Julio López
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Ante la muerte de una compañera docente en manos de la policía
Por Docentes de Base en el P.O.P - Wednesday, May. 10, 2017 at 1:57 AM
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ANTE LA MUERTE DE UNA COMPAÑERA DOCENTE EN MANOS DE LA POLICÍA .

El día 3 de mayo, María de los Ángeles Paris, docente, murió en un calabozo de la Seccional 10a de Rosario.

Había ido a dicha comisaría a hacer una denuncia, y una síntesis del parte que entrega a la prensa el Ministerio Público de la Acusación -un relato acordado por la policía y los fiscales- es el siguiente:

http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/la-policia-admitio-que-la-bibliotecaria-muerta-fue-esposada-la-comisaria-n1390864.html


La mujer de 45 años que murió en un cuarto de la comisaría 10ª en el marco de un confuso episodio había sido esposada por la policía. Así consta en un informe elaborado por la Fiscalía, que investiga lo sucedido. No obstante, y luego de la controversia que generó el episodio, fuentes del Ministerio de Seguridad indicaron que "no hay elementos" para pensar que pudo haber habido responsabilidad policial. "El fallecimiento fue producto de un paro cardíaco y no existen signos de violencia interno ni externo", expresaron. En tanto, la Fiscalía indicó en un parte oficial que "no se tome, por el momento, ninguna medida con el personal policial". Por otro lado, diferentes agrupaciones, como el gremio docente Amsafé, pidieron públicamente que se aplique un protocolo específico al tratarse de una "muerte en custodia".

María de los Angeles Paris era bibliotecaria del Complejo Educativo "Francisco de Gurruchaga" y de la Técnica 464. Llegó a la seccional del barrio Alberdi pasadas las 21.30 del miércoles diciendo que motochorros le quisieron robar en la calle. Siempre de acuerdo al parte oficial dado a conocer por la oficina de prensa de Fiscalía, sostuvo que le tenía pánico a las motos y que se pone muy nerviosa cuando las ve pasar.


Sin embargo, antes de que el personal policial pudiera actuar, insiste el parte, la mujer escapó a la carrera de la comisaría "visiblemente alterada", por lo que "un par de agentes la salieron a buscar y bajo la presencia de testigos la detuvieron, por el estado de alteración que sufría".

La mujer fue llevada nuevamente a la seccional y no a un hospital, como el sentido común lo habría indicado por el estado en el que se encontraba. Camino a la dependencia, Paris brindó a los agentes un número de contacto de su familia. Siempre según fuentes de la Fiscalía, desde la seccional hablaron con un familiar de María de los Angeles con quien "acordaron trasladar a la mujer a su domicilio".

Sin embargo, en el camino a esa casa, Paris "se alteró nuevamente y fue regresada a la comisaría, donde la dejaron sola en un cuarto aislado" sin tener en cuenta las posibles consecuencias y sin que haya un médico a su lado. Al rato, "no se sabe cuánto tiempo, la mujer se calmó, pero cuando un agente fue a verla, pasadas las 22, la halló sin vida, aparentemente producto de un paro cardiorrespiratorio", indicó la información del Ministerio Público de la Acusación, que ayer sumó detalles.

El parte oficial de Fiscalía indicó que, una vez alcanzada en la calle, la mujer fue subida a un patrullero, pero cuando estaba allí "comenzó a gritar y golpear el móvil", por lo que el personal volvió a la dependencia. En esas circunstancias, el jefe de la comisaría 10ª, Silvio Cortez, trató de calmarla, pero "lejos de esto lo golpeó y rasguñó, por lo que se vio obligado a colocarle las esposas de seguridad".

El informe puso de manifiesto también que "posteriormente se observó que la mujer se estaba desvaneciendo, por lo que en forma reiterada se solicitó una ambulancia del Sies (Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria), pero al arribar el personal médico y realizar tareas de reanimación, la mujer falleció".

