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"El 95 por ciento de los excombatientes indígenas no tiene una vivienda digna"
Por Diario Primera Línea / Chaco - Wednesday, Apr. 12, 2017 at 12:22 AM

Martes, 04 de abril de 2017.- “Trabajamos con las escuelas y siempre buscamos una fecha que no sea 2 de abril para terminar con el proceso de ‘desmalvinización’ que tuvimos por muchas generaciones”, dijo el docente e investigador Juan Chico.

El docente, escritor e investigador y presidente de la Fundación Napalpí, habló sobre la guerra de Malvinas desde un punto de vista poco conocido pero que desde hace tiempo tiene visibilidad en la agenda política y social: La participación de indígenas en el conflicto bélico. La presencia de qoms, mocoví y moqoit, en las islas, su regreso y su vida actual.

Desde 2013 comenzó con una investigación que logró incluso que tenga una repercusión a nivel político porque la Cámara de Diputados provincial sancionó la Ley Nº 7277 que reconoce a los indígenas que combatieron en la guerra.

En 2014 presentó un libro que se llama "Los QOM de Chaco en la Guerra de Malvinas. Una herida abierta”, que está escrito en castellano y en qom.

"Trabajamos en forma sistemática con la Asociación de Combatientes Indígenas y llevamos un registro de 52 qom chaqueños que participaron del conflicto. Nos propusimos con ellos y la fundación Napalpí, trabajar durante todo el año, porque nos parece una falta de respeto que se los recuerde solamente en dos fechas, el 2 de abril y el 10 de junio y el resto del año tenerlos olvidados”, dijo.

El horror de la guerra es relatado en carne propia por los mismos excomabiantes, pero también existe otra cuestión que cree es importante señalar: el proceso para ocultarlos y dejarlos de lado y que terminó con el olvido de los soldados, desidia que hasta el día de hoy sigue vigente.

En efecto, reconoció que en la actualidad la vida de los exsolados "es difícil”, a pesar de que la mayoría recibe una pensión o jubilación del estado, pero "en Chaco el 95 por ciento de ellos no tiene una vivienda digna”.

El reclamo ya data de hace casi 4 años y también se extiende a que se logre garantizar su asistencia psicológica.

Para Chico, esto no se da porque muchos de ellos vive en el campo y al Estado le cuesta acceder a ellos por falta de condiciones.

Sin embargo, desde hace un tiempo atrás, el contexto mismo está cambiando. El docente recordó que algunos contaban que nunca decían que eran excombatientes porque los llamaban "locos de la guerra” o bien hasta los culpaban de haber perdido.

Por esto, el trabajo que realiza se da todo el año con el objetivo de tumbar los prejuicios sociales. "Trabajamos con las escuelas y siempre buscamos una fecha que no sea 2 de abril para terminar con el proceso de ‘desmalvinización’ que tuvimos por muchas generaciones”, añadió.

Algunos testimonios

Benito Gonzales, es uno de los testimonios del libro que estuvo en el desembarco del 2 de abril. Al igual que la mayoría, estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio y fue llevado a la isla sin saber porqué.

Aldo Martínez, de San Martín cuenta que los embarcaron desde Corrientes hasta Entre Ríos en tren y que llavearon los vagones para evitar que se escapen, además de que no se les informó cuál era su destino. Con el correr de los días se dieron cuenta que estaban en el sur el cambio brusco de la temperatura que comenzaba a bajar. Una vez en Santa Cruz empezaron a decir que iban hasta Malvinas.

"Algunos cuentan que era una estrategia no contar a dónde iban por temor a una deserción. Obvio que nuestra gente no estaba preparado para una guerra. Los propios militares de carrera cuando empezaron a sentir los primeros tiros, eran los primeros en huir”, asegura Chico.

Al regresar de Malvinas, los excombatientes fueron ocultos y a muchos les hicieron firmar un papel que les prohibía no hablar por 25 años sobre la guerra, debido a las cosas que vieron durante el conflicto. Incluso, muchos fueron alojados en Campo de Mayo durante meses sin que se les permita ver a sus familias, para volver a alimentarlos ya que habían perdido peso considerablemente.

Guillermo Ortega es de Napalpí, relata que sus abuelos murieron en la masacre de 1929 y la misma concepción política que masacró indígenas a principio del siglo XX fue la que luego los llevó a Malvinas, aunque aclara que fue al sur a defender la bandera y la patria y no por orden de Galtieri.

"Acá hay una concepción política e ideológica de invisibilidar no solo a los indígenas sino a los sectores populares”, lamentó Chico.

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