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La Biblioteca Vigil adhiere escrache
Por Mónica Garbuglia - Saturday, Mar. 18, 2017 at 1:05 PM

Desde la Biblioteca Vigil adherimos y participaremos del escrache convocado desde el Espacio Juicio y Castigo, al represor CARLOS SFULCINI, para lo cual está previsto la reunión en el día de hoy a las 18 en España y el río, marchando luego hasta su domicilio (España 344, 10° A). Carlos Sfulcini ha sido sentenciado por delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico-militar-eclesial, y goza de libertad desde fines del año pasado, luego de que una cámara de casación le redujera la condena dictada por un tribunal oral en diciembre de 2013.

La Biblioteca Vigil ...
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Desde la Biblioteca Vigil adherimos y participaremos del escrache convocado desde el Espacio Juicio y Castigo, al represor CARLOS SFULCINI, para lo cual está previsto la reunión en el día de hoy a las 18 en España y el río, marchando luego hasta su domicilio (España 344, 10° A).
Carlos Sfulcini ha sido sentenciado por delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico-militar-eclesial, y goza de libertad desde fines del año pasado, luego de que una cámara de casación le redujera la condena dictada por un tribunal oral en diciembre de 2013.
Invitamos a leer el Comunicado del Espacio Juicio y Castigo, donde se detallan las alternativas de su situación judicial. Allí se señala que “Sfulcini fue un espía al servicio del terrorismo de Estado, operó como Personal Civil de Inteligencia integrando la patota del Batallón 121 del Ejército, órgano que regenteó cinco centros de detención y torturas por donde pasaron cientos de detenidos-desaparecidos, tal cual probó la Justicia Federal de Rosario”.
Destacamos, además, que Carlos Sfulcini fue un engranaje fundamental del aniquilamiento del proyecto educativo de Vigil llevado a cabo por el terrorismo de Estado, luego de la intervención de la entidad por la dictadura. Quedó a cargo del Instituto Secundario de Vigil - desplazando al profesor Rubén Naranjo-, secundado por el psicólogo Raúl Pangia - quien tomó el lugar de la profesora Elba Parolín-. Mientras tanto, la coordinación de todos los niveles escolares, que en épocas de esplendor de la Vigil ejercía el reconocido pedagogo Mario López Dabat en su función de Director del Departamento de Educación, fue tomada por el represor Ramón Telmo Alcides Ibarra (alias "Rommel").
Ellos fueron artífices de la implantación de la cultura del miedo en nuestros espacios educativos, lo que representa un capítulo más del plan criminal de destrucción material y simbólica de la Vigil.
Aspiramos a que los responsables sean juzgados y condenados de acuerdo al sistema de garantías del Estado de Derecho, justamente las mismas que arrasaron cuatro décadas atrás para instaurar un sistema económico, social y cultural del que es fruto el país injusto e inequitativo que tanto nos duele. Por ello, hemos emprendido con decisión y compromiso el camino de la justicia ante los tribunales federales, donde somos querellantes en causa por los delitos económicos consumados contra la institución.
Sin embargo, y desde ese lugar, podemos dar testimonio del momento crítico que atraviesan los juicios de lesa humanidad en nuestro país, puestos en vilo por una serie de argucias técnicas y el desbaratamiento de los dispositivos estatales que sostenían las políticas de memoria, verdad y justicia.
No podemos soslayar la zozobra de los juicios que aún no tienen fecha o que se postergan; la situación de las víctimas que son expuestas a experiencias que las revictimizan en el marco de esos juicios; ni la de genocidas condenados que acceden - cada vez más - a beneficios en cuanto a sus condiciones de detención.
Todo ello, mientras se intenta reinstalar en el medio social la doctrina de los dos demonios y, más aún, el negacionismo del terrorismo de Estado.
Interpretamos estas circunstancias como un claro retroceso, y es por eso que avalamos la vuelta del “escrache”, práctica iniciada por la Agrupación H.I.J.O.S. en los ’90 para visibilizar y poner en evidencia a los genocidas impunes y con quienes nos quieren forzar a convivir.
No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos.

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