El mismo informe del Ministerio Público remarcó que, "con respecto a los empleados, no se tome ninguna medida por el momento", hasta que se conozca el resultado final de la autopsia.

En efecto, en el Instituto Médico Legal el informe preliminar de la necropsia arrojó que "no se detectaron lesiones en la zona del cuello y tampoco lesiones internas; y que la causa de fallecimiento en primera instancia sería un paro cardiorrespiratorio posiblemente generado por la ingesta de alguna sustancia".

No obstante, ahora se esperan los resultados de los exámenes toxicológicos y anatomopatológicos para determinar qué sustancia ingirió la víctima.

 

Está claro que nos encontramos en presencia de una defensa de La Santafesina, una fuerza que está denunciada por desaparición forzada de personas con una frecuencia en que no lo es ninguna otra fuerza represiva del país en los últimos tiempos, como por ejemplo, los casos de Franco Casco y Pichón Escobar.

Las preguntas y respuestas que cualquier persona puede hacer están a la vista.

En primer lugar, es inconcebible que una docente haya muerto después de ser reducida por la fuerza, esposada y detenida ilegalmente en un calabozo (“un cuarto” dice la Fiscalía, para evitar decir que, en realidad, cualquier cuarto se convierte en mazmorra si se somete a una mujer a presidio), es inconcebible decimos, que no se haya siquiera acusado a los canas. Digámoslo con todas las letras por horroroso que parezca -pero a eso nos obligan-: si a cualquier persona de esta ciudad le encuentran un cadáver en un cuarto, de inmediato es sometido al más riguroso escrutinio de los fiscales. Y eso incluye desde interrogatorios, preservación de pruebas y detenciones, etc. En este caso, la Fiscalía, se permite avalar los dichos del Ministro de Asesinatos Policiales, Pullaro, que dijo “...`no hay elementos` para pensar que pudo haber habido responsabilidad policial.”.

Esto es refrendar que cualquier policía puede someter a las condiciones que se le antoje cualquier ser humano hasta que muera, “...la Fiscalía indicó en un parte oficial que "no se tome, por el momento, ninguna medida con el personal policial".”. A ese grado de connivencia llega la comunidad represora, sean de uniforme o de traje y corbata.

La Fiscalía, en su defensa y encubrimiento del proceder criminal de la cana, dice:


... Paris "se alteró nuevamente y fue regresada a la comisaría, donde la dejaron sola en un cuarto aislado" sin tener en cuenta las posibles consecuencias y sin que haya un médico a su lado [N de R: aclaración del periodista]. Al rato, "no se sabe cuánto tiempo, la mujer se calmó, pero cuando un agente fue a verla, pasadas las 22, la halló sin vida, aparentemente producto de un paro cardiorrespiratorio", indicó la información del Ministerio Público de la Acusación, que ayer sumó detalles.
 

Hay que ser descaradamente encubridor para decir que “aparentemente murió de un paro cardiorrespiratorio”; y es descaro porque se pretende reducir todas las circunstancias terribles ( sometimiento por la fuerza, esposas puestas, detención ilegal, negación de auxilio médico) a una distracción pueril como lo del paro cardiorespiratorio. Y es tan groseramente descarado porque decir eso y decir que no pasa nada es lo mismo, ya que de un paro cardiorespiratorio morimos todos. No se conoce otra manera. Se nos caiga un meteoro en la cabeza o nos ataque el dengue, por un choque de autos o un tiro en la nuca. Es un insulto a la integridad pensante de todo el mundo.

El asunto que la Fiscalía, con ese desprecio por quienes son víctimas de sus secuaces policiales, se pasan por el fondillo que la dejaron mal de salud encerrada en un calabozo hasta que se murió y recién allí llamaron al SIES y -ojo con esto- al médico policial!, sí, como para firmar que murió...de un paro cardiorrespiratorio.

Provocado por quiénes y por qué medios, no importa. Son policías y cabe recomendar que "no se tome, por el momento, ninguna medida con el personal policial".

