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Caso Polaquito: "preguntarnos porqué un niño cae en determinadas prácticas"
Por Enredando las Mañanas - RNMA -
Friday, Aug. 04, 2017 at 8:31 PM
Viernes, 04 Agosto 2017 00:18 | En torno a las repercusiones del informe del periodista Jorge Lanata sobre el Polaquito, un niño de once años del conurbano bonaerense que “confesó” al aire sus supuestos delitos, en el Enredando las Mañanas de este martes, conversamos con Lucrecia Fernández, integrante del medio antirrepresivo Mucho Palo Noticias sobre como construyen losmedios hegemónicos el modelo del "niñx/jóven delincuente".
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En primer lugar la comunicadora se refiere a la construcción comunicacional que se hace de las noticias que involucran a niñxs, afirmando que en primer lugar la necesidad de hablar de niños y niñas, “porque las edades son tan mínimas que es importante sobre todo por la Convención Internacional de Derechos de los Niños y las Niñas”. Hay una construcción “del niño como sujeto peligroso social que hacen los medios hegemónicos donde me parece también importante decir que el niño (…) sale de la sociedad en que vivimos y por ende tendríamos que tomar responsabilidad al respecto de eso.” Ése relato sobre la infancia es el que volvió a ponerse en tensión “a través del informe de Lanata y todo lo que pasó alrededor de este niño que fue utilizado (…) Es un niño de once años que en lugar de tener una vida plena, digna, de derechos, está llevando esta vida que los medios y la sociedad en general nos quieren vender que ese niño elige”. En realidad, afirma Fernández, “el punto no es el acto en sí mismo sino lo que conlleva que una sociedad abandone toda una franja etaria y una clase social determinada, que termine sucediendo lo que sucede y que en su defecto, más allá de eso, tenés dos opciones: que el policía en vez de pegarle en los pies para lo cual está entrenado, le pega un tiro en la cabeza por la espalda”.
Esta situación se repite, explica, “porque la justicia con todo su manto de impunidad hacia los policías te tenga quince años, ocho años, (…) esperando un juicio que a veces llega, a veces no llega” y que cuando llega, en su mayoría termina con condenas de dos o tres años que muchas veces quedan en suspenso y, afirma, “en definitiva tenemos un policía en las calles armado nuevamente y con la posibilidad de cometer otro caso de gatillo”.
Para la comunicadora, “la problemática es tan compleja que uno no la puede llevar adelante desde un medio en particular, sino que es un trabajo de todos y todas de los actores y miembros de la sociedad en la que vivimos (…), por eso la discusión y la reflexión sobre el tema es importante porque nos permite crear herramientas, nos permite generar redes para trabajar contra este monstruo tan grande que es el sistema (...) Hay un sistema que hace que todos seamos partes de ese engranaje, socialmente hay una responsabilidad, desde los medios de comunicación hay una responsabilidad y desde el Estado hay una gran responsabilidad que de última es el que teje y maneje desde las políticas de educación, inclusión social, etc., hasta muchas veces el discurso de los medios hegemónicos, como es el caso de la construcción del sujeto en el momento en que se está discutiendo la baja de la edad de imputabilidad”.
Como ejemplo de la manera en que los medios hegemónicos construyen sujetos y discursos, la integrante de MPN describe una nota en un medio masivo en la que la información es el postergamiento del tratamiento de la baja de imputabilidad a partir del escándalo del caso del Polaquito y la foto que ilustra la nota y que es lo primero que se ve, es la imagen borrosa de un niño de 6 o 7 años agarrando un arma. Entonces, se pregunta Fernández, “¿qué estoy viendo yo como consumidor de la noticia? porque no hay un niño en situación de calle, hay un niño que está con un arma en la mano, como si esa fuera la normalidad”.
Por otro lado, la comunicadora plantea que si de hecho “hubiese un problema concreto, real -como los medios y el Estado nos quieren vender-, de inseguridad en una franja etaria determinada, la solución (…) no es la baja de la edad, sino preguntarnos porqué un niño cae en determinadas prácticas, qué hace que tenga una problemática de drogas a los ocho años y salga a delinquir (…) Hay todo un entramado de organizaciones sociales, políticas que trabajan en los territorios que permiten que se puedan descubrir estas cosas y otras y que son también nuestras fuentes de información”.
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