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Avanza la CGT hacia un paro que ningún sector alienta
Por Mariano Martín -
Friday, Aug. 04, 2017 at 3:59 PM
Viernes 4 de Agosto de 2017 | La CGT se encamina a llamar a un paro nacional antes de las elecciones de octubre con la salvedad de que ninguno de sus sectores internos con poder está interesado en impulsar esa protesta. Se trata de la mayor paradoja que afronta la central sindical desde la asunción de Mauricio Macri: verse obligada a accionar contra el Gobierno pero resignada a no obtener resultado alguno y con riesgos concretos de salir incluso más debilitada.
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Una señal palpable de ese escenario contradictorio y poco alentador para el sindicalismo tradicional es la ausencia de actividad en el edificio histórico de la CGT. Los referentes de los espacios más representativos optaron por encerrarse en sus respectivos gremios para coordinar los próximos pasos pero lejos de Azopardo 802.
La trampa se la tendió la propia mesa chica de la central. Presionada por los continuos desaires del Ejecutivo y por la represión en Pepsico que no figuraba en la agenda de ningún dirigente de peso- encaró el plenario del viernes pasado que, entre abucheos a los discursos de los miembros del triunvirato, terminó por ratificar la marcha del 22 de este mes a la Plaza de Mayo y la convocatoria a un Comité Central Confederal que deberá ser de carácter resolutivo.
El resultado obvio de la movilización de fin de mes es que deberá anunciar, para el Confederal, la fecha de un paro. En todos los sectores admiten que sería inviable diferir esa medida de fuerza más allá de septiembre. De lo contrario está fresco en la memoria de los dirigentes el cántico reprobatorio de la marcha del 7 de marzo pasado, cuando manifestantes exigieron fijar una fecha para una huelga general.
Ese sendero de protestas, que en el escenario actual parece inexorable, choca con el desinterés de los dirigentes de mayor influencia en llevar a cabo el paro y con el convencimiento de que no tendrá utilidad alguna frente al rumbo económico sostenido por el Gobierno. En igual sentido los gremialistas analizan la inconveniencia de montar un plan de lucha en plena campaña, antes de las elecciones de octubre.
El diagnóstico lo comparten todos los sectores. Los "gordos" de los grandes gremios de servicios, como Carlos West Ocampo, Héctor Daer (de Sanidad) y Armando Cavalieri (Comercio) reconocen que la marcha del 22 es un riesgo por la exposición a participantes inorgánicos y un dispendio de recursos que no harán mella en la administración de Macri. De igual modo analizan un eventual paro de actividades.
En la misma línea, los "independientes" como Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) reniegan de una escalada de protestas en medio de la campaña. Martínez, de hecho, destacó esta semana públicamente la gestión oficial por entender que existe una recuperación de la actividad y hasta sugirió "aplaudir" al Gobierno.
Tampoco los gremios del transporte tienen el menor interés en poner en juego su rol estratégico para escarmentar al Gobierno en esta instancia. Desde la UTA descartaron por completo su adhesión a un eventual paro antes de las elecciones de octubre. Tampoco hay mayor predisposición de parte de los maquinistas ferroviarios de La Fraternidad.
Hugo Moyano, por su parte, mantiene un perfil bajo y deja intacto su vínculo con Macri, en vista de las permanentes negociaciones relacionadas con el fútbol y la empresa postal OCA. En las pocas reuniones sindicales a las que asiste deja en claro que en modo alguno impulsará un paro nacional. De todos modos, libera a su hijo mayor, Pablo Moyano, para pronunciarse por radio en contra del Gobierno y exhibir una dureza diametralmente opuesta a la propia. Así, de las voces públicas a favor de una huelga sólo se destacan el hijo de Moyano y el bancario Sergio Palazzo. Como publicó ayer este diario, la familia del camionero trabaja un acuerdo para impulsar a Palazzo como su candidato a liderar a solas la CGT después de octubre. Como parte de ese plan Pablo Moyano se reunirá esta mañana con dirigentes de las 62 Organizaciones para sumarlos a su sector, golpeado por la muerte de Gerónimo Venegas, su más reciente líder.
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