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El Caracazo. La Venezuela de ayer y hoy
Por Mario Hernández - Red Eco - Monday, Mar. 27, 2017 at 11:10 AM

Lunes 27 de marzo de 2017 | El 27 de febrero de 1989, durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, se dio un hecho conocido como el Caracazo. En esta entrevista realizada por Mario Hernandez, el periodista y escritor venezolano Modesto Emilio Guerrero habla de esta rebelión social y de la actualidad política venezolana.

El Caracazo. La Vene...
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“La gente bajó de los cerros y no volvió”

M.H.: El 27 de febrero de 1989, durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, se dio un hecho conocido como el Caracazo. Vos escribiste un libro sobre eso.

M.E.G.: Escribí un libro que nunca publiqué, porque no me convenció el concepto que usé, salió muy descriptivo y eso es periodismo normal, los libros no son para hacer periodismo, para eso están los diarios. Pero me sirvió como ensayo para pensar sobre los grandes problemas de las rebeliones sociales cuando tienen dirección, cuando no la tienen, cuando tienen conciencia política, cuando no, cuando son actos de desesperación o cuando son preparados. Me sirvió para pensar conceptos fuertes de la historia de las revoluciones, pero a partir de estudiar los hechos empíricos de un proceso como el que se dio en Venezuela, que fue tan despavorido y sorpresivo como violento y nacional.

Se le llama “caracazo” por error periodístico porque en realidad no nació en Caracas, es como si hubiera nacido acá en Avellaneda. Pero suele pasar que las capitales se tragan a los alrededores. Nació en el estado de Miranda que es la ciudad pegada a Caracas y es como el Gran Buenos Aires acá, no se diferencia.

Fueron los motorizados los que se levantaron contra el aumento de la gasolina 1 céntimo, provocaron una rebelión impresionante que todavía, como se dice allá, “la gente bajó de los cerros y no volvió”, es la manera metafórica de decir que se abrió un proceso de crisis de la burguesía y del Estado capitalista de Venezuela, crisis de todas sus clases sociales incluida la clase trabajadora y oprimida, de la que todavía no se ha vuelto aún después de 18 años de chavismo, por eso no cierra la fisura de lo que se provocó como fenómeno social el 27 de febrero de 1989. Ni el chavismo lo pudo cerrar, siendo que sí cerró otras grietas como la del hambre y la grieta militar; ahora volvió el hambre pero por 14 años la cerró.

Ese es un mérito histórico sin dudas, pero el secreto es que esos dos días de rebelión en los que hubo alrededor de 3.000 asesinados por la Guardia Nacional, quebraron el estado de dominación en Venezuela, ya no pudieron gobernar más y los de abajo ya no quisieron ser gobernados por los de arriba.

M.H.: Mencionaste al pasar al chavismo y se me ocurre preguntarte qué papel jugó Hugo Chávez Frías durante el Caracazo.

M.E.G.: Es muy interesante porque se ha armado una leyenda de lado y lado del arco político, según la cual Chávez participó en forma protagónica en ese acontecimiento y resulta que no, la vida es más sencilla y resuelve estos problemas de la ficción. Chávez estaba enfermo, convaleciente, curándose una catarata en el Hospital Militar. Era imposible que estuviera en una revuelta popular en la que si algo era necesario era tener abiertos los ojos. No pudo estar.

Su gran amigo de conspiración y de la vida, Felipe Acosta Cárlez, fue asesinado el 28 de febrero y él le hizo un largo poema. Él sí estuvo y fue al hospital a verlo y le contó que se rebeló. Esto fue 3 años antes de la rebelión militar bolivariana. En el Caracazo 1.113 soldados y sus sargentos fueron procesados por varias horas y días por rebelión militar, porque se negaron a disparar contra los sublevados. Eran soldados y sargentos del Ejército, no la Guardia nacional que no titubeó en matar a más de 3.000 personas, pero los soldados sí se negaron y hubo muchos escenarios, casos y episodios que yo cuento en la biografía de Chávez donde, por ejemplo, un Coronel participó como orador en una asamblea de estudiantes el mismo día del Caracazo y puso a su batallón de 16 soldados que había sido enviado para reprimir esa concentración en la Universidad Central de Venezuela, a disposición de los estudiantes. Fue una cosa tan azarosa que pudo haber terminado, con una cabeza colectiva más clara y ordenada, en una guerra civil o un fenómeno revolucionario de otro nivel, porque pudo juntarse la capacidad política del movimiento estudiantil, que era la vanguardia, con la capacidad de algunos sectores del Ejército. Diez y seis soldados con sus fusiles fueron puestos a disposición. Los estudiantes no hicieron nada con eso, no los usaron, no les dieron orientación. Yo no sé qué había que hacer, pero lo que sí sé es que les dieron la bienvenida a los soldados revolucionarios al proceso, pero la entrada no tuvo salida. Faltó cabeza política.

