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Venezuela en carrera a la Constituyente
Por Notas Periodismo Popular - Wednesday, Jul. 05, 2017 at 12:07 PM

4 de julio de 2017 | Julio se revela como un mes decisivo. El 30 se realizarán las elecciones para conformar la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en medio de una campaña de boicot de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), principal bloque opositor. La acción de grupos violentos en las calles y de una crisis económica catalizada por factores distorsivos no parece menguar.

Venezuela en carrera...
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Tras el naufragio de la última ofensiva diplomática en la Organización de Estados Americanos (OEA), la oposición de la fiscal general Luisa Ortega Díaz traslada la polarización política al interior de las instituciones en un choque frontal entre poderes.

“Tenemos 27 días para convencer a cada ciudadano y ciudadana de ir a votar”. Con esa urgencia el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, exclamó la desafiante tarea que guiará al chavismo a lo largo del mes. Sus palabras acompañaron la reunión que el lunes 3 tuvo el presidente Nicolás Maduro con los miembros del equipo coordinador del Comando Constituyente. Cientos de postulantes a constituyentistas se concentraban en la plaza Simón Bolívar del centro de Caracas.

Según el cronograma electoral, del 9 al 27 de julio se dará el periodo de campaña para difundir las propuestas de cara a los comicios que el 30 conformarán la ANC. Para ello, el gobierno decidió facilitar a los candidatos herramientas como los Noticieros de la Patria, transmitidos en señal conjunta, junto a la promoción de asambleas locales a lo largo del territorio nacional. Al finalizar el periodo de inscripciones había registradas unas 52.055 postulaciones.

La ANC contará con 545 representantes. De esa cifra, 537 serán electos el 30 de julio, 364 de forma territorial y 173 por vía sectorial, con la siguiente distribución: 79 representantes trabajadores; ocho campesinos y pescadores; cinco empresariales; 28 pensionados; cinco personas con discapacidad; 24 estudiantiles; y 24 provenientes de consejos comunales y comunas. Los ocho restantes serán integrantes de los pueblos indígenas, quienes serán elegidos a través de asambleas regionales de las comunidades originarias.

Pese al entusiasmo que ha generado desde su inicio la iniciativa en la base social chavista, el reto mayor supondrá vencer el desencanto y la apatía de un sector de la población, alimentados por la crítica situación que atraviesa el país. Y saber vincular el proceso constituyente con las necesidades y la realidad inmediata de la gente en el día a día frente a una aguda polarización social y política.

Todo ello se da en un clima de incertidumbre marcado por la violencia callejera promovida por la dirigencia opositora; una campaña de sabotajes contra dependencias y servicios del Estado; y un salto inflacionario registrado en las últimas dos semanas de la mano de la subida constante del dólar paralelo.

Para confrontar esta última situación, Maduro anunció el domingo un incremento de 50% del salario mínimo y de las demás tablas salariales de trabajadores de la administración pública.

La fractura, hora cero

La MUD se ha propuesto obstruir a toda costa el proceso constituyente. En un país donde dos realidades parecen discurrir en paralelo, el mismo lunes 3 empezaba la agenda semanal de agitación y confrontación callejera opositora.

El dirigente opositor Freddy Guevara dio los detalles del “plebiscito” convocado para el 16 de julio. Será parte de la “hora cero”, dispuesta para acelerar la salida forzada del gobierno. Para ello se desconocerá la ANC, se hará un llamado a las Fuerzas Armadas y se convocaran nuevos poderes, un gobierno de unión nacional y elecciones libres.

Desde que el conflicto inició su escalada de inestabilidad a mediados de abril, el esfuerzo opositor ha encontrado una inesperada aliada en la fiscal general, Luisa Ortega Díaz. Ello ha instalado la fractura en el seno institucional de uno de los poderes del Estado. Ortega Díaz ha cuestionado la legalidad de la Constituyente y se encuentra en una refriega con el Tribunal Superior de Justicia (TSJ, cuya sede central fue objeto del ataque desde un helicóptero secuestrado el pasado martes 27 de junio), donde desde un lado y el otro han iniciado procesos judiciales en simultáneo.

Los pronunciamientos y reuniones de la fiscal con la dirigencia opositora buscan arrojar un manto de legalidad sobre la campaña insurreccional promovida por la MUD, sin atenerse a las consecuencias del caos generalizado y los costos económicos y humanos de la violencia.

La patria y sus cenizas

La estrategia opositora articula y complementa una cara civil “pacífica” con el accionar de grupos de choque armados. Mientras la primera capta mayormente la atención y simpatías de la cobertura internacional; los últimos han protagonizado una escalada inusitada de violencia con sabotajes y atentados contra instituciones estatales, obstrucción de vías estratégicas, promoción de saqueos y ensayos insurreccionales a pequeña escala como los intentos de copamiento de localidades.

Su accionar añade mayores incertidumbres sobre lo que ocurrirá de aquí al 30 de julio, y demandará un gran esfuerzo garantizar las condiciones de seguridad el día mismo de la votación. En especial han cobrado relevancia los ataques contra servicios relacionados con la provisión y distribución de alimentos.

Grupos de choque de los sectores más extremistas incendiaron el jueves 29 de junio unas 40 toneladas de alimentos al lanzar bombas molotov contra un centro de acopio de la red de distribución estatal Mercal en el estado Anzoátegui. Este almacén abastecía de alimentos a 278 escuelas, 31 Centros de Diagnóstico Integral, tres instalaciones penitenciarias, un centro médico de atención a los ancianos, un comedor público perteneciente a la misión social “Negra Hipólita” y 51 casas de alimentación.

En disturbios similares que tuvieron lugar en la ciudad de Barquisimeto, capital del estado Lara, resultó muerto Ramsés Martínez, militante del chavista Frente Francisco de Miranda. Martínez fue asesinado de un disparo mientras ayudaba a levantar una barricada que bloqueaba una de las calles.

Sin duda, estas acciones están encuadradas dentro de un esfuerzo premeditado por profundizar el malestar social. Esto ha contribuido a degradar el tejido social e incentivar actos calificables “de odio”, como los linchamientos de personas.

Lo poco que puede preverse es que julio será un mes tenso donde la polarización alcanzará un grado mayor. Los dos bloques del oficialismo y la oposición se encuentran trabados en una lógica de suma cero, con agendas y objetivos diametralmente opuestos.

Julián Aguirre, desde Caracas – @julianlomje

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