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52 días de lucha en Chateaubriand: Muscolini incumple conciliación y presenta concurso
Por Indymedia Rosario -
Monday, Feb. 20, 2017 at 3:48 PM
rosario@indymedia.org
En el marco del conflicto por los 17 despidos en la fábrica quesera de Carmen, los obreros cumplen 52 días de acampe en el predio de la planta. Aldo Muscolini, dueño de lácteos Chateaubriand, incumplió la conciliación obligatoria, no abonó los salarios de enero y presentó el concurso que podría llevar a la quiebra.
Esta mañana se realizó una nueva audiencia en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo de Santa Fe en el marco del conflicto en Chateaubriand. Muscolini pegó nuevamente el faltazo y decidió presentar el concurso preventivo (Expediente N° 44/2017) en el Juzgado Civil, Comercial y Laboral de Melincué, según notificó días atrás a los 17 trabajadores que mantiene en vilo desde el 30 de diciembre.
Por su parte, el Ministerio prorrogó la conciliación obligatoria hasta el 21 de marzo y convocó una nueva audiencia para el 2 de ese mes. Pero no hay en el horizonte perspectivas de que Muscolini acate la disposición oficial. La triste realidad es que la autoridad pública, que es el Ministerio de Trabajo, no cuenta con más herramientas que la sanción pecuniaria a dicho desacato.
En el telegrama fechado el 18 de febrero, el dueño de Lácteos Chateaubriand, además de rechazar los telegramas enviados por el sindicato ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina), sostuvo la argumentación de que los despidos tienen justa causa por haber los obreros permanecido en las instalaciones e impedir el ingreso de materia prima. Pero, el mismo Muscolini firmó el 30 de diciembre una carta que alertaba del cierre por un mes a los empleados que en ese instante decidieron permanecer en el predio fabril para custodiar la mercadería y maquinaria ante un posible vaciamiento.
Fue esa permanencia la que les permitió cobrar el mes de diciembre y el medio aguinaldo, tras un encuentro en la sede ministerial. Aquel fue al único que asistió Muscolini, quien se comprometió también a pagar enero y reabrir la planta. Pero, un día antes del plazo decidió despedir a sus trabajadores acusándolos de impedir la producción en una fábrica que por definición de sus dueños estaba cerrada. Además negó cualquier tipo de deuda, lo que abarca no sólo lo salarial sino también la negación de la millonaria deuda que tiene en concepto de cargas sociales con la obra social y la misma AFIP.
Así, la última táctica para sacarse de encima una fábrica rentable, “sistemáticamente vaciada”, como definieron desde ATILRA, y birlar también las indemnizaciones, fue presentar un concurso preventivo. El dato más destacado no es sólo la ‘flojedad de papeles’ que los abogados de la parte obrera identificaron, sino que el principal acreedor del caso sería el propio sindicato vía obra social, que lleva acumulada una deuda de 5 millones de pesos más intereses.
“Es una idea más para ganar tiempo, ver que pasa y seguirnos desgastando”, analizó Sebastián Salas uno de los trabajadores que lleva 14 años trabajando en la planta de Carmen. La realidad es que con un dueño que desconoce toda autoridad pública y se niega al diálogo, más un Estado que carece a priori de herramientas sancionatorias eficientes y una empresa endeudada más allá de su patrimonio, la aparición de un comprador y la negociación de la venta es complicada. Según se ha charlado incluso con los varios legisladores de la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados de la Provincia que acompañan el reclamo de los trabajadores, una de las vías de resolución más posibles es la conformación de una cooperativa de trabajo, pero para ello habría que cumplir varios complejos pasos.
“La fábrica es totalmente rentable, incluso hay productores tamberos dispuestos a traer leche para trabajar. Pero Muscolini no la vende, ni habla con nosotros para negociar una salida. Busca desgastarnos con artilugios. Nosotros y nuestras familias lo único que queremos es recuperar el puesto de trabajo, sobre todo sabiendo que en el marco actual el panorama laboral está muy complicado”, explicó Salas.
Tormenta imperfecta
El temporal que días atrás azotó al sur de Santa Fe llegó también a Carmen. Allí los obreros tuvieron que evitar la voladura de las carpas, pelearon contra el agua y el viento y rearmaron el espacio de resistencia. “Fue muy duro, pero estar acá resistiendo y recomponerse de esa situación también nos dio más fuerzas”, concluyó Sebastián.
Aldo Muscolini, en la única audiencia en la que participó
Vaciamiento y deudas
Chateaubriand es una fábrica que desde 1997 fabricó leche fluida y en 2001 se volcó a la producción de quesos. Ubicada en la localidad de Carmen, emplea 17 trabajadores que, para una población de 1800 personas (según censo 2010) es una fuente de empleo y actividad indirecta importante. “Acá había 30 mil litros de leche diarios con tambos fijos. Ha ido dejando ir los tamberos, entregando guita a plazos. Llegamos al punto de quedar con 6 mil litros de leche propia de la fábrica y lo que hacía era comprar a cualquier pool lechero uno o dos camiones a la semana. Leche que venía en negro, sin pagar ningún impuesto”, denunciaron los obreros tras el aviso de cierre.
A la par, la empresa mantiene una deuda que asciende a los dos millones de pesos ($2.000.000) por falta de pago de leyes sociales con AFIP y alrededor de cinco millones de pesos ($5.000.000) con la obra social del sindicato ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina). Se suma, según denunciaron los empleados, la falta de los aportes jubilatorios correspondientes desde septiembre del 2014. Por esto, debieron solventarse obras sociales particulares mientras se les seguían haciendo los descuentos de los salarios que durante 8 meses nunca llegaron a la obra social sindical. “Y los sueldos llegaron a pagarlos en cuatro o cinco veces”, comentaron.
Aldo Muscolini tiene capital prolífico vinculado, entre otros rubros, a empresas de distribución de Paladini, Pepsico y hasta una sociedad con empresas de aviones fumigadores (“mosquitos”), en la que recientemente habría adquirido maquinaria por un millón y medio de pesos. Esto al margen de unas 30 propiedades que se le adjudicarían en Venado Tuerto y campos en alquiler.
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