M.H.: Vos vivías en Venezuela en ese momento.

M.E.G.: Sí. Yo era candidato a diputado, había sido diputado en 1982/83 y volví a ser candidato en 88/89 y esa vez no quedé, éramos una alianza de cinco partidos de izquierda. Tenía un rol más o menos relevante en la vida pública de mi ciudad y había ido con mi ex mujer que luego fue ministra de Chávez, Marisol Plaza Irigoyen, a Caracas esa misma mañana del 27 de febrero, ella a unas tareas en el Ministerio de Justicia y en la Corte Suprema y yo a una reunión de dirigentes políticos en el Parlamento, donde se hacían las reuniones de la izquierda. Éramos alrededor de 16 personas, la mitad de más de 60 años y el resto de treinta, cuando escuchamos el tiroteo nos pusimos en guardia porque pensamos que era un problema dentro del palacio, cuando aplacan los tiros y gritos, cuatro horas después, salimos y recuerdo la imagen de atravesar la calle que se llama Solano López, teniendo que pasar por incontable cantidad de cadáveres.

Esa imagen la tengo grabada como el gran hecho de esa rebelión que fue lo que nos tocó vivir. Luego pasamos a la clandestinidad porque se decretó el estado de sitio, entonces empezamos a tener una vivencia que en Venezuela no conocíamos, como tampoco conocíamos la miseria ni el hambre, era un país de opulencia petrolera. Conocíamos la represión violenta contra las guerrillas, pero no el estado de sitio, una cosa que para ustedes fue de la vida cotidiana durante muchos años. Pasamos a la clandestinidad y no sabíamos qué hacer ni cómo usarla, cómo llegar a la hora señalada, cómo salir, no sabíamos nada, fue un aprendizaje múltiple.

Eso fue lo que le dio el carácter de ensayo general y político para lo que luego fue la rebelión militar de Chávez y también para la recomposición de la izquierda venezolana que era muy lumpen y ese acontecimiento la obligó a ser más seria y a ordenarse en organizaciones que se juntaron, empezaron a tener programas comunes, a ser menos pendencieras. Aunque eso no se superó totalmente, fue una materia de ensayo para madurar de la noche a la mañana lo que no habíamos madurado en 10/15 años.

 

Lo que era un proyecto revolucionario, terminó gangrenado entre la burocracia sindical chavista, la burocracia militar y la burocracia política del PSUV

M.H.: Cercanos a un nuevo aniversario de la muerte del Comandante Hugo Chávez Frías, he estado leyendo algunas cifras sobre la situación económica que vive Venezuela y realmente son catastróficas.

M.E.G.: Si uno utilizara el término escalofriante no faltaría a la verdad, solo que usarlo depende cuándo y cómo lo uses puede ser útil o no, si no lo explicas, no lo es. Algunas cosas, comparado a lo que era Venezuela en la década del ´60 por ejemplo, cuando tuvo la mayor tasa de consumo de pollo por individuo en el planeta Tierra, superando a Brasil e Inglaterra; todo eso que se desbarató en la década del ´80 con el neoliberalismo y fue superado con el chavismo, es lo que volvió ahora.

M.H.: No se conocen cifras oficiales pero algunos trascendidos hablan de una caída del PBI del 18%.

M.E.G.: Hay una economista venezolana brillante, llamada Pascualina Curzio que es una especialista de muy alto nivel, oficialista, que tiene la virtud de poder ser oficialista y no mentir, que publica los datos correctos. Ella dice eso que estás relatando. Es una catástrofe descomunal.

M.H.: También se habla de 800% de inflación.

M.E.G.: Curiosamente hay una cosa que no se dice, a veces yo no la he utilizado bien en mis análisis y ha dado un mal resultado o lo ha sesgado. Se dan dos fenómenos curiosos, por un lado, la segunda inflación más alta del planeta y una caída del PBI que es superior a la de Brasil varias veces, pero el desempleo está en 8%, puede ser que mienta el gobierno y esté en 10%, pero eso es una anomalía cuando tienes una situación como ésta.

