“Nos dio la razón porque fue nulo el argumento de la propietaria y del juez de primera instancia. Ni los trabajadores son parte de la fallida, ni la propietaria es acreedora de la fallida. Al ser incompetente el juez, el pedido  y la orden de desalojo fue desestimada, el pedido de desalojo debe ser rechazado”, explicó el abogado de los trabajadores, Ataliva Dinani, a Ansol.

La empresa Mercedes S.C.A se negaba a formalizar la renovación del contrato de alquiler del local con la intención de hacer un negocio inmobiliario con la propiedad donde está instalada la cooperativa.

Así, la cooperativa quedó en condiciones de negociar la renovación del acuerdo, a lo que Dinani agregó: “Ahora sí es efectivamente una negociación. Tenemos un vínculo contractual que debe ser repensado”.

Además, contó que la cooperativa siempre quiso pagar y estar con todas las de la ley, pero fueron obligados a estar en la marginalidad, y ejemplificó: “Por el fallo anterior, tuvimos que pagar multas de falta de habilitación, por no tener el contrato de alquiler. Habíamos pedido provisoriamente la habilitación, teniendo en cuenta que los trabajadores están reconocidos en el expediente como acreedores laborales. Ni siquiera se nos fue concedida la apelación”.

Por último, reconoció que le resulta muy difícil defender a los trabajadores en las cámaras comerciales, y destacó que solo se lo logra con la solidaridad, y cerró:

“No es un problema de 40 familias, sino de dignidad de 40 personas que dedicaron su vida a trabajar”.

Cuando la gente se empieza a quedar en la calle, la Cooperativa La Casona consiguió abrir más puestos de trabajo con el nuevo local de Lanús.