Julio López
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Negacionismo
Por Indymedia Derechos Humanos - Friday, Mar. 24, 2017 at 11:44 PM

Este artículo está removido por incurrir en negacionismo sobre el genocidio de la dictadura de 1976.

La Comunidad Europea considera un acto de negacionismo del holocausto nazi desconocer, tergiversar o falsear alguna de las siguientes estimaciones: 1) El plan (existió un plan sistemático de exterminio planificado y centralizado fundado en razones políticas, racistas y pseudo eugenésicas); 2) El método (se construyeron centros de exterminio y se planificaron las formas de exterminar y ocultar) y 3) El número (Relativizar el número de 6 millones de judíos exterminados).

Compartimos por su pertinencia al respecto un comunicado de la APDH y un artículo de Hugo Alconada Mon en el periódico golpista La Nación.

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11 de agosto de 2016

http://www.apdh-argentina.org.ar/negacionismo_del_genocidio_argentino

Negacionismo del genocidio argentino

Los lamentables dichos de la máxima autoridad estatal reflejan un gran desprecio y desconocimiento del largo camino recorrido por nuestra sociedad en materia de la condena al último genocidio nacional.

Las palabras del presidente de los argentinos, parecen dejar abierta una puerta por la que la duda y la falta de conocimiento conduce necesariamente a la negación de lo que cientos de sentencias judiciales han establecido a lo largo y ancho del país: Lo que ocurrió en argentina durante la vigencia del estado terrorista fue un GENOCIDIO, hubo una masacre direccionada desde el propio estado para destruir a toda una fracción de la población e implantar un nuevo orden social.

Poner en cuestión el número de desapariciones forzadas es una estrategia que ha estado en boca de los autores de los crímenes, quienes no dudaron en atribuir la diferencia a móviles económicos de las víctimas y, lo que es aún peor, a la legitimación de la teoría ya no de los dos demonios sino de uno sólo de ellos: serían los perseguidos y masacrados los que engendraron la tragedia con su accionar.

En ese sentido, la magistral Carta de Eduardo Luis Duhalde como Secretario de Derechos Humanos de la Nación a Graciela Fernández Meijide señalaba con acierto: "El único registro fehaciente de la cantidad de víctimas asesinadas, su identidad y destino final solo está en poder de los asesinos. De aquellos que mientras pregonan que su accionar fue "justo y en defensa de la patria" ocultan todo dato, sabiendo que su proceder fue abiertamente criminal."

Vale la pena recordar que en dicha carta se consignaban las variables producto de las cuales la cifra de los 30000 compañeros desaparecidos no es arbitraria:

a) La cantidad de sitios clandestinos de detención y exterminio, en todo el país, que superan el número de 500.

b) Las estimaciones sobre el número de prisioneros que hubo en los grandes centros de detención y exterminios como la ESMA, Campo de Mayo, La Perla, el Batallón de Tucumán, el Circuito Camps, El Olimpo, El Atlético, etc., ya que ellos solos superan con creces el número actual registrado en la CONADEP y la Secretaría de Derechos Humanos.

c) La estimación en torno al número proporcional de Habeas Corpus presentados en el país.

d) El número de integrantes de las estructuras militares afectadas a la represión ilegal durante todo el periodo dictatorial que superan los 150 mil hombres, activos a la caza de sus víctimas.

e) Los propios dichos de los militares previo al golpe de Estado, de que sus relevamientos efectuados con anterioridad, desde las escuelas hasta las fábricas, que indicaban en más de 30.000 las personas a eliminar (ver por ejemplo los dichos de un militar en la carta del escritor Haroldo Conti desaparecido el 5 de mayo de 1976, escrita previa al golpe y dirigida a Roberto Fernández Retamar de fecha 02 de enero de 1976).

f) Los informes de la Embajada Norteamericana al Departamento de Estado, haciendo constar que en el año 1978 los jefes de la dictadura argentina informaron a la DINA chilena que las víctimas alcanzaban ya el número de 22.000. Debe recordarse que la dictadura continuó en su labor represiva ilegal de secuestros y asesinatos por cinco años más con posterioridad a ese informe y que aquella cifra de 22.000 correspondía a solo los dos primeros años de la dictadura.

Debemos mencionar además, que en uno de los tantos fallos dictados en nuestra jurisdicción, particularmente en la causa conocida como "Feced II", el voto de la Dra. Noemí Berros es elocuente en ese sentido: "En el reporte desclasificado en Estados Unidos suscripto por ‘Luis Felipe Alemparte Díaz’ –seudónimo bajo el que operaba en nuestro país en el marco del plan Cóndor, el agente chileno de la DINA, Arancibia Clavel-, que data de julio de 1978, se adjuntan listados de muertos ‘por izquierda’ que se dice obtenidos “en el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, sito en Callao y Viamonte de esta Capital, que depende de la Jefatura II de Inteligencia del Comando General del Ejército y del Estado Mayor General del Ejército”. El informe concluye –repito, data de julio de 1978-: “Se tienen computados 22.000 entre muertos y desaparecidos, desde 1975 a la fecha”. La cifra misma, la masificación del fenómeno, actúa deshumanizándolo. Parafraseando a Todorov: si un desaparecido o un muerto es un dolor, 30.000 o 100.000 pueden ser solo una información."