Segundo, el nivel de consumo de la clase media no cayó tanto como el de la clase obrera para abajo, los sectores más oprimidos y la clase más baja que gana muy poco y como la inflación es muy alta le liquidó la capacidad de consumo. En Venezuela están creando huertos familiares, donde la agricultura desapareció hace 60 años, volvió de la peor manera porque la gente cosecha hortalizas en sus casas. Amigas venezolanas que han venido en los últimos meses me han contado cómo sus madres y sus abuelas empezaron a sembrar hortalizas y verduras para completar el alimento porque no pueden comprarlas.

M.H.: ¿Qué ha provocado un deterioro tan profundo de la economía venezolana?

M.E.G.: Hay una tragedia histórica que es la mono producción y mono renta estatal, es un Estado-nación que reposa hace 70 años sobre un pozo de petróleo, esa relación se define en las pantallas electrónicas del precio del petróleo en Londres y Chicago y como el mercado mundial está en manos de las petroleras y no de la OPEP o de los países petroleros, por muy nacionalistas que sean, está en manos de las multinacionales y de EE. UU. que logró con Obama recolocar a ese país que era deficitario en energía fósil hace 10 años y hoy es superavitario.

Entonces, EE. UU. que fue uno de los factores de la subida del precio del petróleo, por ser el mayor consumidor de energía fósil, hace 10 años, es el mismo responsable de la caída estrepitosa del precio diez años después cuando lograron por un lado una masiva producción de gas por fracking y la industrialización de eso que fue logrado en sólo 3 años gracias a ser un país desarrollado con muchísimos técnicos, lo que Argentina, Brasil o Venezuela tardarían diez. Lograron industrializar para distribuir y comercializar el gas que sacan de las trepaderas de Canadá, Ontario y Minnesota.  Eso liquidó a Venezuela.

Hace 10 años tuvimos una conversación con el Comandante Chávez en la Embajada de Venezuela, donde un argentino kirchnerista que es un estudioso de la energía y yo le dijimos lo mismo, que los países petroleros tenían diez años de plazo para dejar de ser dependientes de la energía fósil, porque el desplazamiento que está habiendo en la estructura mundial de la energía es tectónico, es una placa gigantesca que se desplaza bajo control de ellos, por eso tenemos diez años de plazo.

Chávez lo comprendió e inició un plan, no por esa conversación, esa fue una de las tantas que tuvo y seguro con gente más importante y más experta en el tema, que lo convencieron de que había que cambiar. Él lo intentó, se crearon 364 industrias o fábricas nuevas para el desarrollo industrial, todo eso fue dañado, incluso algunas fábricas por obreros que las administraron mal y terminaron quebrándolas, un ejemplo es Venepal, la gigantesca fábrica de papel venezolana. Las otras, grandes factorías metalúrgicas del emporio gigantesco de fábricas de la región guayanesa, del sur de Venezuela, quedaron en manos de los militares bolivarianos que se agarraron todo, desde la corporación industrial hasta cada fábrica individual y las han inutilizado en su mayoría.

A los críticos de la derecha, o que desde la derecha hablaban de la mala gestión de los gestores bolivarianos, les han dado la razón, les han facilitado la justificación del argumento a la derecha. Venezuela tuvo la posibilidad de salir de eso porque la montaña de dólares que le ingresó fue gigantesca. Esta mañana leí en Aporrea una nota sobre un general titular de la Armada entre 2009/11 que tiene compañías de todo tipo en Miami. Yo conocí a un Teniente Coronel en 2012, todavía tengo su tarjeta que dice “Inspector general de las FF. AA. durante el primer gobierno de Hugo Chávez”. Debajo de eso dice “Presidente de la Cámara del Mercosur para Venezuela”.

¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Ahí se evidencia que lo que era un proyecto revolucionario, que pudo ser una revolución porque no lo fue, lo que pudo ser una dinámica de transformación sobre la base de embriones de poder popular y todo lo que se desarrolló desde 2003 en adelante, terminó gangrenado entre la burocracia sindical chavista y la burocracia militar y la política del PSUV y subsumido en esa gestión que terminó carcomiendo y destruyendo toda la posibilidad tanto económica como política de transformar Venezuela.

El resultado es que los dólares desaparecieron, el petróleo no subió en el mercado mundial y no va a subir. Maduro es irresponsablemente ingenuo, él ha dicho que el petróleo va a volver a U$S 80/100.