La síntesis periodística de La Capital sigue anotando:


El parte oficial de Fiscalía indicó que, una vez alcanzada en la calle, la mujer fue subida a un patrullero, pero cuando estaba allí "comenzó a gritar y golpear el móvil", por lo que el personal volvió a la dependencia. En esas circunstancias, el jefe de la comisaría 10ª, Silvio Cortez, trató de calmarla, pero "lejos de esto lo golpeó y rasguñó, por lo que se vio obligado a colocarle las esposas de seguridad".
 

Dicen los tipos de Fiscalía que hubo una persecución ( una vez alcanzada en la calle la mujer fue subida a un patrullero,...) y tal persecusión no pudo ser para ayudarla con atención médica, porque de hecho llamaron a médicos sólo cuando se aseguraron que ya estaba muerta, es decir que habilita la primaria e inevitable presunción: si no llaman a los médicos para asistirla y la redujeron hasta la muerte, fue una captura para someterla a las condiciones en que perdió la vida. En eso no hay vuelta que darle.

Aparece ya el nombre de un personaje de esta siniestra historia:


el jefe de la comisaría 10ª, Silvio Cortez, trató de calmarla, pero "lejos de esto lo golpeó y rasguñó, por lo que se vio obligado a colocarle las esposas de seguridad".

 

Es casi increíble que puedan ser tan descaradamente inhumanos. A quién se le ocurre que nada menos que un jefe de comisaría, frente a una mujer de 45 años, docente, de la cual él y sus cómplices dicen que estaba alterada, “se vio obligado a colocarle las esposas de seguridad”!!.

Repugna cualquier grado de inteligencia este parte de Fiscalía. Y digámoslo con todas las letras: hay que ser un verdadero chacal como para entrar en sutilezas como lo de las “esposas de seguridad”. Son esposas y punto!. Lo de seguridad está agregado para emparentar el acto brutal del cana con los alienados reclamos de una jauría que reclama hasta la pena de muerte, porque limitar las excarcelaciones le parece poco. Decimos esto porque, sin ser criminalistas ni criminólogos ni nada de eso, conocemos que hay esposas y cadenas de conducción en la jerga absurda de las fuerzas represivas. Lo de esposas de seguridad es una creación pérfida de la Fiscalía para mayor impacto de su actividad encubridora utilizando una palabra que tiene “prestigio” y, ridículamente, el Jefe de Comisaría estaba siendo víctima de inseguridad por parte de María de los Ángeles.

Pero detengámonos un momento para preguntarnos ¿seguridad para quién?. ¿Para el jefe de comisaría, que tenía efectivos a su disposición capaces de reducir y someter a encierro a María de los Ángeles?. No somos imbéciles para creer eso, pero sí vemos en estos hechos la actitud reincidida eternamente por la policía de dar un escarmiento a quienes no se les humillan como pretenden en cada uno de sus actos infames.

Ayer nomás reincidieron asaltando un declarado Sitio de Memoria (un señalamiento de acuerdo a cánones internacionales) como el Museo de la Memoria (ver https://www.pagina12.com.ar/36509-eran-pibes-que-actuaban y https://www.pagina12.com.ar/36510-las-acciones-de-rigor) y mientras esto hacían, nosotros tenemos que creerle a la Fiscalía (Instigadora) de Homicidios, como la denunciara un organismo de derechos humanos cuando etiquetaron para el linchamiento a David Moreyra (ver CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA: LA LEY DE LINCH EN ROSARIO Y LA FISCALÍA (INSTIGADORA)DE HOMICIDIOS - jueves, 27 de marzo de 2014 - http://uadh.org/index.php?option=com_content&task=view&id=502&Itemid=31 ). Justamente a ellos!.

El parte de Fiscalía dice también:


...la causa de fallecimiento en primera instancia sería un paro cardiorrespiratorio posiblemente generado por la ingesta de alguna sustancia".

No obstante, ahora se esperan los resultados de los exámenes toxicológicos y anatomopatológicos para determinar qué sustancia ingirió la víctima.

