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Tregua de grandes gremios de CGT para contener a Moyano
Por Mariano Martín - Friday, Sep. 01, 2017 at 12:39 PM

• REUNIÓN SECRETA Y PASE DE FACTURAS.

• LA SEMANA QUE VIENE HABRÁ OTRO ENCUENTRO DE REFUERZO.

Viernes 1 de Septiembre de 2017 | Los “gordos”, los “independientes” y la UOM acordaron ayer neutralizar el plan de lucha que impulsa el camionero para reabrir las negociaciones con el Gobierno.

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Héctor Daer y Andrés Rodríguez.

Si faltaba algún obstáculo para el plan de lucha que motoriza Hugo Moyano en la CGT, ayer hubo una tregua entre dos sectores de gremios mayoritarios que permanecían enfrentados y que prometieron oponerse a un paro y reabrir las negociaciones con el Gobierno. Los "gordos" de los grandes sindicatos de servicios y los "independientes" de constante diálogo con todas las administraciones mantuvieron un encuentro reservado para atenuar el malestar que persistía entre ellos luego de la marcha a la Plaza de Mayo del 22 de agosto.

La pacificación llegó después de un severo pase de facturas entre dos de los concurrentes al encuentro de ayer por la tarde en la sede del gremio de constructores (Uocra): el triunviro Héctor Daer (Sanidad) le reprochó al estatal Andrés Rodríguez (UPCN), de los "independientes", por haber inclinado la balanza a favor de Moyano con la realización de la última movilización, y habilitar que desde el palco Juan Carlos Schmid anunciara el llamado a un Comité Central Confederal (CCC) el 25 de septiembre para disponer una huelga general contra el Gobierno.

Es que sin el aval de Rodríguez -una de las presencias destacadas en el palco de la Plaza de Mayo- y su sector, los "gordos" dan por sentado que no hubiese prosperado la marcha y tampoco se hubieran concretado los desplazamientos de dos funcionarios ligados a la CGT resueltos por Mauricio Macri en represalia. Además de las salidas del Gabinete de Ezequiel Sabor (exvice de Trabajo) y Luis Scervino (superintendencia de Salud), el Gobierno prometió desde entonces escarmentar a todo el sindicalismo involucrado en la protesta.

Para los gremios de servicios, los "independientes" habían cocinado una suerte de traición a la alianza interna que mantienen desde hace años al organizar a sus espaldas, semanas antes de la movilización, una reunión con los triunviros Schmid y Carlos Acuña (representante de Luis Barrionuevo) en el gremio de Obras Sanitarias, de José Luis Lingeri. Aquel encuentro, a espaldas de los "gordos", le dio aire a Moyano para obtener apoyo en el Consejo Directivo del 16 de agosto que confirmó el acto en Plaza de Mayo.

Tras diez minutos de debate áspero entre Daer y Rodríguez los dos sectores acordaron una tregua. También estaban presentes el dueño de casa, Gerardo Martínez, y Lingeri, el otro "independiente", junto a Rodolfo Daer (Alimentación), Carlos West Ocampo (Sanidad), Sergio Romero (docentes, UDA) y Francisco Gutiérrez (metalúrgicos, UOM). Zanjado ese episodio, los grupos se pusieron de acuerdo en desactivar la intentona de Moyano por radicalizar la CGT. Creen esos sectores que el camionero no lo promueve por un afán reivindicativo sino por posicionarse una vez más -en persona o mediante otro dirigente- como el principal interlocutor ante el Gobierno después de las elecciones.

Los reunidos ayer pactaron continuar el diálogo la semana que viene ampliado a otros grupos como el de los referentes del transporte público, que como publicó ayer este diario tampoco prevén avalar un eventual paro nacional de la CGT contra el Gobierno. De acuerdo con este escenario se dificulta también la concreción del Confederal pautado para el 25 de septiembre. La simple aritmética de miembros del Consejo Directivo a favor de una u otra posición permite suponer que será sencillo eludir esa instancia a pesar de haber sido lanzada por Schmid al calor de la Plaza de Mayo.

Convencidos de que los negociadores terminarán por imponerse a los conflictivos, los dirigentes que concurrieron ayer a la Uocra comenzaron a hablar de una necesaria reanudación del diálogo institucional con el Ejecutivo. Cada uno de los presentes hizo gala de sus contactos individuales con el Ejecutivo y hasta especularon con la posibilidad, siempre y cuando termine de ser anulada la amenaza de Moyano, de un encuentro con Macri para sellar la pacificación.

En este contexto el camionero deberá reagrupar a sus aliados si su propósito es mantener intacta su agenda. La confirmación del CCC dependerá de una reunión del Consejo Directivo que se le preanuncia hostil y donde tendrá como principal apoyo el sector de Barrionuevo. Sólo si logra sortear ese trámite y prospera el Confederal, Moyano tendrá chances de reunir voluntades entre sindicalistas que no integran la cúpula de la CGT pero que ya se manifestaron a favor de un plan de lucha, como el caso del bancario Sergio Palazzo, líder formal de la Corriente Federal.

Pero incluso en ese espacio, como adelantó este diario, los "gordos" intentarán alianzas con gremialistas menos beligerantes como el docente privado Horacio Ghilini. El otro sector a seducir por los negociadores será el Movimiento de Acción Sindical Argentino, que orientan el taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sasia, en principio renuente a darle apoyo al camionero en cualquier circunstancia.

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