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS



APDH Regional Rosario
Rosario, 11 de agosto de 2016

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Viernes 24 de marzo de 2006

http://www.lanacion.com.ar/791532-el-ejercito-admitio-22000-crimenes

El Ejército admitió 22.000 crímenes

Documentos desclasificados en EE.UU. revelan que los militares reconocían esa cantidad de desaparecidos hasta 1978

Hugo Alconada Mon

LA NACION

Viernes 24 de marzo de 2006

WASHINGTON.-Treinta años después del golpe militar, nuevos documentos desclasificados muestran que los militares estimaban que habían matado o hecho desaparecer a unas 22.000 personas entre 1975 y mediados de 1978, cuando aún restaban cinco años para el retorno de la democracia.

El cálculo, aportado por militares y agentes argentinos que operaban desde el Batallón 601 de Inteligencia a su par chileno Enrique Arancibia Clavel, aparece entre los documentos que logró sacar a la luz el Archivo de Seguridad Nacional de la Georgetown University, y a cuyas copias accedió LA NACION.

Firmado bajo el alias "Luis Felipe Alemparte Díaz", Arancibia Clavel era el agente de la Dirección de Inteligencia chilena (DINA) en Buenos Aires, encargado de informarle a Santiago lo que ocurría en la Argentina y de coordinar secuestros con argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileños, entre otros, en lo que se llamó Plan Cóndor.

En julio de 1978, Arancibia Clavel envió un cable a sus superiores de la DINA, con nombres de decenas de víctimas en el país y precisando que sus contactos en el Batallón 601 han "computado 22.000 entre muertos y desaparecidos", desde 1975 y hasta "el día presente", poco después del final de la Copa del Mundo.

El debate sobre cuántos murieron o desaparecieron durante la dictadura lleva años sin resolverse y despierta una controversia enconada, con cálculos que van de las 8000 a 30.000, según quién haga la cuenta.

Los organismos de derechos humanos sostienen desde hace décadas que las Fuerzas Armadas habían redactado listas con nombres y datos de todos los secuestrados, los muertos y los operativos autorizados.

Se supone que esas listas fueron destruidas antes del arribo de Raúl Alfonsín a la presidencia, aunque algunos sospechan que podrían estar intactas y escondidas, como ocurrió con los archivos de la policía de la provincia de Buenos Aires.

Arancibia Clavel, que en 2004 fue condenado por la justicia argentina a cadena perpetua por el asesinato en Buenos Aires del general chileno Carlos Prats y su pareja, redactó incluso su propia lista de muertos "oficialistas" y "no oficialistas". Es decir, los supuestamente caídos en "enfrentamientos" con las fuerzas de seguridad y los clandestinos.

"Adjunto lista de todos los muertos durante el año 1975. La lista va solamente clasificada por mes -explicó Arancibia Clavel a sus jefes-. Este trabajo se logró conseguir en el Batallón 601 de Inteligencia."

El agente incluso explicó que "estas listas corresponden a los anexos" 74.888 y 74.789 del año 1975 y consignó que "los que aparecen NN son aquellos cuerpos imposibles de identificar", los que "casi en un 100% corresponden a elementos extremistas eliminados «por izquierda» por las fuerzas de seguridad".

Entre los asesinados "por motivos políticos" aparece el dirigente uruguayo Zelmar Michelini, entre decenas de hombres y mujeres, algunos también uruguayos asilados en la Argentina y capturados bajo el Plan Cóndor. En un documento ahora desclasificado del Departamento de Defensa estadounidense, dos militares norteamericanos recopilaron datos sobre el Plan Cóndor, al que definieron como "operaciones conjuntas de contrainsurgencia en varios países de América del Sur".

Para el 1° de octubre de 1976, los dos estadounidenses reportaban al Pentágono: "Más y más se escucha sobre el Plan Cóndor en el Cono Sur. Oficiales militares que hasta el momento callaban sobre el tema han comenzado a hablar abiertamente. Una de las frases favoritas es: ?Uno de sus colegas está fuera del país porque está volando como un cóndor". Significaba que estaba en un operativo para secuestrar a un "sospechoso".

Un plan global

En ese mismo cable, la inteligencia estadounidense informaba que una delegación de generales argentinos, de civil, había viajado a Montevideo para coordinar operaciones, y anticipan que en una fase siguiente el plan podría extenderse a Europa.

¿Cuántos murieron o desaparecieron? "Es nuestra estimación que al menos varios miles fueron asesinados y dudamos que alguna vez sea posible establecer una cifra más específica", advirtió en 1978 a sus superiores el entonces embajador en Buenos Aires, Robert Hill.

También en 1978 otro documento del Departamento de Estado ya estimaba en 15.000 los desaparecidos, gracias al aporte de un funcionario de la embajada, Tex Harris, cuya labor sería reconocida por el Estado argentino sólo en 2004.

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