 

En verdad que esta espera del examen toxicológico, el único sentido que puede tener para nosotros -y debemos tener tal sentido- es ver si no la envenenaron. Si al momento de las acciones policiales hubiese estado intoxicada, le negaron auxilio y punto y eso es un crimen.

Es simple: supongamos -y sólo supongamos porque desde hace años conocemos a María de los Ángeles- pero supongamos que, como a tantas personas les ha pasado, hubiese una “sustancia” a la cual pretenden atribuirle toda la responsabilidad criminal, es decir, una especie de absolución genérica para todos los intervinientes en esta siniestra sucesión de hechos que llevó a María de los Ángeles a un verdadero suplicio y muerte.

El crimen sería más atroz aún. Sería una especie de ejecución por negación de auxilio de una persona atenazada por cualquiera que fuera la sustancia maldita que están buscando. Miles son los casos en que hay intoxicados en distintas dependencias y cuál es la norma: llamar a la asistencia pública.

Queremos decir con todas las letras, porque la bestialidad de estos agentes del Estado no puede explicarse con otra cosa que no sea la extrema crudeza, que aún en los casos de sobredosis se acude inmediatamente al auxilio médico. Es una exigencia para los seres humanos procurar la asistencia que salve la vida. (Aunque nos permitimos reservar la opinión sobre la naturaleza de milicos y fiscales. Lo menos que les cabe es la de degenerados, es decir, degenerados del género al que pretenden pertenecer, el género humano.)

Es tal la barbarie de la policía y sus encubridores del Ministerio que los profesionales de la salud han reaccionado opinando duramente:

https://www.elciudadanoweb.com/una-mujer-en-crisis-murio-en-el-interior-de-la-comisaria-10a/


Cuestión médica, no policial

Los pasos a seguir para contener a una persona que sufre una crisis subjetiva es que la Policía llame al Sies y acompañe a los médicos para que sea ingresada a la guardia de cualquier hospital o al Agudo Ávila. En ninguna circunstancia, la persona tiene que ser encerrada”, remarcaron profesionales de Salud Mental, quienes no salían de su asombro por el caso de María de los Ángeles París.

En ningún protocolo está estipulado que una persona con un problema de salud mental termine detenida. Los médicos del Sies están informados y tienen la obligación de acudir ante la llamada de la Policía por un caso de una persona con una crisis subjetiva, donde no puede ubicarse en la realidad. El encierro en un calabozo sólo exacerba el síntoma. Es una cuestión médica, no policial
”, sintetizó una psicóloga con más de treinta años de experiencia en atención en Centros de Salud de Rosario.
 

Hay mucho más que se puede exponer respecto a esta muerte de una docente en manos de bestias uniformadas.

Es obligación de los que han tomado la posta hacerlo inmediata y profundamente, y no andar con esperanzas suicidas en los mismos que cometen y encubren los crímenes contra el pueblo.

Se trata nada menos que de la muerte de una compañera docente, de una trabajadora y si alguien alberga un sentimiento sincero de dolor y compromiso con una compañera de trabajo, no podrá tributarle tal prenda de recuerdo amoroso sin cumplir con todo aquello que esté a su alcance para lograr el castigo a los perpetradores y a los que los protegen desde funciones políticas y judiciales. El abrazo que todos le debemos a una docente empieza por la denuncia del crimen, el señalamiento de los criminales y el repudio a sus encubridores, y la acción directa.

Es decir, la movilización en el grado y modalidad que decidamos, desde el paro hasta la movilización contra las fuerzas bajo cuyos atropellos murió la compañera y a los que hasta el día de hoy las encubren.

Pero de hecho, proponemos la discusión franca y consciente, y por ello llamamos a la conciencia de los compañeros a la reunión abierta que se realizará el

 

JUEVES 11 A LAS 18,30 HS. EN LA EETP 464 (EX TÉCNICA 2) TUCUMÁN 2483

Rosario, 9 de mayo de 2017.

 

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