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La FESPROSA afirma que la CUS abre la puerta al "promercado"
Por Prensa FESPROSA - Wednesday, Sep. 06, 2017 at 12:13 PM

Miércoles 6 de septiembre de 2017 | La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA-CTA) que preside Jorge Yabkowski, puso en tela de juicio la Cobertura Universal de Salud (CUS) porque aseguran que “limita las prestaciones” y que los servicios se “ajustarán al mínimo”.

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La FESPROSA puso en duda la Cobertura Universal de Salud (CUS) propuesta por el Gobierno nacional a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (908/2016). La Federación que conduce el secretario de Salud Laboral de la CTA Autónoma, Jorge Yabkowski, aseguró que “la iniciativa solo limitará las prestaciones” y afirmó que “los servicios se ajustarán a un nivel mínimo y se abandonará el derecho a la salud para abrir la puerta al modelo promercado”.

FESPROSA, junto al Movimiento por el Derecho a la Salud (MDS) explicaron que la CUS fue impulsada en julio de 2016 por el decreto 908 para garantizar “el acceso equitativo y de calidad a los servicios médicos de personas sin obra social ni prepaga” a partir de la asistencia integral del Estado.

La iniciativa oficial debe ser aceptada por las provincias para poder ser aplicada, como ya lo hicieron Córdoba, Entre Ríos, Salta y Jujuy, por lo que la Fesprosa rechazó esa reestructuración.

Según el gremio, el sistema procura que los habitantes tengan una cobertura con acceso a todas las prestaciones del Programa Médico Obligatorio (PMO) en un registro de un banco de datos y, quienes carezcan de beneficios, obtendrán una atención integral del Estado.

El ministro de Salud, Jorge Lemus, había sostenido que la CUS “ofrecerá las prestaciones y medicamentos y, de existir alguna prestación que el sistema público no pueda ofrecer, ello se convendrá con los privados”. Boriotti explicó que “en realidad se trata de una canasta básica de salud por la que solo algunas patologí­as elementales serán atendidas sin cargo y, para el resto, habrá que tener recursos propios, por lo que dependerá del bolsillo de cada uno y no del Estado”.

El financiamiento provendría del Fondo Solidario de Redistribución de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), que acumula 29.000 millones de pesos y sustenta a las obras sociales sindicales para tratamientos de alta complejidad o medicamentos costosos. “Solo se destinarían a un fideicomiso 8.000 millones de pesos, administrados por una Unidad Ejecutora con representantes de la cartera de Salud, de la SSS y de la conducción de la CGT”, dijo.

En otro orden, Yabkowski informó que la justicia determinó que las autoridades del Hospital Posadas deben reintegrar de forma inmediata “los descuentos ilegales realizados a los enfermeros” y que en adelante tendrá que “abstenerse de producirlos”.

“Claramente la salud va a estar dividida entre los que puedan pagar y los que no”

Con estas palabras María Fernanda Boriotti, Presidenta de SIPRUS y dirigente de FESPROSA, se refirió a la Cobertura Universal de Salud (CUS), la reforma del sistema público que se impulsa desde el Ejecutivo Nacional: “Surge en un momento de profundo avance sobre los derechos adquiridos y es parte del ajuste. Se propone cambiar la lógica del derecho humano por el de la cobertura y la prestación ligada a lo privado”, puntualizó Boriotti, integrante del Movimiento por el Derecho a la Salud (MDS) y Presidenta del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud de Santa Fe (SIPRUS-FESPROSA), quien agregó que la iniciativa es promovida por organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo (BM-BID) y la Fundación Rockefeller, “en sintonía con los sistemas aplicados en Estados Unidos, México y Chile”.

En ese marco, María Fernanda Boriotti, denunció que detrás de esas palabras tan dulces como Cobertura Universal, que vienen usando en los últimos años el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Fundación Rockefeller, impulsores de estas medidas, lo que se ofrece es un plan básico de servicios de salud, que sólo cubrirá algunas patologías elementales para esas personas que no tienen ningún tipo de cobertura.

“Está apuntado a todos aquellos que normalmente usan el sistema público y que, a pesar de las falencias del mismo, tienen la garantía de la salud como derecho”.