M.H.: Una expresión de deseo, porque es lo que necesitaría para equilibrar la situación económica. Ha habido una evasión impresionante, de 500.000 millones de dólares.

M.E.G.: Es el primer país en evasión fiscal del planeta, el segundo es Argentina. Ese estudio lo hizo el economista Manuel Sutherland, Venezuela tiene esa cifra y Argentina 360.000 millones. Los dos países suman casi un millón de millones de evasión fiscal, ¡es una locura! Por supuesto hay una causal externa al proyecto y al gobierno, el tema es si desde el gobierno se facilita y potencia en combinación con esa fuerza externa.

M.H.: ¿La situación tiene alguna salida?

M.E.G.: Tiene una salida, el problema es que no es del tipo revolucionaria o progresiva que la supere en forma positiva. Se puede salir del estado catastrófico del consumo, porque China le ha puesto un paraguas de plomo a Venezuela, ayer llegó un buque con 30.000 toneladas de arroz, hace 2 días llegaron otras 30.000 toneladas de leche. Un amigo que es director general de medicamentos genéricos de Venezuela me dijo que acababan de llegar varias toneladas de medicamentos oncológicos y cardiológicos.

De ese estado catastrófico se puede salir poco a poco, puede resolverse, es un problema de plata y de consumo en un país que vale mucho porque es petrolero. China lo ha tomado así. El tema es que no puede salir de las causas que conducirán a una situación similar, porque las causas son de carácter político, no económico. Hay países con menores recursos que han sido más ordenados, como Bolivia y Ecuador, donde también hay burocracia y corrupción, pero esas dos economías enfrentadas al imperialismo y a las transnacionales, han tenido una administración del Estado sobre la economía más ordenada que la de Venezuela.

Además, en Venezuela no se pudo porque hay un fenómeno social que no podemos dejar de señalar, hay un elemento lumpen en la política de izquierda que logró penetrar al gobierno de Chávez y tomó la dirección del partido del gobierno. Hay una frase popular entre los cuadros y la militancia bolivariana menos consciente y menos avanzada, “hágalo mal para que te salga bien”.

Si un alemán, un suizo o un obrero responsable de cualquier lugar del planeta escucha eso por lo menos te insulta, porque ese es un acto de irresponsabilidad. Eso significa no planificar, no prever, no formarse, no cualificar, no hacer estadística, es hacer según venga la cosa. Eso tomó el poder político en Venezuela y es peligroso porque corre el riesgo de transformarse en un “Estado policíaco”, o sea, que el cuerpo armado de la policía política pase a ser el eje, la institución principal del sistema político o del gobierno, y si eso se consolida, vamos a tener un Estado autoritario policial, porque el eje va a ser la policía política.

Eso explica el ascenso de Tareck El Aissami a la vicepresidencia, un hombre de la inteligencia militar, aunque fue dirigente estudiantil de izquierda, pero se dedicó a eso en un Estado muy importante y ahora es Vicepresidente. Un tipo que tiene su fuerza en la inteligencia policial y militar. El es el Vicepresidente y con Maduro están negociando entre fracciones.

Maduro debió deponer cuatro potestades presidenciales a manos de este hombre, eso es peligrosísimo, porque no tiene criterio político de ningún tipo, él busca el orden. La salida la va a haber, pero va a ser en una secuencia en la que el país o el Estado nación pueden terminar víctimas de una anomalía histórica que no es el estado militar como proyectan desde la derecha, se va a parecer más a Nicaragua que a Juan Velazco Alvarado en Perú u otras dictaduras militares. Es peligrosísimo, porque va a quedar un ejemplo que luego va a ser muy difícil de defender.

Cuando escribí el artículo sobre Libia, que Página 12 lo publicó bajo el título “El indefendible” yo explicaba que llega un punto en la degradación de los sistemas políticos de izquierda que no queda cómo defenderlos. Cómo puedo defender al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua que anda persiguiendo como rata a Ernesto Cardenal que es el Che Guevara de ese país, el símbolo del compromiso revolucionario y la honestidad en ese país hace 65 años. Se hace muy complicado, entonces uno tiene que explicar qué hizo 10 o 20 años atrás, para poder explicar a un gobierno que persigue a tu propio compañero, como está haciendo el gobierno de Maduro con Aporrea y con otros miembros del chavismo crítico.

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