro instituto, Sergio Kaminker, remitió en el Facebook interno que tenemos el editorial del matutino, planteó que teníamos que salir a responder, a decir algo, y, por otra parte, dicho diario se hace cargo de visiones que están muy instaladas a nivel social, a veces de manera honesta, otras no tanto, claramente intencionadas, pero la realidad es que conceptos como que los mapuches son venidos de Chile y que los auténticos dueños de la tierra son los tehuelches, o que los primeros se encargaron de eliminar a los segundos, están muy instaladas en sectores muy amplios de la sociedad, y vuelven a reaparecer, recurrentemente, cada vez que surge un conflicto, disputas o reclamos con un argumento que se esgrime sobre la mesa".

También, indicó que "la sensación fue de hastío, de otra vez volver a pronunciarnos sobre cuestiones que nosotros conocemos en detalle, porque las hemos estudiado por más de dos décadas, y acerca de las cuales hay un gran consenso entre historiadores, antropólogos, tanto de nuestro país como fuera del mismo; lo que pasa es que había alguna carencia para comunicar o divulgar algunas de estas cuestiones".

Primeramente, Vezub expresó que "en esta cuestión de que 'los mapuches son venidos de Chile' y que invadieron las pampas, en un momento aproximado entre fines del siglo 18 y principios del 19, para la época de las revoluciones de la independencia, y la primera falencia o debilidad de ese argumento, parte del supuesto o bien ignora que ni Argentina o Chile existían como naciones en aquél entonces; ambos, al igual que la totalidad de los estados-naciones modernos del mundo, no son el resultado de apariciones de un día para el otro, sino de procesos de reconstrucción, recambio, transformación, conflicto y guerras; es decir, las identidades mapuches, tehuelches y demás, trascienden y son precedentes a la formación de los estados-naciones en el continente sudamericano, a partir de las revoluciones de la independencia".

Además, explicó que "otra cuestión es que los límites jurisdiccionales entre los estados-nación no están inscriptos, naturalmente, en el paisaje, lo cual lleva a otra idea, y es que la Cordillera de los Andes, no solamente es larga, sino también ancha, y no solamente hay gente que vive y habita de un lado o del otro, sino que hay gente que habita y habitó en la propia Cordillera, cuya territorialidad, familiar, grupal, comunitaria, se extiende a ambos márgenes de la misma" y que "es absolutamente porosa durante la mayor parte del año, y esto hace que, desde siglos previos e incluso antes de la llegada de los europeos, en el siglo XVI, el panorama social de la Patagonia, tanto argentina como actualmente chilena, se configurara sobre la base de redes sociales y nodos interconectados de grupos familiares de un lado y del otro".

Sobre este punto, sostuvo que "por supuesto, había conflictos entre ellos, y la guerra tribal no solamente se da entre etnias distintas, sino entre parientes, y esto lleva al segundo argumento que está instalado, que es el de la supuesta masacre de mapuches, perpetrada sobre los tehuelches; argumento que es muy funcional a determinado tipo de intereses, porque del mismo se desprende un tercero, que es que 'los tehuelches se han extinguido, por culpa de los mapuches', y que 'nada mejor que un indio muerto, porque no puede reclamar', lo cual genera la imagen de un vacío para los grandes propietarios terratenientes, algunos de ellos de capitales extranjeros, como es el caso de Benetton" y agregó que "la construcción de la ficción, de que su emprendimiento agropecuario se monta sobre un paisaje natural, previamente vaciado o naturalmente vaciado, lo desliga de toda responsabilidad social empresaria en relación al pasado preexistente de ese patrimonio que adquirieron durante la década del noventa".

Dichos argumentos, "que no tienen mayor sostén, se combinan con un tercero, que es una visión bastante arcaica de cómo se construye la identidad étnica o de cualquier tipo; la identidad es un fenómeno que tiene que ver con la voluntad de las personas, con la identificación, con la forma en que son designadas y señaladas desde afuera, con la manera en que se reconocen a sí mismos, a la vez que es el resultado de procesos históricos, y por lo tanto, evolutivos, de carácter cambiante y a veces contradictorios", manifestó el historiador.

Consultado respecto de la mesa de diálogo convocada desde el Gobierno Provincial, manifestó que ello "obliga a un diagnóstico acerca de cómo es la estructura social mapuche o mapuche-tehuelche; evidentemente, no hay autoridades centralizadas, no las hubo nunca, ni siquiera en la época del longko Sayhueque, eran sistemas de alianzas, justamente, inestables, donde muchos actores tenían legitimidad para pronunciarse o manifestar su voluntad política" y sostuvo que "me da la impresión que esta mesa de negociaciones tiene legitimidad, en tanto y en cuanto son actores conocidos, pero también es absolutamente necesario que las distintas expresiones, comunitarias y familiares, estén sentadas en esta mesa, o que se abran tantas mesas de diálogo y conversación como sea necesario; entendiendo, justamente, este carácter segmental de la representación mapuche, que no es un diálogo de Estado a Estado".

González José recordó que "años atrás, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, hasta el cambio de gobierno de 2015, desarrolló un profundo estudio en distintas provincias, entre ellas la nuestra, haciendo un relevamiento sobre conflictos territoriales" y contó que "ese estudio o investigación, que duró más de diez años, no concluyó, se suspendió, no se renovó el contrato de las personas que participaban del mismo, por lo que una propuesta para el Gobierno de la Provincia sería que le pida, al Estado Nacional, los resultados preliminares, y al mismo tiempo que se retome esa encuesta, para trabajar con elementos de análisis valederos sobre la mesa, ya que cuando nosotros decimos que los mapuches no masacraron a los tehuelches, lo hacemos sobre la base de datos concretos y metodologías que nos permiten vincular una cosa con la otra, y creemos que, de la misma manera, deberían tomarse decisiones políticas; teniendo diagnósticos, y trabajar sobre la base del diálogo y de escuchar qué es los actores están esperando ante cada oportunidad".

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