En ese sentido, la dirigente explicó: “Se está cambiando el derecho a la Salud por una cobertura mínima de salud. Esa es una de las cosas que quedan muy en claro cuando se lee el decreto, se habla de prestaciones básicas. Y además especifica que lo que no se pueda brindar en los efectores públicos, se brindará en el sector privado”.

Esos puntos cruciales son subrayados por Boriotti, porque por un lado “implica una transferencia de fondos desde el sector público al sector privado y por otro, cuando no esté cubierta la patología o enfermedad que tenga ese ciudadano por la CUS, va a tener que poner plata de su bolsillo y pagar para acceder”.

“O sea va a ser mayor el gasto general que salga de los bolsillos de la población, va a haber un debilitamiento del sector público, porque parte de la plata que se debería destinar a esos efectores va a ir a parar al sector privado y la gente va a tener, como dice el decreto, un carnet, que va a terminar siendo un carnet de pobre, como se hacía en otras épocas. Sí tenés el cartoncito de pobre te vas a atender en el hospital”, puntualizó la dirigente gremial.

De todos modos, con carnet y todo, para algunas prácticas habrá que pagar, según se desprende de las palabras de la presidenta de SIPRUS. “Realmente es un gran retroceso, el sector público cubre en todo el país, más allá de las diferencias de una provincia con otra, todas las emergencias, tiene una incidencia altísima en los que es cobertura de salud infantil, en momentos de epidemias y procesos de catástrofe, el que responde es el sector público. Sin embargo, en lugar de reforzar con mayor presupuesto y con políticas activas a ese sector, los ciudadanos van a tener que poner plata para tener acceso a una cobertura total”.

Canasta básica y políticas de aseguramiento solapadas

En relación a si va a haber determinadas prácticas que no van a estar incluidas en la CUS, Boriotti deja muy en claro que hay que pensar en algo así como “una canasta básica”.

“Claramente la salud va a estar dividida entre los que pueden pagar y los que no. Si usted necesita atención por una enfermedad que no esté contemplada en la CUS, tendrá que sacar plata de su bolsillo aunque se trate de un hospital público… si no la tiene, no podrá atenderse”.

“Obviamente va a ir en absoluto detrimento de la calidad, porque esas personas que tengan el “carnecito” de pobre no van a ir a la mejor salud privada, va a ir a lo más precario de ese sector. Entonces vamos a tener precarización en los hospitales, precarización en los sanatorios y clínicas y precarización laboral, lo cual se va a traducir en una atención absolutamente deficiente para los ciudadanos”.

Por otro lado, si bien la dirigente de SIPRUS no habla de privatización del sistema público, se puede leer un proceso similar. “Es el camino a un aseguramiento solapado. El aseguramiento existe en algunos países del mundo, pero existe como un refuerzo, y son países en los que hay pleno empleo, con otro nivel poblacional y de ingresos y con otro nivel de garantías del Estado. Lo que sí está claro es que las práctica que queden por fuera de la CUS tendrán que ser pagadas”.

Así, Boritotti remarcó también que se trata de “un retroceso considerable” y un gran negocio en un futuro no tan lejano, relacionado con la transferencia de fondos al sector privado. Además, “entre los que van a estar en la regulación de los números de esta Cobertura de Universal de Salud no hay representación de los usuarios. Hay personas del Ministerio de Salud, de la Superintendencia de Salud y de la CGT. Y ahí está la explicación de por qué se levantó la reunión de la semana pasada después de la movilización y los movimientos que hubo en la Superintendencia luego de la marcha. Está directamente ligado a los fondos de las Obras Sociales que maneja la CGT”. Todo esto sin contar que la CUS deja de lado toda cuestión pertinente a promoción y prevención.

“Es importante que todos tomemos conciencia de que acá se está hablando de la pérdida de un derecho. La salud no puede ser un negocio ni depender de las lógicas de empresas privadas. Con la CUS la garantización de un derecho humano básico pasará a depender del bolsillo del ciudadano y no de la política de Estado”.

Fuente: Florencia Vizzi; http://www.conclusion.com.ar; sonidogremial.com.ar; http://www.fesprosa.org.ar

* Equipo de Comunicación de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA)

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“Claramente la salud va a estar dividida entre los que puedan pagar y los que no”
Por Prensa FESPROSA - Wednesday, Sep. 06, 2017 at 12:13 PM

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María Fernanda Boriotti, Presidenta de SIPRUS y dirigente de FESPROSA

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