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El Gobierno no combate ni seduce al capital
Por Marcelo Zlotogwiazda - Friday, Jun. 23, 2017 at 12:34 PM

Viernes 23 de Junio de 2017 | Además del impacto inmediato sobre la cotización de activos financieros, la decisión de Morgan Stanley de mantener al país en la categoría de mercado de frontera prolonga una de las tantas causas de la insuficiente acumulación de capital productivo, que sin lugar a dudas está entre los problemas estructurales más serios de la economía argentina. Ningún economista negará que no hay posibilidad alguna de desarrollo humano sin crecimiento sostenido y que para eso se requiere inexorablemente de un nivel suficiente de inversión que expanda la capacidad productiva.

 El Gobierno no comb...
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Los datos sobre cuentas nacionales del primer trimestre que difundió esta semana el INDEC no muestran muy buenas noticias al respecto. Por empezar, la Formación Bruta de Capital Fijo (medida a precios corrientes) cayó desde un ya bajísimo 15,9 por ciento del Producto Bruto Interno en el primer trimestre del año pasado al 15 por ciento durante los primeros tres meses del 2017. Con ese nivel de inversión, las perspectivas de crecimiento son inevitablemente acotadas.

Esa caída no es sólo del último año sino que viene descendiendo tendencialmente. La Formación Bruta de Capital Fijo llegó a un pico del 20,7 del PBI en el año 2007. Si hoy se mantuviera en esa proporción, la inversión anual tendría un adicional de unos 34.000 millones de dólares.

La comparación con el mundo también es desfavorable. De acuerdo a datos del Banco Mundial, la Formación Bruta de Capital de la Argentina está 7 puntos porcentuales debajo del promedio mundial, 5 puntos porcentuales debajo de Chile, 7 puntos debajo de Perú, 10 puntos debajo de Ecuador, 11 puntos debajo de Colombia, y lejísimos de los 33 puntos del PBI que invierte India y de los 45 que invierte China. Brasil también padece esa insuficiencia, con apenas un punto por encima de la Argentina.

Para peor, los datos del INDEC también muestran que en el desagregado de la inversión hay un fuerte componente de Construcción, que en parte considerable es edificación residencial que no contribuye a expandir la capacidad de producción. En el primer trimestre de 2017 Construcción representó el 45 por ciento de la inversión total. Algo similar puede señalarse de Equipo de transporte, que representó algo más del 12 por ciento de la inversión total. Este rubro fue el que más subió, con un alza interanual del 20,5 por ciento, que en casi su totalidad fue incorporación de equipos importados. El aumento de Maquinaria y Equipo fue del 1,1 por ciento, con caída en nacional y suba de importado.

Dada esta situación cuesta entender que el titular de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Exterior, Juan Procaccini, exhiba con satisfacción que desde la asunción de Mauricio Macri hasta fines de mayo último los anuncios de inversión a concretar en un promedio de cuatro o cinco años suman 61.056 millones de dólares, y que afirme que para que el país vuelva a ser competitivo se necesitan 260.000 millones de dólares de inversión en ocho años. Son montos grandes en términos absolutos, pero lejos de alcanzar para cubrir la tasa de inversión en relación al PBI que se necesita.

En el Mapa de Inversiones de la Agencia hay información reveladora. Por un lado, es preocupante que en el bimestre abril-mayo de 2017 la cantidad y los montos de los anuncios de inversión hayan sido menos de la mitad que en igual bimestre del año pasado.

Por otra parte, ese Mapa es indicativo de cuáles son los sectores que están atrayendo capitales, de lo que se desprende el perfil productivo que se va dibujando. Encabeza por lejos el Petróleo, que absorbe el 15,7 del total, seguido por Minería con 7,7, Telecomunicaciones-Medios-Tecnología con 6,9, Energías Renovables con 5, y Generación y Servicios Públicos con 4,7 por ciento. En Bienes Industriales hay nada más que el 4,1 por ciento.

La insuficiente acumulación de capital fue reconocida hace unos días por el ministro de Producción Francisco Cabrera, al decir que "la Argentina necesita inversiones pero no llegan por diferentes razones". Según él la rentabilidad no es suficiente, la productividad es baja, hay excesiva carga impositiva, financiamiento escaso y caro y costos de logística demasiados altos, entre otros motivos. Ahora se agregó a esa lista el temor de los inversores ante un eventual triunfo electoral de Cristina Fernández de Kirchner, que si bien abandonó el peronismo, a algunos les despierta el fantasma del verso de la marcha peronista que combate al capital.

Nadie puede sospechar que este Gobierno quiera combatir al capital. Pero hasta ahora tampoco ha demostrado que es capaz de seducirlo y hacer que lluevan inversiones.

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