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Recuerdan en El Salvador rebelión de 1932 contra la dictadura
Por Prensa Latina / Cuba -
Friday, Jan. 27, 2017 at 9:33 AM
San Salvador, 22 ene (PL) Los salvadoreños conmemoran hoy la Rebelión de 1932 encabezada por líderes como Farabundo Martí y José Feliciano Ama, contra los males que aquejaban al pueblo vapuleado por la dictadura de Maximiliano Hernández. Por Odalys Troya
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Numerosas son las iniciativas para recordar a las más de 30 mil víctimas de la matanza desatada, por los militares y personeros al servicio de la dictadura, contra el levantamiento protagonizado por campesinos, comunistas y pueblos originarios.
Sobresalen el foro denominado 'Etnocidio de 1932 de Pueblos originarios, la impunidad continúa'; ceremonias indígenas, así como la peregrinación con antorchas realizada anoche en Izalco, entre otras.
El 22 de enero de 1932, miles de indígenas y campesinos en los municipios de Ahuachapán, Juayúa, Tacuba, Izalco y Nahuizalco se levantaron contra la expropiación de las tierras comunales y ejidales, el olvido y la exclusión a los que estaban sometidos, agudizados tras el golpe militar de Maximiliano Hernández. La pérdida de la tierra a manos de la burguesía terrateniente desde finales de la década de 1880, y como consecuencia las malas condiciones económicas y de vida de los indígenas y campesinos, la crisis económica mundial de 1930, el posterior golpe de Estado y el fraude electoral conllevaron al descontento generalizado.
Era tal la injusticia social y económica que solo el 20 por ciento de la población gozaba del 80 por ciento de la riqueza nacional.
Comenzaron las luchas sociales impulsadas por indígenas, obreros y la militancia del joven Partido Comunista. La dictadura militar trató de silenciar el descontento del pueblo con una severa represión y los líderes fueron perseguidos, torturados, obligados a salir del país, y en el peor de los casos asesinados.
'El régimen de manera preeminente y con toda la premeditación perversa del caso, tergiversaron la idea del comunismo hasta llegar a satanizarlo', aseguró el analista y escritor Alirio Montoya.
'Una vez que la dictadura militar sembró en la opinión pública la vinculación entre comunistas e indígena, a manera de sinónimo, propició la 'legitimación' o 'justificación' de la masacre', añadió.
Se cuenta que dos días después de iniciada la rebelión, los muertos se contaban por miles. Solo en Izalco fueron asesinados más de 10 mil.
La masacre sembró el terror, al punto de que muchos indígenas renunciaron a sus apellidos ancestrales por temor a ser asesinados, un daño cultural que marca aún el país, por lo que muchos historiadores y antropólogos considera estos violentos hechos de 1932 como un etnocidio.
Cuentan que la mayoría de población hablante del náhuat fue exterminada, las poblaciones indígenas abandonaron muchas de sus tradiciones y costumbres por temor a ser capturados y reemplazaron su vestimenta y tradiciones para no ser víctimas de los crímenes del Estado.
La Rebelión de 1932 finalizó con el fusilamiento del líder comunista Farabundo Martí y el linchamiento de José Feliciano Ama, cacique indígena y uno de los guías de la insurrección campesina.
Luego de estos hechos, la dictadura recrudeció la represión contra el pueblo salvadoreño mediante la imposición de un estado de excepción que se promulgó y prolongó durante la dictadura de Martínez hasta las posteriores dictaduras militares y que condujeron al conflicto armado iniciado en 1980.
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